El Ayuntamiento de Pamplona ha realizado un estudio sobre comunidades energéticas y el desarrollo de barrios de energía positiva con el objetivo de impulsar la descarbonización. Se han identificado proyectos económicamente viables que podrían movilizar más de 700 millones de euros en los barrios de Rochapea, Milagrosa y Ermitagaña. El informe forma parte del proyecto European City Facility (EUCF).
El modelo de barrio de energía positiva puede encajar para cumplir los objetivos de descarbonización de la ciudad y que las comunidades energéticas se sitúen como una herramienta que puede facilitar ese proceso, según el informe final. El trabajo ha servido también para identificar las barreras que pueden limitar este desarrollo y tratar de sortearlas o trabajar para eliminarlas.
El resultado de estos estudios se concreta en la elaboración de diferentes modelos de negocio para los vectores claves en la transición energética local: rehabilitación, movilidad sostenible, energías renovables (térmicas y eléctricas), y asesoramiento energético.
Los estudios que se han llevado a cabo tienen en cuenta la implementación de proyectos en tres barrios de la ciudad: Rochapea, que busca transformarse en un barrio de energía verde a través del proyecto oPEN Lab, Milagrosa y Ensanche, que están desarrollando sus Planes Especiales de Actuación Urbana.
Consumos energéticos residenciales y municipales
En la línea de rehabilitación, se prevén promover sobre todo proyectos de carácter particular, dirigiéndose principalmente a consumos energéticos del sector residencial, sin olvidarse de las instalaciones municipales.
El análisis habla de rehabilitación energética integral, pues se integran las energías renovables en los hogares más allá de la rehabilitación térmica a través de las envolventes. Las 15.000 viviendas rehabilitadas que se quieren impulsar supondrían una inversión privada de 366,5 millones de euros, sin tener en cuenta las posibles subvenciones públicas.
Por otro lado, se quiere integrar en las viviendas y comunidades la generación renovable de energía térmica para conseguir calor, recomendándose tanto la biomasa (quema de materia orgánica) como la aerotermia (bomba de calor), gracias a los diversos beneficios y facilidades que ofrecen ambos sistemas, incluyendo instalaciones individuales y colectivas (district heating). En el Ensanche se establecería el objetivo de llegar a 4.000 viviendas, en Milagrosa a 5.550 y en Rochapea a otras 5.500 viviendas.
Instalaciones fotovoltaicas
La puesta en marcha de más de 500 instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo colectivo, de diferentes potencias pico, que movilizarían 100 millones de euros de inversión tanto privada como pública, es otro de los objetivos del Ayuntamiento de Pamplona, con un horizonte de 15 años. Pamplona tiene la capacidad de producir el 77% de la demanda de energía eléctrica que hubo en 2019. A través del desarrollo de un mapa solar de Pamplona, se ha podido analizar el potencial de la ciudad para producir energía solar fotovoltaica y energía solar térmica.
La estrategia sobre la movilidad sostenible evalúa la implementación de infraestructuras de recarga de carácter privado, ya que desde el Ayuntamiento de Pamplona se está trabajando de manera activa en la implantación de este tipo de infraestructuras en el espacio público. La adquisición de vehículos eléctricos se une, también, como una de las actividades más recomendadas a realizar por la comunidad energética, así como el incentivo de la movilidad compartida.
Oficinas de información energética
Finalmente, el Ayuntamiento de Pamplona ha evaluado el potencial para crear oficinas de información energética en los tres barrios que permitan acercar y acompañar a la ciudadanía en el cambio de concepto que requiere esa transformación en barrios de energía positiva. Se podrían llevar a cabo unos 30.000 asesoramientos energéticos durante los primeros 10 años de implementación con el objetivo de llegar a las 15.000 viviendas rehabilitadas en 15 años.
Las acciones enfocadas a la rehabilitación energética, las energías renovables, las comunidades energéticas y la garantía de suministros básicos a la ciudadanía como parte de la lucha contra la pobreza energética son algunas de las acciones en las que el consistorio apuesta por trabajar.