En agosto de 2025, el parque de contadores de agua tendrá que estar totalmente sustituido en España, según la Orden Ministerial ICT/155/2020, de febrero de 2020, que obliga a cambiar, en el plazo de cinco años, los contadores de agua fría y caliente con más de 12 años de antigüedad, entre otros instrumentos de medición. Se trata de una exigencia normativa que todavía afecta, según ISTA, empresa comprometida en la mejora de la eficiencia energética en el sector residencial, a casi 2 millones de contadores de agua en el país. Esta compañía da servicio a un millón de equipos inteligentes de medición ya instalados o reemplazados en edificios existentes.
Esta medida, de aplicación en otros países como Alemania, favorece un mejor control del consumo, detectando posibles problemas.
Mayor ahorro con la sustitución de contadores
La sustitución de los contadores de agua antiguos, además de favorecer un mejor control del consumo, permite un mayor ahorro económico en los hogares. Según los cálculos de Eduardo Echarren, director comercial de ISTA, “para una familia media que gasta 250 euros al año en agua, la sustitución de contadores de agua supone un ahorro cercano al 15%, unos 37,50 euros”.
El incumplimiento de estas obligaciones podría acarrear multas de hasta 5.000 euros, tal como establece la Ley de Metrología de 2014, recuerdan desde ISTA.
“En contra de lo que se piensa el reemplazo de contadores no exige obras. Para conectar nuestros contadores inteligentes y centralitas, no son necesarias reformas en las zonas comunes del bloque de viviendas”, explica Echarren. “Además, cada vecino paga por su consumo real y cualquier profesional autorizado puede obtener la lectura de los equipos y realizar el cálculo y emisión de recibos. Los clientes tienen acceso a las lecturas diarias a través de nuestra plataforma digital Calista para la gestión de consumo de manera gratuita las 24 horas al día y 365 días al año, haciendo coincidir los consumos individuales con la fecha exacta de la factura de la compañía suministradora”, añade.
En el caso de alquileres, los contadores de ISTA permiten conocer el importe real del consumo de agua el día exacto del cambio de inquilino, sin estimaciones ni retrasos, lo que es un aliciente tanto para el arrendador como para el arrendatario.