La Comisión Europea ha presentado un plan de acción para garantizar una industria del acero y los metales competitiva y descarbonizada en Europa. El Plan de Acción para el Acero y los Metales incluye medidas para reducir los costes de energía, impulsar la circularidad y financiar la descarbonización con incentivos específicos.

Una industria siderúrgica y metalúrgica sólida en Europa es crucial para garantizar la seguridad de la UE en el contexto geopolítico actual y para cumplir con el Plan ReArm Europe/Readiness 2030, presentado también recientemente por la Comisión Europea. Este sector se encuentra en un momento crítico, afectado por los altos costes energéticos, la competencia global desleal y la necesidad de inversiones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El plan se implementa en un momento en que las medidas que distorsionan el mercado pueden afectar negativamente a la economía. El Plan de Acción para el Acero y los Metales se basa en las medidas del Pacto Industrial Limpio y del Plan de Acción para una Energía Asequible.
Garantizar un suministro energético asequible para el sector
Con el Plan de Acción para el Acero y los Metales, la Comisión Europea apoya a estos sectores para afrontar los desafíos actuales a corto y medio plazo. Las medidas prioritarias sectoriales son el resultado de un proceso inclusivo y colaborativo, que implicó múltiples debates y la participación de las partes interesadas.
Los costes energéticos representan una proporción mayor de los costes de producción en el sector metalúrgico que en otros sectores. El plan promueve el uso de acuerdos de compra de energía (PPA) y anima a los Estados miembros a aprovechar la flexibilidad fiscal energética y la reducción de las tarifas de red para mitigar la volatilidad de los precios de la electricidad. Promueve un acceso más rápido a la red para las industrias con un alto consumo energético y apoya el aumento del uso de hidrógeno renovable y con bajas emisiones de carbono en estos sectores.
Mejorar el reciclaje es crucial para reducir las emisiones y el consumo de energía en la industria metalúrgica. Por ello, la Comisión Europea prevé establecer objetivos para el acero y el aluminio reciclados en sectores clave y evaluar si más productos, como los materiales de construcción y la electrónica, deberían estar sujetos a requisitos de reciclaje o de contenido reciclado. Además, estudiará medidas comerciales sobre la chatarra metálica.
Otra de las medidas del plan es reducir los riesgos en la descarbonización. La futura Ley de Aceleración de la Descarbonización Industrial introducirá criterios de resiliencia y sostenibilidad para los productos europeos en la contratación pública. La Comisión Europea asignará 150 millones de euros a través del Fondo de Investigación del Carbón y del Acero en 2026-27, con 600 millones adicionales a través de Horizonte Europa destinados al Pacto Industrial Limpio. En la fase de expansión, prevé recaudar 100.000 millones de euros a través del Banco de Descarbonización Industrial, con recursos del Fondo de Innovación y otras fuentes, y una subasta piloto de 1.000 millones de euros en 2025 centrada en la descarbonización y la electrificación de procesos industriales clave.
El plan también incluye medidas para prevenir la fuga de carbono, para ampliar y proteger la capacidad industrial europea, así como para proteger empleos industriales de calidad.