La última encuesta Flash Eurobarómetro de la Comisión Europea sobre los desafíos y prioridades de la UE en 2023 muestra un gran apoyo de los europeos a las medidas adoptadas durante el último año para proteger a las empresas y consumidores de la volatilidad de los precios de la energía, así como a las medidas para fomentar la seguridad energética y la transición verde. También confirma un amplio consenso entre los ciudadanos de la UE a favor de impulsar la industria de tecnologías limpias para lograr una mayor competitividad.
La encuesta Flash Eurobarómetro sobre los desafíos y prioridades de la UE en 2023 se llevó a cabo en los 27 Estados miembros de la Unión Europea entre el 24 y el 31 de agosto de 2023, con la realización de entrevistas online a 26.514 ciudadanos de la UE.
Entre los encuestados, el 86% considera importante tomar iniciativas a nivel europeo para limitar el impacto inmediato del aumento de los precios de la energía en los consumidores y las empresas durante el último año.
Más de ocho de cada 10 sostienen esta opinión sobre la promoción del uso sostenible de los recursos naturales (86%); la facilitación de la compra conjunta de gas por parte de los Estados miembros de la UE para garantizar la seguridad del suministro (82%); la creación de asociaciones con otros actores globales como el Reino Unido, Estados Unidos, Japón y Australia (81%); reduciendo las excesivas dependencias comerciales de países como Rusia o China (80%); y mejorando la competitividad de la industria europea de tecnologías limpias (80%).
Transformación digital y acciones futuras
En cuanto a los resultados de la encuesta, las medidas de la UE destinadas a acelerar la transformación digital, protegiendo al mismo tiempo a los consumidores y aumentando la resiliencia de la economía de la UE, son percibidas como importantes por el 77% y el 76% de los encuestados, respectivamente.
Respecto a las acciones futuras, el 86% piensa que los almacenes de gas en la UE deberían llenarse para evitar el riesgo de escasez, el 85% que la UE debería impulsar la fabricación de tecnologías limpias en los Estados miembros y el 79% que las medidas de la UE deberían perseguir el objetivo de reducir el consumo de energía.