El puente térmico juega un papel importante en el ámbito de la eficiencia energética. Se refiere a aquellas áreas de una edificación donde se produce una pérdida o ganancia de calor no deseada, lo que puede resultar en un incremento del consumo energético para mantener el confort térmico. Estas áreas suelen ser estructuras donde el material de construcción tiene una menor capacidad de aislamiento térmico.
Identificar y corregir los puentes térmicos es esencial para mejorar el rendimiento energético de un edificio. La detección de estos puntos débiles se realiza a menudo mediante técnicas de termografía, que permiten visualizar las áreas con pérdidas de calor. Una correcta instalación de aislamiento térmico puede minimizar significativamente los puentes térmicos, reduciendo así la demanda energética.
La incorporación de soluciones adecuadas para eliminar los puentes térmicos puede resultar en ahorros considerables en el consumo energético. Por ejemplo, el uso de avanzados sistemas de aislamiento y técnicas de construcción sostenible puede mejorar la eficiencia de la envolvente del edificio, lo que también contribuye a un ambiente interior más confortable.
En edificios nuevos, aplicar desde el comienzo estrategias de reducción de puentes térmicos puede alcanzar los estándares de edificios de consumo energético casi nulo (ECCN). Para edificaciones ya existentes, las renovaciones energéticas que incluyen mejoras en la reducción de puentes térmicos son efectivas para lograr una mayor eficiencia.
Puente Térmico en la Eficiencia Energética
En resumen, el puente térmico es un desafío común en la eficiencia energética, pero abordar este problema con soluciones de aislamiento y estrategias constructivas puede llevar a una reducción significativa en el consumo de energía. La implementación de estas prácticas promueve una edificación más sostenible y eficiente.