Existe una necesidad apremiante de convencer a las personas de que sean más responsables y muestren un comportamiento más eficiente en cuanto al consumo energético. En este contexto nació el proyecto Nudge, cuyo objetivo era analizar el comportamiento de las personas y diseñar y probar intervenciones de empuje (Nudge) en cinco Estados miembros de la UE (Grecia, Bélgica, Portugal, Alemania y Croacia) en hogares, comunidades energéticas y escuelas. Tras la implementación de la herramienta Nudge y más de cinco años de proyecto, se han obtenido una serie de resultados.
El proyecto Nudge estuvo coordinado por el Instituto para la Política Europea de Energía y Clima (IEECP), y el consorcio lo formó un equipo multidisciplinario de 10 socios con diferentes orígenes y experiencia, cuatro instituciones de I+D, dos expertos en políticas, una empresa energética, dos pymes, una asociación de consumidores, una cooperativa energética y un experto en educación, logrando un equilibrio entre experiencia en el diseño de intervenciones conductuales y capacidad para implementar y poner en práctica estas intervenciones.
El desarrollo del proyecto se ha basado en la aplicación de los principios de las ciencias del comportamiento para desarrollar un enfoque mixto para analizar perfiles de consumidores, diseñar intervenciones de eficiencia energética personalizadas y evaluar su potencial de cambio de comportamiento. Se desarrollaron configuraciones de prueba, para probar y evaluar las intervenciones diseñadas a través de pruebas que involucrasen a consumidores en múltiples escenarios energéticos, en condiciones de la vida real.
Hábitos de eficiencia energética
El principal objetivo del proyecto Nudge era evaluar sistemáticamente y liberar el potencial de las intervenciones conductuales para lograr una mayor eficiencia energética, allanando el camino para el uso generalizado de dichas intervenciones.
De manera más específica, sus objetivos clave fueron adaptar el diseño de intervenciones conductuales a variables psicológicas y contextuales individuales, aprovechando las plataformas digitales y el análisis de datos. Ejecutar pruebas de campo extensas que abordasen múltiples instancias de comportamiento del consumidor, implementando diferentes combinaciones de intervenciones tradicionales y basadas en el comportamiento.
Otro de sus objetivos fue desarrollar un protocolo de investigación sistemático para medir continuamente el impacto de las intervenciones conductuales implementadas, y finalmente perseguía consolidar los hallazgos de los pilotos en recomendaciones dirigidas a los formuladores de políticas y las partes interesadas relevantes.
Categorías de Nudges
Los Nudges pueden clasificarse en seis categorías. En primer lugar Facilitating Nudges, empujones que facilitan comportamientos deseables al disminuir el esfuerzo físico o mental de los individuos. Confronting Nudges, empujones que buscan prevenir una conducta no deseada infundiendo dudas sobre la misma.
Otra de las categorías es Social Influence Nudges, empujones que se basan en el deseo de los humanos de cumplir con lo que perciben como expectativas de los demás. Fear Nudges, empujones que intentan generar miedo e incertidumbre. Reinforcement Nudges, empujones que refuerzan conductas y Deceiving Nudges, empujones que favorecen comportamientos deseables engañando la percepción de los usuarios sobre las alternativas.
A lo largo del proyecto, se han diseñado y probado instancias de estas seis categorías de Nudges, junto con otros tipos de intervenciones. Para ello, se ha seleccionado un conjunto de cinco pilotos (Grecia, Bélgica, Portugal, Alemania y Croacia) para demostrar intervenciones efectivas en diversos escenarios de consumo energético.
Pilotos del proyecto Nudge
Grecia, Bélgica, Alemania, Portugal y Croacia han acogido los cinco pilotos del proyecto. Se han seleccionado diferentes entornos, diferentes grupos de edad, diferentes clases de ingresos, ser atendidos por diferentes portadores de energía, e incluyendo también a los prosumidores y a los conductores de vehículos eléctricos.
Todos los pilotos han empleado herramientas de seguimiento de la energía para evaluar el consumo y la producción de energía, también han empleado interfaces de usuario digitales para permitir la interacción con los consumidores finales, pero también la operación de intervenciones conductuales. Asimismo, los cinco pilotos comparten el gran potencial para generar cambios e impacto en el comportamiento en materia de eficiencia energética a largo plazo.
