La red de calor de Cuenca sigue extendiéndose por toda la ciudad ofreciendo la oportunidad a los vecinos que estén interesados en conectarse al servicio energético sostenible procedente de la biomasa extraída de los montes de la provincia. En este sentido, los vecinos de la comunidad de propietarios de Castilla-La Mancha número 9 se han conectado a la red de calor, sustituyendo el gas que usaban hasta ahora para calefacción y agua caliente sanitaria por la energía térmica de biomasa, y dejan de emitir así 124 toneladas de CO2 a la atmósfera de la ciudad.
La astilla de madera se convierte en energía en la central, que circula bajo las calles de la ciudad en forma de agua caliente a una temperatura de 90 grados centígrados, y llega hasta las comunidades de vecinos con calefacción centralizada. Recursos de la Biomasa (Rebi) se encarga de introducir la energía en la sala de calderas de los edificios que quieran adherirse a través de una obra menor. Tras su instalación, el equipo hace el trasvase térmico de forma automática.
Ahorro en la factura y reducción de emisiones
Los vecinos de la comunidad de propietarios de Castilla-La Mancha número 9, un total de 44 viviendas, ya reciben la energía de la red de calor. De esta manera, además de registrar un ahorro en la factura de la comunidad, el ahorro también se traduce en el cuidado del medio ambiente. En concreto, estos vecinos dejan de emitir 124 toneladas de CO2 a la atmósfera.
La estabilidad en el precio es la clave principal que ayuda a los vecinos a conectarse, ya que los contratos son a largo plazo y ofrecen una gestión integral de la instalación. Al conectarse a la red de calor también se ofrece mantenimiento y garantía de los elementos nuevos instalados, el mantenimiento preventivo de la sala de calderas actual según el RITE, y rendimientos optimizados y eficientes de las instalaciones, ya que se evita el coste de cambiar las calderas actuales por otras nuevas porque no se produce desgaste.