El proyecto EmpowerMed tenía como objetivo contribuir al alivio de la pobreza energética y a la mejora de la salud de las personas afectadas en las zonas costeras de los países mediterráneos, con especial atención a las mujeres. Se implementaron soluciones prácticas para capacitar a las personas afectadas para gestionar su consumo de energía y mejorar su acceso a fuentes y tecnologías de energía domésticas apropiadas. Sobre la base de esta experiencia práctica, el proyecto evaluó los impactos de varias medidas prácticas de alivio de la pobreza energética probadas para formular soluciones políticas para abordar esta problemática a nivel local, nacional y de la UE. El proyecto EmpowerMed trabajó en seis áreas piloto para abordar la pobreza energética: Barcelona (España), Marsella (Francia), Padua (Italia), Koper (Eslovenia) y Vlora (Albania).
La Asociación Focus para el Desarrollo Sostenible (Focus, društvo za sonaraven razvoj, Eslovenia) ha coordinado el proyecto EmpowerMed, y entre los 10 socios del proyecto destacan de España la Asociación Catalana de Ingeniería Sin Fronteras (ESF), el Instituto de Investigación en Energía de Cataluña (IREC), la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad Autónoma de Madrid.
Después de cuatro años, el equipo de EmpowerMed demostró cómo abordar la pobreza energética con diferentes enfoques y ayudó a aumentar la visibilidad de la pobreza energética en verano, los aspectos de género y los vínculos entre la salud y la pobreza energética. EmpowerMed demostró que la pobreza energética es un problema estructural que requiere soluciones estructurales.
Paliar la pobreza energética en el Mediterráneo
Se estima que 57 millones de personas en Europa no pueden mantener sus hogares calientes durante el invierno, 104 millones de personas no pueden mantener sus hogares cómodos durante el verano y 52 millones de personas enfrentan retrasos en el pago de sus facturas de energía. Para abordar esta problemática se implementaron soluciones prácticas, diseñadas para capacitar a más de 4.200 hogares afectados para gestionar su consumo de energía y mejorar su acceso a fuentes y tecnologías de energía apropiadas.
Entre las actividades para abordar esta problemática destacan asambleas de asesoramiento colectivo, que reunieron a entre 20 y 30 personas afectadas en espacios comunes para ayudar a transferir e intercambiar conocimientos y habilidades sobre el uso de la energía, leer las facturas de energía, implementar medidas simples para el ahorro energético, cambiar de proveedor de energía, organizar la compra colectiva de energía, y cualquier otra acción que pueda reducir los efectos de la pobreza energética.
Esta acción empoderó directamente a 2.266 personas, de las cuales 1.407 fueron mujeres, pero se estima que alcanzó indirectamente (a través de los miembros del hogar) a más de 5.200 personas.
Otra de las actividades consistió en visitas domiciliarias con auditoría energética. Durante la visita, los asesores comprobaron las facturas de energía y agua de los hogares. Al hacer esto, identificaron las áreas potenciales donde el hogar podría ahorrar energía y agua.
A partir de los potenciales identificados, los asesores implementaron medidas de bajo costo mediante la instalación de dispositivos gratuitos, que ayudaron a los hogares a reducir el uso de energía y agua. Esta acción empoderó directamente a 645 personas, de las cuales 411 eran mujeres, pero se estima que alcanzó a más de 1.600 personas.
También se implementaron talleres educativos e instalación de paneles fotovoltaicos, y la lectura de contadores inteligentes. Esta acción empoderó directamente a 423 personas, de las cuales 268 eran mujeres, pero se estima que alcanzó indirectamente (a través de los miembros del hogar) a más de 1.000 personas.
Por otro lado, se realizaron dos formatos de talleres de salud, uno dirigido a expertos y profesionales de la salud, y el otro formato implicó trabajar directamente con las personas afectadas. Esta acción empoderó directamente a 320 personas, de las cuales 231 eran mujeres, pero se estima que alcanzó indirectamente (a través de los miembros del hogar) a más de 800 personas.
Recomendaciones de políticas del proyecto EmpowerMed
Los socios de EmpowerMed proponen recomendaciones de políticas que destacan otros lados de la pobreza energética y cómo abordarlos: la pobreza energética durante el verano, las cuestiones de género y el nexo entre la pobreza energética y la salud. En concreto proponen 26 recomendaciones: abordar la pobreza energética mediante políticas integradas; empleos mejores y más justos a través de la transición energética; prohibición legalmente vinculante de desconexiones en todos los Estados miembros; apoyo financiero a ciudadanos vulnerables; apoyo a la vivienda social y comunitaria; o sistema de alquiler privado.
