La pobreza energética se mantiene en niveles elevados en los Estados miembros de la UE debido al aumento de los costes energéticos y al lento progreso en las mejoras de la eficiencia energética. A pesar de varias políticas vigentes que mitigan directa o indirectamente la pobreza energética en el nivel de los hogares, está aumentando en el sector privado del alquiler. En este contexto surgió el proyecto Enpor, para superar estos desafíos. Durante el proyecto se modificaron políticas en siete Estados miembros (Austria, Croacia, Estonia, Italia, Alemania, Grecia y Países Bajos) para adaptarse mejor a las necesidades energéticas básicas de quienes experimentan pobreza energética dentro del sector privado del alquiler. Tras la finalización del proyecto, ofrecen recomendaciones para políticas de eficiencia energética en dicho sector.
El proyecto Enpor finalizó en noviembre de 2023, financiado por el programa de la UE Horizonte 2020 estuvo coordinado por el Instituto para la Política Europea de Energía y Clima (IEECP), y el consorcio lo formaron 11 socios.
Hacer visible la pobreza energética en el sector privado del alquiler
El objetivo del proyecto Enpor comenzó por hacer visible la pobreza energética en el sector privado del alquiler y por probar esquemas de apoyo a la eficiencia energética para abordarla, identificando a los inquilinos con pobreza energética, comprendiendo sus necesidades.
Para ello, el equipo del proyecto profundizó en la comprensión de las políticas de pobreza energética para el sector privado del alquiler. Monitoreó las dimensiones de la pobreza energética desarrollando un Panel de Pobreza Energética, que ha ayudado a detectar, cuantificar y monitorear los efectos de las políticas de eficiencia energética en la pobreza energética. Por otro lado, también apoyaron el establecimiento y la implementación de 10 políticas y medidas de eficiencia energética para abordar la pobreza energética en el sector privado del alquiler en siete Estados miembros.
La selección de las políticas Enpor se realizó teniendo en cuenta su contribución al alivio de la pobreza energética hasta 2030 y su integración en los proyectos de Planes Nacionales de Energía y Clima. Se seleccionaron en función de la ubicación urbana, acuerdos de gobernanza, modo predominante de financiación, modo principal de suministro de energía, eficiencia energética del parque de viviendas y nivel de participación política. Se pueden agrupar en: subvenciones para la rehabilitación de edificios, incluido el cambio de combustible y energías renovables a pequeña escala; formación e información; y acción de apoyo al programa, incluidas directrices para identificar mejor la pobreza energética.
Estos tres grupos se aplicaron en Austria, Croacia, Estonia, Italia, Alemania, Grecia, Italia y Países Bajos, ofreciendo un gran conocimiento sobre la importancia de políticas específicas e inclusivas, la participación de las partes interesadas y una adaptación flexible en la lucha contra la pobreza energética.
Reducción de la pobreza energética
Entre 2020 y 2023, el proyecto Enpor ha estudiado y actuado para reducir la pobreza energética dentro del sector privado del alquiler en siete países europeos: Austria, Croacia, Estonia, Italia, Alemania, Grecia y Países Bajos. Este trabajo era necesario puesto que la pobreza energética es un problema creciente en dicho sector ya que aproximadamente el 30% de los ciudadanos de la UE viven en propiedades de alquiler, a menudo caracterizadas por una menor eficiencia energética. Dentro del proyecto, se modificaron 10 políticas en siete Estados miembros para considerar y adaptarse mejor a las necesidades energéticas básicas de quienes experimentan pobreza energética dentro del sector privado del alquiler.
En el centro de la metodología de Enpor estaba la formación de grupos de Acción Energética Regional (REACT) que han sido fundamentales para fomentar el desarrollo colaborativo de políticas y la participación integral de las partes interesadas en varias comunidades. Innovaciones como el Panel de Pobreza Energética y la Herramienta de Cuantificación de Incentivos Divididos, surgieron de Enpor ofreciendo nuevas perspectivas para comprender y abordar la pobreza energética en el sector privado del alquiler.
