El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), y del Ministerio de Hacienda y Función Pública, ha aprobado el Plan de Incorporación de la metodología BIM en los contratos públicos de construcción de la Administración General del Estado (AGE) y sus organismos públicos y entidades de derecho público vinculadas o dependientes (sector público estatal). El Plan establece un calendario progresivo de uso de BIM por los órganos de contratación.
El uso de BIM en la contratación pública persigue un doble objetivo. Por un lado, pretende mejorar la eficiencia del gasto público y, por otro, servir de palanca para la transformación digital del sector de la construcción. Este Plan instruye a los órganos de contratación sobre el uso de BIM en diversos contratos del sector público relacionados con la construcción.
El Plan, que ha sido elaborado por la Comisión Interministerial BIM (órgano presidido por el subsecretario de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana) producirá efectos desde el día siguiente a su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Implantación de la metodología BIM
El Plan establece un calendario progresivo de uso de BIM por los órganos de contratación, comenzando en abril de 2024 por contratos de alto valor estimado y, en niveles de uso de BIM crecientes, cumpliendo con los requisitos de seguridad e interoperabilidad exigibles. El periodo de implantación debe concluir en 2030. Para facilitar su proceso de implantación coordinado y progresivo, se definen cinco niveles con la descripción de los requisitos para ir progresando de uno a otro.
El Plan BIM se alinea con la Estrategia Nacional de Contratación Pública y, al elaborarlo por la Comisión Interministerial, cuenta con el apoyo de un comité técnico de expertos en la implantación de esta metodología en el sector público y privado. Conforme a lo previsto en él, la Comisión Interministerial BIM tiene un papel facilitador del proceso para su implantación.
Cabe recordar que la metodología BIM, (por sus siglas en inglés, Building Information Modeling) es una forma de trabajo colaborativa basada en la digitalización y en la colaboración entre agentes a lo largo de todo el ciclo de vida de una edificación o infraestructura, que busca una mayor eficiencia económica y medioambiental en la inversión, lo que permite también la reducción de riesgos e incertidumbres y el incremento de la calidad.