La Comisión Europea ha adoptado nuevas normas de diseño ecológico para reducir el consumo energético y facilitar la reparación de aparatos de calefacción locales como radiadores eléctricos, toalleros, calefactores radiantes por infrarrojos, suelos radiantes eléctricos y estufas de gas. Las nuevas normas amplían el alcance del diseño ecológico a tipos adicionales de electrodomésticos, introducen niveles máximos de consumo de energía para modos de bajo consumo y permiten a los consumidores de la UE beneficiarse de nuevas disposiciones que impulsen una economía circular.
Las nuevas normas sustituirán las medidas de diseño ecológico existentes y su adopción se produce tras una amplia consulta con las partes interesadas del Parlamento Europeo y el Consejo Europeo entre noviembre de 2023 y febrero de 2024.
Se calcula que las medidas adoptadas conducirán a un ahorro de energía y de emisiones de gases de efecto invernadero de 56 TWh y 6,6 millones de toneladas equivalentes de CO2, respectivamente, de aquí a 2040.
Además, ayudará a los consumidores a ahorrar alrededor de 7.900 millones de euros y crearán más de 24.000 puestos de trabajo al promover la producción de productos de calefacción más eficientes energéticamente.
Nuevas normas de diseño ecológico de productos
Las nuevas normas adoptadas por la Comisión Europea amplían el alcance del diseño ecológico a tipos adicionales de electrodomésticos, como toalleros eléctricos y calentadores de tubo de gran tamaño (normalmente en áreas de fábrica de planta abierta). Los llamados calentadores esclavos (calentadores de resistencia eléctrica sin controles incorporados), que anteriormente estaban excluidos del diseño ecológico, ahora también están cubiertos por los nuevos requisitos.
Además, las nuevas medidas introducen niveles máximos de consumo de energía para modos de bajo consumo, como el modo apagado o en espera, para los productos cubiertos. Por último, los consumidores de la UE se beneficiarán de nuevas disposiciones que impulsen una economía circular, dado que se exigirá a los fabricantes que pongan a disposición piezas de repuesto e información relacionada para reparar los aparatos de calefacción locales.
También están cubiertos por los requisitos de etiquetado energético de la UE ciertos calentadores locales (pero no los eléctricos), que están actualmente también bajo revisión, pero se espera que este proceso no finalice hasta 2025.