El piloto valenciano del proyecto WellBased ha culminado tras dos años de duración en los que se ha diseñado y probado un plan contra la pobreza energética en 130 hogares repartidos por cinco barrios: Algiròs, Camins al Grau, Poblats Marítims, Benimaclet y Patraix. Durante este periodo, se ha atendido y mejorado el impacto de la pobreza energética en la salud de 170 personas en situación de vulnerabilidad procedentes de estos barrios.
Esta semana se ha celebrado la jornada de clausura del piloto, en el edificio de Las Naves, donde se han dado a conocer algunos de los resultados obtenidos fruto del análisis, la investigación y acciones realizadas. Del estudio se desprende que los participantes han mejorado su bienestar mental desde el inicio del piloto, debido en parte a que las ayudas y el acompañamiento les han permitido ahorrar en sus facturas de energía, así como establecer una relación con el equipo de investigación.
Los resultados cuantitativos del estudio arrojan cinco datos sobre vulnerabilidad energética en el piloto de Valencia (130 hogares, 143 participantes, 100 mujeres, 43 hombres, edades entre 24 y 82 años en 12 barrios). En este sentido, un 72,4% subrayan la falta de confort en verano; el 30,8% afirma tener goteras, humedades o podredumbre en sus hogares; el 51,8% de los encuestados indican que destinan el 10% o más de su salario al pago de suministros energéticos; el 70,1% destaca la falta de confort en invierno; y el 45,4% afirma haber tenido algún retraso en el pago de facturas energéticas.
Asesoramiento a personas en situación de vulnerabilidad energética
En este piloto, desarrollado por Valencia Innovation Capital y la Fundación Municipal Valencia Clima y Energía, han participado en total 322 personas las cuales han sido divididas en dos grupos, intervención y control. Estas personas han recibido ayuda práctica, formación y asesoramiento para, entre otras medidas, optimizar sus facturas energéticas, mejorar las condiciones de su vivienda, recibir un seguimiento y conocer la importancia del impacto de la pobreza energética en su salud física y mental.
Durante el piloto, también se organizó un Hackathon WellBased con alumnado de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), quienes idearon soluciones para combatir las altas temperaturas, entre ellas, una app para ventilar la casa mejor, el reciclado de las mantas de maratones y la creación de un refugio climático.
La mayoría de los participantes han valorado positivamente el proyecto y ahora son más conscientes de la importancia de la energía y del ahorro. Las ayudas en la obtención del bono social, por ejemplo, les ha permitido reducir considerablemente las facturas de energía.
Durante el piloto valenciano, el proyecto ha impulsado la Escuela del Derecho a la Energía, creada exprofeso y desde la cual se han realizado numerosas acciones, desde sesiones de formación y concienciación sobre ahorro energético, derecho a la energía, talleres dirigidos a profesionales que pueden tener un papel clave a la hora de identificar la vulnerabilidad energética, etc., hasta la celebración de una obra de teatro o una exposición de fotografías realizadas por los propios participantes del piloto.
En definitiva, el proyecto WellBased pone de relieve la importancia de combatir la pobreza energética, de aunar esfuerzos y aprender y compartir experiencias con otras ciudades piloto del proyecto.