La Comisión Europea ha presentado una recomendación sobre el objetivo de reducción de emisiones para 2040 con el fin de marcar el camino hacia la neutralidad climática en 2050. Así, recomienda una reducción neta del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2040 en comparación con los niveles de 1990. Para alcanzar dicho objetivo se establecen una serie de condiciones políticas propicias. Se prevé que el sector energético logre una descarbonización total poco después de 2040.
Se presentará una propuesta legislativa por parte de la Comisión Europea y se acordará con el Parlamento Europeo y los Estados miembros según lo exige la Ley del Clima de la UE.
La comunicación publicada establece una serie de condiciones políticas propicias para alcanzar el objetivo del 90%. Se incluye la plena implementación del marco acordado para 2030, garantizar la competitividad de la industria europea, un mayor enfoque en una transición justa que no deje a nadie atrás, igualdad de condiciones con los socios internacionales y un diálogo estratégico sobre el marco posterior a 2030, también con la industria y el sector agrícola.
Establecer un objetivo climático para 2040 ayudará a la industria, los inversores, los ciudadanos y los gobiernos europeos a tomar decisiones que mantendrán a la UE en el camino correcto para alcanzar su objetivo de neutralidad climática en 2050.
También impulsará la resiliencia de Europa frente a futuras crisis y, en particular, fortalecerá la independencia energética de la UE de las importaciones de combustibles fósiles, que representaron más del 4% del PIB en 2022 como consecuencia de la guerra de Ucrania.
Objetivo climático para 2040
Para lograr una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del 90% para 2040 se deberá aplicar la legislación existente para reducir las emisiones en al menos un 55% de aquí a 2030. La actualización en curso de los proyectos de Planes Nacionales de Energía y Clima (PNEC) es un elemento clave en el seguimiento de los avances.
Por otro lado, el Pacto Verde debe convertirse en un acuerdo de descarbonización industrial que aproveche las fortalezas industriales existentes y continúe aumentando la capacidad de fabricación nacional en sectores en crecimiento como baterías, vehículos eléctricos, bombas de calor, energía solar fotovoltaica, biogás y biometano, etc. La fijación del precio del carbono y el acceso a la financiación también son fundamentales para el cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones por parte de la industria europea.
Se prevé que el sector energético logre una descarbonización total poco después de 2040, basándose en todas las soluciones energéticas con cero y bajas emisiones de carbono, incluidas las energías renovables, la energía nuclear, la eficiencia energética, el almacenamiento o la geotermia, entre otras. Lograr el objetivo recomendado del 90% requerirá tanto reducciones de emisiones como eliminaciones de carbono. Asimismo, requerirá el despliegue de tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, así como el uso del carbono capturado en la industria.
La Unión Europea seguirá desarrollando las condiciones marco adecuadas para atraer inversiones y producción. La Comisión Europea considera que una transición climática exitosa debería ir de la mano de una mayor competitividad industrial, especialmente en los sectores de tecnologías limpias. Un futuro marco propicio para la descarbonización de la industria debería basarse en el actual Plan Industrial del Pacto Verde Europeo.