El Consejo Europeo ha dado la aprobación final a la directiva sobre el derecho a reparar (o R2R) que promueve la reparación de productos rotos o defectuosos en lugar de su sustitución. Entre las normas para promover la reparación de bienes se incluye el derecho de los consumidores a reclamar el coste de las reparaciones a los productores, un formulario europeo de información sobre reparaciones y una plataforma de reparación online que conecta a los consumidores con los reparadores. Se trata del último paso en el proceso de toma de decisiones.
El Parlamento Europeo y el Consejo Europeo alcanzaron en febrero de este año un acuerdo provisional sobre esta directiva. El Parlamento Europeo aprobó la directiva sobre el derecho a reparar en abril, y ahora, tras la aprobación por parte del Consejo Europeo, se ha adoptado el acto legislativo.
Tras ser firmada por el presidente del Parlamento Europeo y el presidente del Consejo, la directiva se publicará en el Diario Oficial de la Unión Europea y entrará en vigor a los 20 días de su publicación. Los Estados miembros dispondrán de 24 meses desde la entrada en vigor para transponer la directiva a su legislación nacional.
Reparación de productos más accesible
La directiva sobre el derecho a reparar aprobada hará que sea más fácil para los consumidores buscar la reparación de los productos en lugar de la sustitución, y los servicios de reparación serán más accesibles, transparentes y atractivos.
Así, crea un conjunto de herramientas e incentivos entre las que se incluyen exigir a los fabricantes que reparen productos que son técnicamente reparables según la legislación de la UE; la disponibilidad de un formulario de reparación voluntaria con información clara sobre el proceso de reparación, incluidos plazos, precios, etc.; así como una plataforma europea online donde los consumidores pueden encontrar de forma sencilla los servicios de reparación y la extensión de la garantía legal a 12 meses si los consumidores eligen la reparación en vez de la sustitución.
En cuanto a la lista de productos reparables, puede ampliarse en el futuro siempre que la Comisión Europea introduzca nuevos requisitos de reparabilidad para determinados productos, que se añadirán a la directiva sobre el derecho a reparar.