El centro tecnológico en I+D+i Circe y el Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) se han aliado para optimizar el consumo energético en el sector de los centros de datos. Con esta unión, crearán y mejorarán herramientas que ayuden a entender mejor y gestionar el uso de energía en todo el cómputo continuo. Esto implica el desarrollo de métodos y técnicas para evaluar con detalle el consumo energético en recursos altamente heterogéneos, con el fin de distribuir la carga de trabajo de manera eficiente según las necesidades de cálculo.
Esta iniciativa se enmarca en el proyecto Ascender, una plataforma que busca desarrollar una infraestructura de software avanzada que permita un análisis de datos eficiente y continuo, integrando diversos recursos de computación (como Edge, Cloud y HPC) para mejorar la eficiencia energética y el rendimiento de los centros de datos.
El proyecto tiene como objetivo usar tecnologías avanzadas para analizar grandes cantidades de datos de manera eficiente, integrando plataformas de Inteligencia Artificial (IA) y Big Data, y métodos de planificación que aseguren un uso eficiente de los recursos. Además, pretende integrar diferentes tecnologías de computación de manera segura y continua.
Estos mecanismos permitirán seleccionar en tiempo real los recursos computacionales más adecuados, optimizando así la preparación y análisis de datos mientras se garantiza la eficiencia energética. Las capacidades tecnológicas se demostrarán en tres casos de uso en sectores clave para España: movilidad inteligente y segura, movilidad sostenible y limpia en zonas urbanas y agricultura de precisión.
Desarrollo de modelos energéticos
El centro tecnológico Circe se encargará de desarrollar modelos para la caracterización de la energía de los recursos de computación, integrándolos con los componentes de la plataforma Ascender, y proporcionando soporte para validar la plataforma en casos de uso específicos -como el de movilidad sostenible-. Estas actividades implican una gran comprensión de los elementos de computación, la planificación y ejecución de mediciones de consumo energético, y la generación de indicadores que serán utilizados para mejorar la eficiencia energética.
El concepto de cómputo continuo se ha convertido en la columna vertebral para el procesado de grandes volúmenes de datos, facilitando su procesado en toda su cadena de valor, desde la captura del dato en el borde y su almacenamiento y procesado en la nube y HPC. No obstante, su funcionamiento implica un consumo energético considerable.
En este contexto, la eficiencia energética se ha vuelto una prioridad crucial, tanto por el impacto ambiental, como por los costes operativos asociados. La implementación de tecnologías y estrategias que reduzcan el consumo energético sin comprometer el rendimiento es esencial para la sostenibilidad y viabilidad a largo plazo de estos centros.
La colaboración entre ambos centros persigue establecer nuevos estándares en la industria de la supercomputación, beneficiando al medio ambiente y a la competitividad del sector.