La Comisión Europea ha publicado un nuevo reglamento delegado sobre la eficiencia energética de los centros de datos y ha iniciado un período de cuatro semanas para recibir comentarios sobre el texto. Dicha legislación crea un sistema de presentación de informes para los centros de datos y representa la primera fase en el establecimiento de un sistema a escala de la Unión Europea para calificar la sostenibilidad de los centros de datos, tal como se prevé en la nueva Directiva refundida de eficiencia energética.
Tras el período de cuatro semanas para recibir comentarios del público, la Comisión Europea finalizará el reglamento delegado e iniciará el procedimiento para su adopción. Ello implica la publicación o adopción del texto por parte de la Comisión Europea y la concesión al Consejo y al Parlamento europeos un período de escrutinio de dos meses para adoptar o rechazar el texto, pero no para proponer cambios. En el caso de que el Parlamento o el Consejo europeos lo soliciten, este plazo podría ampliarse otros dos meses.
Sostenibilidad de los centros de datos
Se estima que los centros de datos representan cerca del 3% de la demanda de electricidad de la Unión Europea y es probable que aumenten en los próximos años. Por ello, el plan tiene por objeto aumentar la transparencia y promover nuevos diseños y mejoras de la eficiencia en los centros de datos que no solo pueden reducir el consumo de energía y agua, sino también promover el uso de energías renovables, una mayor eficiencia de la red o la reutilización del calor residual en instalaciones y redes de calor cercanas.
La Directiva refundida de eficiencia energética incluye que los centros de datos deberán publicar información sobre su rendimiento energético y sostenibilidad. Esta información, junto con los indicadores clave de rendimiento, también se comunicará a una base de datos a nivel de la UE y se publicará de forma agregada. Este reglamento delegado establece qué información e indicadores clave de rendimiento deben comunicar los centros de datos. También define los primeros indicadores de sostenibilidad que se utilizarán para la calificación de los centros de datos.