Un nuevo mapa muestra cómo las ciudades europeas están descarbonizando sus sistemas de calefacción para servir de inspiración

Mapa de calor

La iniciativa Pacto de los Alcaldes por el Clima y la Energía de la UE apoyada por la Comisión Europea ha elaborado un mapa de calor que muestra cómo las ciudades están desintoxicando su sistema de calefacción. Un total de 19 ciudades están llevando a cabo estrategias de descarbonización, dos de ellas españolas (Valladolid y Bilbao). Eliminar el carbono y el gas de los sistemas de calefacción es un paso necesario hacia comunidades más saludables y resilientes, economías más fuertes y un futuro climáticamente neutro. A través de tres pasos, este mapa pretende servir de guía e inspiración para que más ciudades se unan a esta causa.

Un total de 19 ciudades están llevando a cabo tres pasos para descarbonizar sus sistemas de calefacción. Sus historias pretenden servir de inspiración para más ciudades.

El sector de la calefacción y la refrigeración en Europa es responsable de emitir grandes cantidades de CO2, además de contaminar el aire con gases acidificantes y partículas letales. Esto sucede porque el 70% de la producción de calor todavía procede de combustibles fósiles, lo que pone en peligro la salud de los ciudadanos europeos y la viabilidad de los objetivos climáticos.

No obstante, las ciudades tienen el potencial de marcar una gran diferencia. Mediante una planificación eficaz de la calefacción y la expansión de soluciones colectivas como la calefacción urbana descarbonizada, los gobiernos locales pueden eliminar gradualmente el gas en sus sistemas de calefacción a gran escala.

Un total de 19 ciudades (Brest, Gante, Ginebra, Bilbao, Heidelberg, Guimarães, Lovaina, Lyon, Marsella, Lund, Múnich, Salaspis, Silkeborg, Estocolmo, Pécs, Tallin, Valladolid, Vantaa y Espoo) han seguido tres pasos para descarbonizar su sistema de calefacción. Este mapa tiene el objetivo de guiar a través de estos ejemplos para que más ciudades desintoxiquen su sistema de calefacción.

Bilbao y Valladolid descarbonizan sus sistemas de calefacción

En la ciudad de Valladolid, la calefacción y la refrigeración son responsables de casi una cuarta parte de las emisiones de CO2. En el marco de la Misión de la UE, en la que participan 112 ciudades que aspiran a lograr la neutralidad climática en 2030, Valladolid ha dado prioridad a la desintoxicación de este sector. Con su plan de calefacción ya en marcha, los resultados ya son notablemente positivos.

De cara al futuro, la ciudad de Valladolid está estudiando la posibilidad de incluir fuentes de calefacción renovables adicionales.

Valladolid ha apostado por la calefacción urbana como método eficaz para eliminar gradualmente los combustibles fósiles. Su objetivo de descarbonización en un 65% se alcanzará gracias a una red de calefacción ampliada. La red de calefacción actual de la ciudad cubre tres de sus seis distritos, con tres redes de calefacción urbana distintas. La ciudad ahora planea extender esta infraestructura a toda la ciudad para 2030, tendiendo casi 200 km de tuberías que se prevé que presten servicio a más de 65.000 hogares.

La colaboración municipal con Somacyl ha sido crucial en la ampliación de la red de calefacción de la ciudad. El plan prioriza la conexión de los edificios municipales a la red. A pesar de los desafíos que esto implica, la implementación en los tres primeros distritos ha sido exitosa. A medida que más comunidades se unen a la red, los ciudadanos han respondido positivamente, especialmente después de ver sus facturas de calefacción reducidas en un 30% y beneficiarse de menores costos de mantenimiento. Esto ha animado a más propietarios a conectarse a la red de calefacción.

Para lograr sus objetivos de descarbonización, Valladolid ha adaptado sus fuentes de energía a su entorno local. La biomasa desempeña un papel crucial en la combinación de desintoxicación de la ciudad, ya que no solo proporciona calor renovable, sino que también contribuye a mantener los bosques más limpios en la región circundante de Castilla y León. Los próximos pasos incluyen la ampliación de las redes de calefacción urbana para llegar a toda la ciudad y el desarrollo de hidrógeno verde.

La ciudad de Bilbao ha llevado a cabo un mapeo térmico como estrategia de descarbonización.

