La iniciativa de las aldeas modelo, promovida por la Xunta de Galicia en desarrollo de la Ley de recuperación de la tierra agraria de Galicia, favorece la captación de fondos europeos en el ámbito de la transición energética. Esta herramienta de recuperación ha hecho posible la creación del proyecto Poctep Aldealix Aldeas Modelo, cuyo objetivo es promover la creación de comunidades energéticas basadas en biomasa en el territorio rural como una alternativa para producir energía de cercanía a partir del aprovechamiento de los recursos de los montes del entorno.
Este proyecto se integra en el instrumento Interreg y supondrá una aportación de casi 2 millones de euros del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).
El ámbito del proyecto es transfronterizo (Galicia-Norte de Portugal), está liderado por la Agencia Gallega de Desarrollo Rural, y cuenta como socios con la Agencia Gallega de la Industria Forestal -ambas adscritas a la Consellería de Medio Rural-, los ayuntamientos gallegos de Cerdedo-Cotobade y Monterrei, los municipios portugueses de Arcos de Valdevez y Villa Poca de Aguiar y la Comunidad Intermunicipal de Alto Támega.
Proyecto Poctep Aldealix Aldeas Modelo
Este proyecto aprovecha la iniciativa de las aldeas modelo, y la gobernanza social creada en este instrumento de recuperación de tierra agraria, con el fin de promover el desarrollo de nuevas soluciones que permitan mejorar la calidad de vida de la población rural, en este caso en el ámbito de la transición energética.
En este sentido, el proyecto persigue el desarrollo de comunidades energéticas basadas en biomasa en las aldeas, con el objetivo de producir energía de cercanía a partir del aprovechamiento de la biomasa de los montes del entorno y que carece de salida comercial. En concreto, estas comunidades incluyen redes de calor con biomasa complementadas con energía fotovoltaica, en las aldeas modelo de los ayuntamientos de Cerdedo-Cotobade (Parada-Mouteira) y Monterrei (Infesta), para las que se destinará un presupuesto de alrededor de 700.000 euros.
Así, el foco de estas comunidades será el abastecimiento de necesidades térmicas de viviendas y edificios públicos mediante la creación de pequeñas redes de calor, que se complementarán con la generación de energía eléctrica fotovoltaica. Se contribuye a la transición energética mediante el fomento de las energías renovables al tiempo que se promueve el empleo local vinculado a la biomasa local forestal.