Financiado con fondos europeos, el proyecto Greta ha llevado a cabo estudios piloto en comunidades energéticas en España, Alemania, Italia, Países Bajos y Portugal para evaluar las necesidades de los ciudadanos y elaborar marcos para guiar a las comunidades energéticas hacia el logro de sus objetivos de descarbonización. Los hallazgos a lo largo del proyecto sirven para informar y alentar a los responsables políticos para apoyar el surgimiento de comunidades energéticas.
El proyecto Greta es un esfuerzo conjunto de ocho socios de seis países de la UE. Coordinado por la Universidad LUT en Finlandia, el consorcio lo forman la Organización Holandesa para la Investigación Científica Aplicada, la Universidad de Bolonia, el Instituto Fraunhofer de Investigación de Sistemas e Innovación, Cleanwatts, Kaskas, el Instituto de infraestructura de ciencias sociales GESIS y Tecnalia.
Durante el desarrollo del proyecto trabajaron con comunidades energéticas en Alemania, Italia, Países Bajos, Portugal y España. Los ciudadanos de estas comunidades adoptaron energías renovables, utilizaron vehículos eléctricos, controlaron su consumo energético y participaron en la planificación sostenible de la movilidad tanto dentro de las ciudades como a nivel internacional.
Estudio de las necesidades de los ciudadanos
La Unión Europea aspira a alcanzar la neutralidad climática para 2050, y este objetivo podrá conseguirse si los ciudadanos tienen igualdad de oportunidades para actuar al respecto. Así, el proyecto Greta se centró en estudiar el lado social de la transición energética así como en entender cómo funciona la ciudadanía energética en diferentes contextos y niveles geográficos.
El proyecto Greta ha estudiado soluciones y brindado recomendaciones sobre cómo lograr el empoderamiento energético cívico a través de las comunidades energéticas. Perseguía cinco objetivos: comprender quiénes son los ciudadanos de la energía; comprender cómo actúan e interactúan; desarrollar y probar estrategias, enfoques y modelos de comportamiento para facilitar la puesta en marcha de comunidades energéticas; lograr impacto ampliando enfoques desde el nivel local al regional, nacional y supranacional; y mejorar el acceso de formulación de políticas.
El equipo del proyecto ha trabajado con comunidades energéticas en Italia, Portugal, Alemania, Países Bajos y España. En Italia, el estudio de caso tuvo lugar en el distrito de Pilastro-Roveri y se centró en atender las necesidades de una zona en la que viven personas con pobreza energética. En Portugal se trabajó con Copérnico, la primera cooperativa energética impulsada por energías renovables, el estudio se centró en el comportamiento de los ciudadanos que participan activamente en materia de energía.
En el piloto en Alemania, el equipo del proyecto Greta estudió cómo una comunidad virtual que utiliza una aplicación llamada Earnest puede mejorar la ciudadanía energética en la ciudad de Darmstadt. Por otro lado, los Países Bajos aspiran a que todos los barrios estén libres de gas natural en 2050, y el estudio de caso se centró en cómo los ciudadanos y los municipios trabajan para facilitar esta transición. En España, el proyecto se coordinó con la cooperativa UR Beroa que suministra energía al barrio de Bera Bera en San Sebastián.
Cooperativa impulsada por la eficiencia energética UR Beroa
La cooperativa UR Beroa se fundó en 1985 para proporcionar agua caliente y calefacción comunitaria a los residentes y mejorar la eficiencia energética del barrio. Desde su creación, la cooperativa ha introducido con éxito fuentes de energía más limpias y formas de medir el consumo de energía de cada hogar. Ahora, la cooperativa avanza lentamente hacia la descarbonización.
