El informe ‘Evaluación del impacto de la eficiencia energética en el consumo energético de la UE en 2010-2022: un análisis de descomposición del índice’, publicado por el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea, analiza los determinantes de los cambios en el consumo de energía primaria y final a nivel de la UE durante el periodo de 2010 a 2022 para rastrear y comprender el progreso hacia los objetivos de eficiencia energética de 2030. Los resultados indican que se lograron ganancias significativas de eficiencia energética durante el periodo estudiado, sin los cuales el progreso obtenido hacia los objetivos de eficiencia energética de la UE habría sido difícil de lograr.

Para comprender las últimas tendencias de consumo de energía en la UE, en el informe se ha aplicado el enfoque del Índice de Divisia de Media Logarítmica (LMDI), un método de Análisis de Descomposición de Índices (IDA) para estudiar los cambios en el consumo de energía agregados y sectoriales a nivel de la UE y los Estados miembros durante el período examinado y cuantificar el impacto de factores como la actividad económica, la demografía, la productividad, el estilo de vida y los cambios climáticos.
Impacto de la eficiencia energética
Los datos del informe indican que entre 2010 y 2022 el consumo combinado de energía primaria de la UE disminuyó un 13,7%. Al analizar la variación del consumo de energía primaria en este periodo, se observó que la menor demanda final de energía fue el factor explicativo más decisivo de la disminución del consumo de energía primaria (-8%), seguida de las mejoras en la eficiencia de la transformación (-6%). Por el contrario, la distribución y los sistemas propios del sector energético aumentaron ligeramente en el mismo período (+0,2%).
Representando más del 41% del consumo final total de energía, los sectores productivos de la economía (industria, servicios y agricultura) siguieron una tendencia decreciente en el consumo de energía en 2010-2022, con una caída total en el consumo equivalente a un 10,6%. La industria experimentó la menor caída (-8,3%), seguida por el sector servicios (-19,7%), mientras que la agricultura registró un aumento de +3,6%.
En cuanto al sector residencial (que corresponde al 24,8% del consumo final total de energía) los resultados del informe mostraron el impacto decisivo de las fluctuaciones climáticas y el efecto riqueza en el consumo energético general del sector.
El análisis ha permitido extraer algunas conclusiones útiles para los responsables de la toma de decisiones. Si bien se alcanzaron los objetivos de eficiencia energética de 2020, los resultados de 2021 mostraron una recuperación, mientras que 2022 volvió a ser un año de disminución del consumo. Factores externos importantes contribuyeron a esta tendencia: los precios de la energía excepcionalmente altos y las consecuencias de la invasión de Ucrania.
Durante 2022, la UE y sus Estados miembros adoptaron medidas para ahorrar energía. Paralelamente, la Directiva refundida de Eficiencia Energética ha establecido objetivos más ambiciosos de reducción del consumo de energía primaria y final para el año 2030. Por consiguiente, el informe concluye que los Estados miembros de la UE deberían intensificar y reforzar sus políticas de eficiencia energética.