Un total de 98 estudiantes de entre 10 y 12 años de escuelas ubicadas en áreas climáticamente vulnerables y socioeconómicamente desfavorecidas del Área Metropolitana de Barcelona han participado en el proyecto ‘Vigilantes del Calor‘. Los estudiantes registraron su percepción del confort térmico a través de un ‘Diario de calor’ y de sensores en el hogar. Los datos recopilados han permitido obtener un análisis detallado de las viviendas de los participantes, de los equipamientos que poseen y utilizan, y de las estrategias que ponen en práctica para hacer frente al calor en el hogar. Los resultados del proyecto servirán de base para escalar esta iniciativa y replicarla en otros centros educativos y barrios del Área Metropolitana de Barcelona, continuando con el objetivo de generar nuevos datos para influir en las políticas públicas y adaptar las ciudades y los hogares al cambio climático y al calor extremo.
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Impulsado por el Área Metropolitana de Barcelona y desarrollado por el Instituto Metrópoli y el Instituto de Investigación de Energía de Cataluña (IREC), el proyecto comenzó en mayo de 2024 y ha finalizado en enero de este año. El proyecto también ha contado con el apoyo de la iniciativa europea Impetus que acompaña proyectos de ciencia ciudadana en el ámbito del cambio climático.
Objetivos del proyecto ‘Vigilantes del Calor’
El proyecto ‘Vigilantes del Calor’ pretendía coinvestigar la temperatura y el confort térmico que hay en los hogares de familias con niños y jóvenes durante períodos cálidos. El proyecto se ha diseñado para informar y mejorar las políticas públicas de adaptación al cambio climático del ámbito metropolitano de Barcelona y específicamente generar nuevos datos sobre el (dis)confort térmico en el interior de las viviendas con niños. Asimismo, el proyecto pretende contribuir al aprendizaje del alumnado, sensibilizar a la comunidad educativa y al conjunto de la ciudadanía sobre los efectos del cambio climático y el calor extremo y, por último, generar contribuciones científicas innovadoras de forma participativa.

Teniendo en cuenta esto, los objetivos del proyecto son mejorar el conocimiento sobre el calor extremo y su impacto en el interior de las viviendas con niños y jóvenes, especialmente en las zonas con mayor vulnerabilidad; implicar a los niños y jóvenes, sus familias y la comunidad educativa en un proyecto de ciencia ciudadana sobre los impactos locales del cambio climático; y fomentar una adaptación urbana efectiva, inclusiva y justa al riesgo del calor extremo, orientada a las necesidades y expectativas de niños y jóvenes.
Kit de Vigilantes del Calor con sensores
El proyecto ‘Vigilantes del Calor‘ ha contado con la participación activa de 98 estudiantes de entre 10 y 12 años de tres escuelas ubicadas en áreas climáticamente vulnerables y socioeconómicamente desfavorecidas del Área Metropolitana de Barcelona: Institut-Escola Coves d’en Cimany (Barcelona), Escola Miguel de Unamuno (Santa Coloma de Gramenet) y Escola Pep Ventura (Hospitalet de Llobregat).

Para su desarrollo, se ha entregado el Kit Vigilantes del Calor, que consta de una encuesta del hogar para caracterizar el hogar del niño recogiendo información socioeconómica, del estado del hogar y sus sistemas, y de los hábitos energéticos. Se realiza por parte de los progenitores o representantes legales del niño.
El kit también consta de un ‘Diario de calor’ para conocer la percepción de los niños del confort térmico durante el periodo de monitorización y las prácticas e ideas de adaptación. Finalmente, incluye una autorización para realizar la monitorización y el tratamiento de los datos, la consulta puntual posterior en caso de carencia de datos, así como el acuerdo de confidencialidad.

Los kits con sensores constan además de un sensor de temperatura, humedad relativa y concentración de CO2 que monitoriza variables ambientales relacionadas con la sensación térmica y calidad del aire, permitiendo evaluar el confort térmico, el riesgo de sobrecalentamiento, así como si el nivel de ventilación de la vivienda es el adecuado. Estos equipos se han situado en el comedor/sala de estar.
También consta de dos sensores de temperatura que monitorizan la temperatura y permiten conocer las condiciones de confort térmico. Se entregaron dos sensores de este tipo, uno de los cuales se ubica en la habitación principal, y el otro en la habitación del niño participante del proyecto.
Después de cuatro sesiones formativas sobre cambio climático y confort térmico, los estudiantes registraron su percepción del confort térmico durante diferentes períodos a través del ‘Diario de calor’. Además, 30 estudiantes recopilaron datos sobre el confort térmico en sus hogares con la ayuda de sensores.
Percepción del confort térmico
A través del proyecto ‘Vigilantes del Calor’ se ha podido obtener un análisis detallado de las viviendas de los participantes, de los equipamientos que poseen y utilizan, y de las estrategias que ponen en práctica para hacer frente al calor en el hogar.
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Los resultados indican que las condiciones climáticas de los diferentes períodos monitoreados fueron suaves, con temperaturas exteriores templadas y, en consecuencia, el confort térmico interior fue satisfactorio para la mayoría de los hogares. Sin embargo, a pesar de este clima templado, algunos hogares alcanzan más de 28ºC de temperaturas máximas diarias, lo que significa que el malestar térmico probablemente será significativo en climas cálidos.
Casi el 50% del confort térmico percibido por los niños es ‘está bien, ni calor ni frío’. Sin embargo, el 35% de los niños percibió una percepción térmica cálida/caliente (‘hace un poco de calor’ y ‘hace mucho calor’). Las percepciones de confort térmico de los niños están en línea con la temperatura interior medida, es decir, cuanto más alta es la temperatura, más cálida es la percepción de confort térmico. Casi el 50% de la percepción de confort térmico de los niños en verano es igual a la de los padres. Por su parte, el 30% de los niños tienen una percepción de confort térmico más cálida que sus padres.
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En cuanto a las prácticas y medidas propuestas de adaptación, los niños utilizaron principalmente prácticas de bajo coste, accesibles y agradables para hacer frente al calor en sus hogares, como comer helado, usar ventiladores domésticos o personales, beber más o ducharse. Las principales ideas para la adaptación futura al calor enumeradas por los niños estaban relacionadas con los helados, las duchas y la adaptación de los espacios públicos al aire libre mediante el uso de infraestructuras verdes y azules como árboles o fuentes de agua.
Estos hallazgos revelan que factores como la antigüedad y tipología de los edificios, la disponibilidad de equipos de aire acondicionado y los hábitos del hogar condicionan la influencia del calor en las viviendas. Adicionalmente, se ha observado que, a pesar de monitorizar un periodo de calor leve, la percepción de malestar térmico ha sido bastante elevada.
Los resultados y aprendizajes adquiridos durante el proyecto servirán de base para escalar esta iniciativa y replicarla en otros centros educativos y barrios del Área Metropolitana de Barcelona. De hecho, a partir del tercer trimestre del curso 2024-2025, el proyecto se incluirá en el catálogo de Aprendizaje Servicio (APS) de Educación Ambiental del AMB, Compartim Futur, y se ofrecerá en escuelas de primaria y secundaria.