Esto se logra mediante la participación de los usuarios debido a las notables mejoras de eficiencia o debido a la aplicación de enfoques únicos que promueven un cambio de comportamiento duradero en materia de eficiencia energética.
El piloto de Flandes, Bélgica, se ha centrado en educar a los niños para que comprendan el efecto de diferentes acciones sobre el uso de la electricidad. Se instalaron contadores/enchufes inteligentes en edificios escolares. Los niños pudieron comprender en la práctica el efecto de diferentes acciones para el ahorro energético y posteriormente aprendieron a trasladarlo a padres, familiares y amigos gracias a la identificación de diferentes perfiles de consumidores, al tiempo que también se evalúa su compromiso como embajadores de la eficiencia energética a largo plazo.
En el caso de Grecia se instalaron equipos de modernización DOMX que permitió que 100 calderas heredadas de hogares repartidos en cinco ciudades diferentes de Grecia proporcionasen tanto un control detallado de la calefacción, como una evaluación del consumo de gas natural. Los datos recopilados del sistema de calefacción junto con la configuración del usuario y la retroalimentación a través de las interfaces de usuario para ambos grupos, permitieron evaluar la mejora de la eficiencia y el cambio de comportamiento de los consumidores participantes.
En el área metropolitana de Rin-neckar en Alemania se ha demostrado las ventajas de utilizar de manera óptima la producción propia a partir de energía fotovoltaica residencial para la carga de vehículos eléctricos. Así, se ha involucrado a 100 edificios residenciales ya equipados con energía fotovoltaica, que recibieron un portal web con información sobre la propia producción de energía, el almacenamiento de baterías, la autarquía de la red pública, la alimentación y la carga optimizada de vehículos. Los datos recopilados contribuyeron en la evaluación de la eficiencia y el cambio de comportamiento de los consumidores participantes.
En el norte de Portugal, principalmente en Oporto, la intervención se centró en promover el ahorro energético a largo plazo en el uso de energía en los edificios y al mismo tiempo proporcionar hogares saludables y cómodos para familias con niños pequeños. El piloto incluyó 100 hogares de familias con niños pequeños que con una combinación de electricidad y gas natural para calefacción, recopilaron datos sobre el uso de energía a través de una app.
El quinto piloto se desarrolló en la ciudad de Varazdin, al norte de Croacia. En este caso, la atención se centró en empoderar a las comunidades energéticas mediante el uso de fuentes de energía renovables locales. Así, se involucró a 100 hogares con sistemas locales para la autoproducción miembros de una cooperativa de energía local.
Todos los hogares estuvieron equipados con contadores inteligentes que permitieron el seguimiento de la producción fotovoltaica y del autoconsumo que se comunicó a los usuarios finales a través de una app. De este modo, los participantes pudieron comparar sus propios datos de consumo/producción con los de otros miembros de la comunidad, al mismo tiempo que pudieron comprender su contribución al desempeño general de eficiencia energética de la cooperativa.
Eficacia de las intervenciones de Nudge
Tras más de cinco años, los experimentos de campo de Nudge en los cinco pilotos han arrojado luz sobre la eficacia matizada de las intervenciones de Nudge en entornos residenciales. Los hallazgos subrayan la importancia de adaptar las estrategias de estímulo a las necesidades y motivaciones individuales de los hogares, destacando la diversidad en los comportamientos energéticos de los hogares.
El proyecto utilizó metodologías avanzadas, incluidos ensayos controlados aleatorios y técnicas econométricas sofisticadas para medir el impacto de estas intervenciones. El equipo del proyecto obtuvo conocimientos cruciales sobre el potencial de los mecanismos de retroalimentación en tiempo real, la sensibilización, las comparaciones sociales y las opciones predeterminadas sobre el consumo de energía, demostrando su eficacia para promover comportamientos de ahorro de energía.
Su enfoque integral, que combina métodos científicos rigurosos con aplicaciones en el mundo real, ha abierto nuevos caminos para comprender e influir en el comportamiento de ahorro de energía en los hogares. Las ideas y lecciones aprendidas son una contribución de los esfuerzos del proyecto para promover el uso eficiente de la energía y dar forma a la implementación de una política energética exitosa.