El informe ‘Actualizaciones sobre la implementación de la Directiva sobre rendimiento energético de los edificios en los Estados miembros de la UE’ publicado por el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea, detalla los avances actuales de los Estados miembros en la mejora de la eficiencia energética de los edificios y ofrece información sobre el ahorro energético y la reducción de emisiones en el futuro. El informe destaca la importancia de actualizar y reforzar las políticas y los objetivos en todos los Estados miembros para cumplir los objetivos energéticos y climáticos de la UE para 2030.
El informe se basa en estrategias y planes nacionales desarrollados por los países, como las estrategias de rehabilitación a largo plazo, los informes nacionales integrados de progreso en materia de energía y clima, los sistemas de certificados de rendimiento energético y los informes de equivalencia para las inspecciones técnicas de los sistemas de construcción y las bases de datos de la UE.
Mejora del rendimiento energético en los edificios
El sector de la construcción desempeña un papel crucial en las políticas de la UE debido a su potencial para reducir el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero. La Directiva sobre el rendimiento energético de los edificios (EPBD) es la herramienta legislativa clave para promover la eficiencia energética de los edificios de la UE.
Los resultados del informe revelan tendencias decrecientes en el consumo final de energía dentro de los sectores residencial y de servicios en las últimas décadas. Las proyecciones indican que, para 2030, el sector de la construcción podría lograr una reducción del 14% en el consumo final de energía y una disminución del 35% en las emisiones directas de GEI en comparación con los niveles de 2019. Sin embargo, estas cifras no alcanzan el plan de objetivos climáticos y los nuevos objetivos de eficiencia energética.
Los datos de 2020 y 2021 indican avances dispares entre los Estados miembros en la consecución de sus objetivos para 2030, y algunos requieren esfuerzos adicionales para alcanzarlos. Se prevé que los próximos Planes Nacionales de Rehabilitación de Edificios incluyan objetivos actualizados que se ajusten a los objetivos mejorados de la UE.
El informe también analiza los sistemas nacionales de certificación de eficiencia energética e identifica tres enfoques principales para el diseño de la clase energética: basado en indicadores energéticos, comparación con un edificio de referencia y otros métodos. La mayoría de los sistemas (70%) utilizan indicadores energéticos con amplias variaciones en los límites. Además, existen discrepancias en los usos finales incluidos. La calefacción se evalúa universalmente, pero la iluminación y la refrigeración se abordan menos, especialmente en los edificios residenciales. Algunos países introducen clases energéticas adicionales basadas en usos finales o indicadores específicos, como las emisiones de GEI y la energía renovable.
En general, el informe muestra avances hacia un parque inmobiliario descarbonizado y un potencial significativo de avance para 2030. Y destaca que los esfuerzos futuros deberían centrarse en alinear los objetivos de construcción existentes con objetivos más ambiciosos de eficiencia energética y descarbonización para 2030, 2040 y 2050. Para ello, el informe subraya la necesidad de desarrollar políticas y medidas ambiciosas y adecuadas para mantener el progreso hacia el logro de los objetivos.