Los impactos de Enpor son numerosos, pero lo más importante es que el proyecto ha aumentado la conciencia y la comprensión de la pobreza energética en el sector privado del alquiler entre los responsables políticos y las partes interesadas, mientras que sus recomendaciones políticas prácticas han influido en los cambios legislativos en los Estados miembros de la UE. Además, el proyecto establece un nuevo estándar en la colaboración de las partes interesadas y la creación conjunta de políticas, sentando las bases para futuras iniciativas contra la pobreza energética.
Recomendaciones de políticas de eficiencia energética
Las recomendaciones de políticas de Enpor abordan la pobreza energética en el sector privado del alquiler, enfatizando la importancia del acceso a mejoras de eficiencia energética asequibles y apropiadas, el empoderamiento de los inquilinos y medidas regulatorias.
En la Directiva revisada sobre eficiencia energética (EU/2023/1791) se consagra una definición amplia de pobreza energética de la UE. El marco jurídico de la UE exige que los Estados miembros identifiquen y aborden la pobreza energética en sus Planes Nacionales de Energía y Clima (PNEC). La investigación de Enpor encontró que actualmente el 85% de las políticas de eficiencia energética implementadas desde 2010 no están dirigidas al sector del alquiler. Sólo el 28% de estas políticas estaban dirigidas a grupos de bajos ingresos y sólo seis políticas estaban dirigidas a inquilinos.
Entre las principales recomendaciones del proyecto Enpor se encuentra que la eficiencia energética en los edificios, junto con medidas de comunicación y asesoramiento, debe considerarse como la solución estructural para aliviar la pobreza energética. Tanto los propietarios como los inquilinos son las partes interesadas cruciales a las que hay que dirigirse cuando se trata de un diseño e implementación exitosos de políticas de eficiencia energética y rehabilitación energética de edificios.
Otra recomendación es que la pobreza energética debería definirse en las legislaciones nacionales y adoptarse una definición única. Todos los Estados miembros deberían establecer un marco que diagnostique la pobreza energética, así como monitorear su progreso ajustando su marco político existente y agregando nuevas medidas.
Por otro lado, el aumento de la eficiencia energética de los edificios en el sector privado de alquiler debería ser parte de las estrategias de lucha contra la pobreza energética. Tales estrategias deberían apoyar a los propietarios con incentivos monetarios a largo plazo para invertir en eficiencia energética y proteger a los inquilinos con bajos niveles energéticos de un aumento desproporcionado de los alquileres totales y de la rehabilitación de viviendas.
Además, entre las recomendaciones destaca que el apoyo financiero siempre debe ir acompañado de asesoramiento profesional o técnico, ventanillas únicas y campañas de rehabilitación en cooperación con los municipios como apoyo técnico. Vinculado al asesoramiento técnico, es clave financiar medidas de formación e información para que los trabajadores sociales y sanitarios identifiquen y apoyen a las personas en riesgo de pobreza energética.
Asimismo, se debe establecer un marco de apoyo y continuo para que los municipios implementen medidas relevantes y proporcionen financiación a largo plazo, así como un seguimiento que recopile datos continuos. Adaptar los consejos energéticos, los canales de divulgación y los mensajes a las diversas realidades de los hogares con pobreza energética del sector privado del alquiler. Las políticas deben incluir todas las identidades de género, tener en cuenta las necesidades diferenciadas por género de las mujeres y las familias, y basarse en datos desglosados por sexo que se recopilen sistemáticamente y con regularidad.
Los Estados miembros deberían implementar medidas de apoyo e información sobre el acceso a la energía renovable y a las comunidades de energía renovable que permitan nuevos modelos de negocios o subsidios específicos dirigidos a los ciudadanos con pobreza energética. Establecer medidas políticas en estrecha colaboración con los diferentes actores implicados en el sector del alquiler.
Por último, el proyecto Enpor recomienda que los Estados miembros que aún no han transpuesto la DEE 2018/2002, la DE 2019/944 y la RED 2018/2001 a su legislación nacional deben hacerlo urgentemente. Todos los Estados miembros deberían considerar consagrar en su legislación nacional un modelo de intervención pública y fijar precios para el suministro de energía a los hogares con pobreza energética y obligar a los proveedores de energía a proporcionar información adecuada sobre medidas alternativas a la desconexión con antelación.