En cuanto a la ciudad de Bilbao, dado que casi la mitad del consumo energético proviene de los edificios, es fundamental abordar su ineficiencia energética. Así, se está dando prioridad a la mejora de los edificios, especialmente en áreas donde las redes de calefacción urbana pueden contribuir significativamente a la descarbonización del paisaje urbano. Para ello, se ha desarrollado el Plan de Calefacción y Refrigeración 2050 para alcanzar la neutralidad climática.

El principal resultado del plan es un mapeo que agrega diversas capas de datos: datos de planificación urbana, datos energéticos y producción potencial de energías renovables, características de los edificios. El SIG desarrollado ofrece una visión completa de la conveniencia de las soluciones renovables en cada área.

Los logros de la ciudad deben mucho a un modelo de gobernanza urbana eficaz y autónomo basado en asociaciones colaborativas público privadas, que reúne al gobierno local y central junto con partes interesadas privadas. Esta sinergia es una clara ventaja para completar con éxito la transición de calefacción. Los próximos pasos para la ciudad de Bilbao son mejorar el ejercicio de mapeo e integrar capas adicionales de datos, como las fuentes existentes de calor residual y los datos de la red eléctrica.

Conocer el calor, desintoxicación y limpiar el calor

El mapa muestra que las ciudades pueden desintoxicarse del calor a gran escala mediante la transición masiva hacia sistemas de calefacción más limpios, modernos y sostenibles. Esto es así a través de tres pasos: conocer el calor, desintoxicación de toda la ciudad y limpiar el calor. En el primer paso es necesario obtener claridad sobre las fuentes de calor de la ciudad, la demanda de calor y las alternativas. A través de un mapeo y una planificación integrales, las ciudades pueden identificar oportunidades para descarbonizar las fuentes de calor y reducir la demanda, así como la posible expansión o implementación de redes colectivas de calefacción urbana.

La ciudad de Múnich sirve de ejemplo de cómo un plan de calefacción exhaustivo es un paso crucial para que la ciudad emprenda un proceso de desintoxicación integral.

El mapa muestra a Múnich como un ejemplo de planificación eficaz de la calefacción, ya que utiliza bases detalladas para mapear las redes existentes y las fuentes potenciales. La ciudad hizo público su mapa de calor, lo que fomentó la confianza entre los residentes y los proveedores de energía y alentó a las partes interesadas a participar en la mejora continua.

En el segundo paso, para lograr una desintoxicación más eficaz las ciudades deberían adoptar soluciones de calefacción urbana colectiva. La expansión de la calefacción urbana colectiva en las zonas urbanas es una forma rentable de utilizar energía con bajas emisiones de carbono, mejorar la calidad del aire y garantizar la seguridad energética.

En el mapa se puede observar que Silkeborg, con unos 50.000 habitantes, tiene el sistema de calefacción solar urbana más grande del mundo, mientras que Lovaina, nueva en este ámbito, lo está integrando en su estrategia de calefacción.

Marsella prevé utilizar una tecnología innovadora que utiliza agua de mar para calefacción y refrigeración.

En cuanto al tercer paso, las ciudades deben transformar su sistema de calefacción integrando fuentes de energía limpia adecuadas para la zona. Entre las opciones se encuentran la geotermia, el calor solar, el calor recuperado de la industria u otras fuentes y las bombas de calor a gran escala.

Con tantas opciones, hay infinitas recetas desintoxicantes disponibles, y cada ciudad puede encontrar la combinación que mejor se adapte a sus necesidades. Marsella, por ejemplo, tiene previsto utilizar una tecnología innovadora de agua de mar para calefacción y refrigeración. Además, aprovecha el exceso de calor de los centros de datos, el tratamiento de aguas residuales, la biomasa y la energía solar térmica.

Las ciudades que quieran desintoxicar su calor pueden participar en la campaña Cities Heat Detox.

Para arrojar luz sobre el potencial y las acciones de las ciudades, el Pacto de Alcaldes lanzó la campaña Cities Heat Detox para todas las ciudades europeas que quieran desintoxicar su calor compartiendo su historia, inspirándose con las historias y sirviendo de inspiración para otras ciudades.

Las ciudades que estén adoptado uno o más de los tres pasos anteriores pueden unirse a la campaña para compartir su experiencia y su estrategia. Al compartir aparecerán en el mapa con diversas ciudades en distintas etapas de su proceso de desintoxicación, para que el resto de Europa y la comunidad del Pacto de Alcaldes, compuesta por más de 10.000 signatarios, encuentren inspiración.

 
 
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