Con el objetivo de acelerar el proceso de descarbonización a través de la corresponsabilidad impulsada por el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, el Consejo de Gobierno ha aprobado el proyecto de Ley de Transición Energética y Cambio Climático de Euskadi. Este proyecto facilitará la alineación de Euskadi con todas las normativas, políticas y planes con las que ha expresado su compromiso y adhesión en los ámbitos estatal e internacional, y alcanzar así la neutralidad climática y una transición energética justa para el año 2050.
Tras su aprobación, el proyecto de ley se remitirá al Parlamento Vasco para su tramitación. El proyecto de Ley de Transición Energética y Cambio Climático de Euskadi establece por voluntad propia un marco jurídico estable para lograr el objetivo de las cero emisiones netas en Euskadi a más tardar en el año 2050.
Hoja de Ruta 2050
Para que la Ley de Transición Energética y Cambio Climático logre su objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a 2050, se establece un ritmo en el proceso de transformación, acorde con las directrices internacionales, europeas y estatales, y adaptado al contexto socioeconómico de Euskadi. Con este fin, el Gobierno vasco aprobará la Hoja de Ruta 2050 de Transición Energética y Cambio Climático que, sobre la base del conocimiento científico y tecnológico existente, definirá la senda para alcanzar la neutralidad climática y la resiliencia del territorio.
Esta hoja de ruta deberá estar aprobada en el plazo máximo de 18 meses tras la aprobación de la ley y trazará el itinerario de cumplimiento de las metas fijadas a través de estrategias de transición energética y cambio climático, cuya periodicidad será de una década como máximo, incluyendo objetivos cuantitativos y sectoriales, así como las actuaciones, herramientas y recursos necesarios para alcanzarlos.
Actuaciones de eficiencia energética y energías renovables
Adicionalmente, el proyecto de ley contempla el desarrollo de actuaciones en materia de transición energética como el establecimiento de obligaciones de eficiencia energética y renovables, para empresas, hogares, administración y resto de consumidores; la promoción desde las administraciones públicas de nuevos vectores energéticos procedentes de fuentes renovables, como las tecnologías basadas en hidrógeno verde; la promoción de proyectos relacionados con el almacenamiento de energía, tanto eléctrica como térmica, y de iniciativas que propicien la captura y almacenamiento de CO2; y la aprobación de planes de movilidad sostenible.
Además, la ley contempla otras políticas sectoriales y territoriales, tales como la realización de planes de reducción de emisiones dirigidos a minimizar la huella de carbono en determinados sectores, así como otras medidas específicas por sectores; la integración por parte de las administraciones públicas de reducciones de emisiones y de actuaciones más eficientes en la protección y gestión del medio natural; y la adopción de medidas para la integración de la eficiencia energética y el cambio climático en el ámbito de la ordenación del territorio y la planificación, en la edificación y rehabilitación, así como en la gestión de infraestructuras y equipamientos públicos.
Entre las principales novedades, la nueva ley contempla el uso de la fiscalidad, incentivando fiscalmente las actuaciones que favorezcan la adaptación al cambio climático o la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Transición Energética y Cambio Climático
El texto aprobado contempla otras iniciativas, como la creación de un Registro Vasco de Iniciativas de Transición Energética y Cambio Climático, que será público, y en el que entidades públicas o privadas inscribirán sus actuaciones en acción climática. A su vez, se contempla que los territorios históricos y los municipios vascos de más de 5.000 habitantes deberán elaborar, en el marco de sus competencias, planes de clima y energía que contribuirán a los objetivos del conjunto del territorio.
La ley también contempla la creación de una Oficina de Transición Energética y Cambio Climático, entre cuyos cometidos estará el seguimiento de los objetivos que persigue la ley y el control sobre el cumplimiento de la normativa. Además, se tendrá en cuenta la distribución equitativa de los costes y cargas, con especial atención a los sectores económicos, territorios y población más vulnerables para lograr una transición justa y sostenible que garantice la equidad y la solidaridad.
Asimismo, el Gobierno vasco configurará la Asamblea Ciudadana de Transición Energética y Cambio Climático de Euskadi, regulando mediante decreto su composición, organización y funcionamiento, y se deberá incorporar la perspectiva energética y climática en el proyecto de Ley de Presupuestos Generales de la CAPV con el fin de impulsar la participación de la ciudadanía.