UR Beroa está formada actualmente por 510 socios y presta sus servicios a través de calefacción urbana basada en un sistema de cogeneración. Las instalaciones constan de tres calderas de gas natural, un motor de cogeneración, una caldera de biomasa y placas solares que generan agua caliente. La cooperativa tiene como objetivo hacer crecer significativamente su base de miembros, aumentar los servicios energéticos que proporciona e implementar el autoconsumo colectivo basado en fuentes de energía renovable. Estas operaciones requerirán la introducción de una fuerte colaboración con actores nuevos y existentes (el ayuntamiento, proveedores de servicios, minoristas y asociaciones de ciudadanos).
Dado que Bera Bera es un barrio educado y rico, el equipo del proyecto Greta se interesó en descubrir cómo los factores sociales y económicos influyen en la ciudadanía energética. En el estudio se analizaron las motivaciones y los impulsores de la participación de los miembros de la cooperativa a través de entrevistas en profundidad, talleres, grupos focales y diferentes actividades de participación. También se abordó la influencia del marco regulatorio para fomentar u obstaculizar la creación de comunidades energéticas, y la relevancia de educar y empoderar a los ciudadanos sobre comportamientos energéticos sostenibles.
El análisis de los resultados del estudio de caso destaca que esta iniciativa, aunque de alguna manera esté respaldada por diferentes políticas, puede surgir y ser impulsada por los ciudadanos. Con los conocimientos del estudio de caso, se pueden utilizar varias medidas y herramientas políticas para impulsar las comunidades energéticas.
En primer lugar, se necesita un papel de liderazgo más claro por parte de los responsables de las políticas; en segundo lugar, aumentar la conciencia y el conocimiento de la sociedad sobre la relevancia de las energías renovables en la transición energética, enfatizando el papel de las comunidades energéticas; y en tercer lugar, se debe mejorar la colaboración entre los actores involucrados para fomentar relaciones de poder más equilibradas entre ellos.
Apoyo del surgimiento de las comunidades energéticas
A lo largo del proyecto, Greta ha estudiado los impulsores y las barreras para una ciudadanía energética activa. Para generar una base sólida de análisis para el proyecto, crearon un marco de modelado para comprender los factores que influyen en el surgimiento de las comunidades energéticas. El modelo transdisciplinario considera varios factores, incluidos aspectos técnicos, de comportamiento, sociales y económicos.
Se elaboró una encuesta a nivel europeo para conocer las perspectivas de los residentes, empresas y los responsables políticos. Los resultados de la encuesta incluyen unas 10.000 respuestas de 16 países, los resultados permitieron una mejor comprensión de cómo los residentes participan en el surgimiento de las comunidades energéticas. El equipo del proyecto lo utilizó como base para identificar los tipos de ciudadanos energéticos.
El proyecto Greta ha desarrollado múltiples herramientas para las comunidades energéticas que quieren establecer objetivos compartidos para la descarbonización: diseño de talleres para indicadores a nivel comunitario, plantilla para vías de transición comunitaria y contratos de comunidades energéticas.
Uno de los resultados más importantes son las recomendaciones de políticas que abarcan todos los aprendizajes de los estudios de caso y la encuesta. Junto con ciudadanos y formuladores de políticas, se han creado recomendaciones de políticas para apoyar el surgimiento de comunidades energéticas.
En primer lugar, involucrar a los ciudadanos en la transición energética; confianza y comunidades energéticas: el papel del conocimiento comunitario para una transición energética sostenible; fortalecer el acceso público y apoyar a las comunidades vulnerables hacia una transición energética justa y sostenible; contratos de comunidades energéticas: una herramienta de política integradora para facilitar el surgimiento de comunidades energéticas; considerar la proximidad como motor de las comunidades energéticas en la formulación de políticas; y visualización de datos energéticos para una comunidad energética diversa.
A escala mundial, Europa está a la vanguardia para lograr la neutralidad de carbono en el próximo decenio. Las nuevas tecnologías y las energías renovables son fundamentales para alcanzar este objetivo, pero también lo es la participación ciudadana activa. Al investigar los factores relacionados con las comunidades energéticas, Greta ha contribuido a alcanzar este ambicioso objetivo.