Entre estas recomendaciones también se encuentra una acción para capacitar a los ciudadanos; proteger a las mujeres del aumento de los costos y las brechas salariales; revisión de los PNEC como oportunidad para una política de pobreza energética inclusiva y con justicia de género a nivel nacional; cambio de criterios para financiar proyectos de la UE; definición de pobreza energética que tenga en cuenta aspectos de género e interseccionales; concienciación sobre género y aspectos interseccionales de la pobreza energética; generación de indicadores de pobreza energética; priorizar a las mujeres en la formación y empleos relacionados con la rehabilitación y las renovables; o la recopilación de datos desglosados por sexo con una perspectiva interseccional sobre la pobreza energética.
También proponen que la pobreza energética en verano debe destacarse en el debate sobre la pobreza energética; planes de adaptación climática para afrontar la pobreza energética en verano; las intervenciones espaciales y urbanas deberían abordar la acuciante cuestión de la pobreza energética en verano; más zonas verdes en las ciudades; emplear soluciones accesibles de baja tecnología y refrigeración pasiva; o aprovechar las fuentes de energía renovables para abordar la pobreza energética en verano.
Además de más investigaciones sobre la conexión entre pobreza energética y salud; implicación de los trabajadores de primera línea para actuar contra la pobreza energética; reconocer y actuar sobre las dimensiones de salud mental de la pobreza energética; mejor calidad del aire en los hogares; y por último atención de los trabajadores de la salud a los hogares con pobreza energética.
Conclusiones del proyecto EmpowerMed
El proyecto EmpowerMed demostró cómo abordar la pobreza energética desde perspectivas que no suelen estar relacionadas con la pobreza energética y ayudó a aumentar la visibilidad de la pobreza energética en verano, los aspectos de género y los vínculos entre la salud y la pobreza energética. Esto ofrece la posibilidad de proporcionar una solución integrada que también resuelva otros problemas relacionados.
Respecto al caso de España se consiguió la condonación de deuda por parte de una compañía eléctrica en España, mediante la cual 35.000 personas vieron canceladas sus deudas. En Eslovenia, la acción de una amplia coalición de actores contribuyó a proteger a las personas vulnerables de los impactos de la pandemia de Covid-19. En Albania, el proyecto ayudó a perfilar la pobreza energética y garantizar que las diversas dimensiones de la pobreza energética sigan en las agendas de las partes interesadas.
En Italia, el proyecto contribuyó a las subvenciones municipales para las facturas de energía de los ciudadanos de bajos ingresos, así como a la inclusión de acciones de adaptación climática contra las olas de calor del verano en la planificación urbana de los municipios. En Francia, se lanzó en Marsella un plan municipal contra la pobreza energética.
El proyecto EmpowerMed demostró la viabilidad y replicabilidad de las asambleas de asesoramiento colectivo como una metodología de compromiso horizontal y autoapoyo mutuo. También demostró que las mujeres son actores fuertes en la implementación de soluciones a la pobreza energética y al mismo tiempo son defensoras del derecho a la energía en sus hogares y comunidades. El equipo del proyecto cree que las mujeres deberían estar en el centro de la transición energética justa de la UE para ayudar a garantizar que no se deje a nadie atrás. En total, el proyecto empoderó directamente a 2.185 mujeres en seis países.
Se estima que ha tenido muchos resultados que, a pesar de ser difíciles de cuantificar, están ayudando a las personas a salir de la pobreza energética, como el empoderamiento, tanto individual como colectivo, recuperar el control o mejorar la calidad de vida, confort térmico, salud y bienestar de las personas afectadas por la pobreza energética.
El proyecto EmpowerMed ha llevado a nivel de la UE las recomendaciones políticas desarrolladas gracias al proyecto. El proyecto contribuyó a que se incluyeran algunos aspectos de género en la Directiva de Energías Renovables y la Directiva de Eficiencia Energética.
Finalmente, EmpowerMed empoderó a más de 3.500 personas, de las cuales más de 2.100 eran mujeres, para abordar la pobreza energética, lo que ahorró más de 1.100 MWh al año de energía, más de 7.700 m3 al año de agua, 265 toneladas al año de emisiones de CO2 y 315.000 euros al año.