Impulso a las capacidades nacionales para seguir la transición energética a través de una hoja de ruta de estadísticas energéticas de la IEA

Fortalecimiento de las capacidades nacionales de seguimiento de las transiciones energéticas a través de una hoja de ruta de la IEA

La Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) ha publicado el informe ‘Diseño de una hoja de ruta de estadísticas energéticas. Una guía para fortalecer las capacidades nacionales de seguimiento de las transiciones energéticas’. Esta guía ofrece un marco integral para que las instituciones nacionales evalúen los sistemas nacionales de información energética existentes y planifiquen su desarrollo, y está estructurado en: Planificación, Establecimiento y Seguimiento. Se espera que el marco se utilice como herramienta para facilitar el desarrollo de planes de acción estratégicos y la asignación de recursos para fortalecer las capacidades nacionales de datos energéticos, elementos clave de políticas de transición energética eficaces.

La IEA ha publicado ‘Diseño de una hoja de ruta de estadísticas energéticas. Una guía para fortalecer las capacidades nacionales de seguimiento de las transiciones energéticas’.

Esta guía se centra en los datos anuales de oferta y demanda de energía a nivel nacional y considera la recopilación de datos como un pilar clave para el análisis y la toma de decisiones.

La guía de la IEA se publica junto con una herramienta complementaria basada en Microsoft Excel, que no solo sirve para evaluar el sistema energético nacional, sino también como un recurso integral para la planificación de acciones estratégicas. Permite a los países comprender el estado de su sistema energético nacional y desarrollar un plan de acción personalizado basado en áreas prioritarias identificadas.

Oferta y demanda de energía y actividad económica

Esta guía presenta un marco para la evaluación del sistema nacional de información energética en sus elementos clave. La evaluación se realiza comparando las circunstancias nacionales en relación con las mejores prácticas observadas en los distintos países. Así, los datos energéticos clave se refieren a los principales tipos de datos necesarios para elaborar un balance energético. Se pueden considerar tres categorías para elaborar balances energéticos: oferta de energía, demanda de energía y actividad económica.

Esta figura de ‘incorporación de datos en el ciclo de políticas’ presenta un ciclo de políticas basado en datos, en el que se integran estadísticas e indicadores pertinentes en todo el proceso, desde el diseño hasta los fines de seguimiento y evaluación.

Los objetivos y compromisos nacionales deben basarse en datos pertinentes y actualizados. Al incluir a expertos en datos energéticos en el ciclo de políticas desde las etapas iniciales, las
partes interesadas pueden diseñar una metodología de seguimiento transparente y bien definida.

Según el informe de IEA, las estadísticas energéticas de alta calidad son fundamentales para cumplir los compromisos internacionales, pero lo que es más importante, respaldan las políticas y medidas adoptadas a nivel nacional.

Algunos ejemplos de vínculos entre estos objetivos y los datos energéticos son objetivos de energía renovable en la generación de electricidad y el consumo final con datos requeridos de oferta y demanda de energía; mejorar la eficiencia energética con datos requeridos de oferta y demanda de energía y actividad económica; o planificación energética con datos requeridos de oferta de energía, demanda de energía y actividad económica.

Estadísticas energéticas nacionales

A pesar de la gran cantidad de guías metodológicas disponibles, existen pocas directrices que se centren en la estrategia energética o que proporcionen vías para producir datos energéticos sólidos. Esta guía aspira a llenar ese vacío proporcionando un marco para la evaluación y el desarrollo de estadísticas energéticas nacionales, con el fin de apoyar a los proveedores de datos energéticos y a las instituciones nacionales relacionadas. El marco está estructurado en tres dimensiones: Planificación, Establecimiento y Seguimiento, importantes para diseñar una hoja de ruta nacional para mejorar las estadísticas energéticas.

La sección Planificación incluye la dimensión estratégica.

A lo largo de 2022 se entrevistó a los países interesados con el fin de contribuir al desarrollo de la hoja de ruta, que fueron Brasil, Canadá, Etiopía, Finlandia, Kenia, Marruecos, Países Bajos, Senegal, Reino Unido y Estonia. Las entrevistas consistieron en preguntas relacionadas con la estructura de la hoja de ruta (planificación, establecimiento y seguimiento), estas preguntas subrayan la importancia de cada paso para diseñar una hoja de ruta nacional para mejorar las estadísticas energéticas. Los países también compartieron experiencias de sus éxitos y desafíos encontrados en el desarrollo de sus sistemas de datos energéticos.

La sección Establecimiento abarca la dimensión operativa.

La sección Planificación se refiere a la preparación estratégica de un sistema nacional de estadísticas energéticas para abordar las necesidades de datos actuales y futuras. Aquí se incluyen preguntas como qué impulsa el desarrollo de las estadísticas energéticas, si existen políticas energéticas relevantes y/o de alta visibilidad o si se identifican y abordan continuamente las necesidades cambiantes de datos.

También hay preguntas sobre si existe una estrategia para la producción y desarrollo de datos energéticos, si se actualiza periódicamente para responder a las necesidades cambiantes, si las estadísticas energéticas básicas están financiadas por la administración nacional, si existen mecanismos de financiación adicionales a los públicos convenciones y qué cubren, y si son los mecanismos de financiación suficientes y sostenibles.

La sección Establecimiento implica evaluar el entorno operativo del sistema nacional de estadísticas energéticas. En este apartado se incluyen preguntas como si existe un marco regulatorio para las estadísticas de energía, si existe una entidad encargada de coordinar la información energética nacional, si existen mecanismos para fomentar la colaboración institucional y el intercambio de datos a nivel nacional, si son adecuados y visibles los recursos financieros disponibles, y si hay suficiente personal y formación continua del personal.

La sección Seguimiento está centrada en el procesamiento de datos.

Finalmente, la sección Seguimiento se centra en los datos en sí, desde su recopilación hasta su difusión y uso final. En esta sección se incluyen preguntas como si existen métodos sólidos de recopilación de datos, si esta recopilación sigue metodologías, si es adecuado el marco actual de gestión de datos, si existe algún plan piloto para métodos o enfoques innovadores en el sistema nacional de información energética, si las estadísticas energéticas son fácilmente localizables y accesibles, y si son transparentes los datos.

Fortalecimiento del sistema de información energética

El establecimiento de un sistema de información energética sólido sirve como base sólida para generar datos fiables sobre energía, según el informe de IEA. Los responsables de la toma de decisiones generan indicadores energéticos precisos, un requisito previo para diseñar, implementar y hacer un seguimiento de las políticas energéticas. El coste de no disponer de datos energéticos fiables suele ser mayor que el coste de invertir en la infraestructura necesaria para recopilar y mantener los datos. A medida que las agendas energéticas mundiales y nacionales y las necesidades continúan evolucionando, la necesidad de datos energéticos precisos para implementar y hacer un seguimiento adecuado de las políticas se vuelve cada vez más aguda.

A través de la hoja de ruta de la IEA los países podrán fortalecer sus sistemas nacionales de información energética.

En definitiva, esta hoja de ruta sirve de guía para que los países y las instituciones energéticas fortalezcan sus sistemas nacionales de información energética y conciencien sobre la importancia de contar con datos energéticos sólidos.

Para ello, crea un marco que es fácilmente aplicable en el contexto nacional, pero que también es pertinente a nivel regional o sectorial, independientemente de la etapa en la que se encuentre el país. También proporciona ejemplos de mejores prácticas de países de todo el mundo, incluidas aplicaciones en el mundo real para diferentes elementos de la hoja de ruta.

 
 
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