En su compromiso con la sostenibilidad, Mitsubishi Electric hace un llamamiento a la concienciación social mostrando algunas de sus tecnologías punteras en el uso de energías renovables que contribuyen a reducir las emisiones de CO2 y promueven el mayor ahorro. Con este objetivo apuesta por soluciones como su serie MSZ-LN Kirigamine Style y su tecnología Ecodan.
Desde Mitsubishi Electric recuerdan la importancia de proteger el medio ambiente promoviendo la calidad y el desarrollo sostenible a través de sus productos y tecnologías altamente eficientes, innovadoras y de ahorro de recursos y servicios con conciencia ambiental.
Bombas de calor y aerotermia
La serie MSZ-LN Kirigamine Style ofrece aire acondicionado y calefacción gracias a su bomba de calor, y la mejor calidad de aire interior en uno de los sistemas más eficientes del mercado. Su funcionamiento no genera emisiones de CO2 y gracias a su tecnología 3D I-see Sensor y su sistema MELCloud ofrece control wifi que permite ajustar la temperatura y controlar el consumo del dispositivo a través de un smartphone. Además, es una solución que cuenta con la máxima clasificación energética (A+++).
Asimismo, la tecnología Ecodan utiliza como fuente de energía renovable la aerotermia, necesitando solo un 20% del suministro eléctrico para calentar el hogar, ya que el 80% restante proviene del aire exterior. Esta solución no solo conlleva un ahorro en la factura energética del 80%, sino también la utilización de un sistema sostenible que promueve la ecología, eficiencia y ahorro de las emisiones de CO2.
Finalmente, la apuesta de Mitsubishi Electric por la sostenibilidad queda reflejada en su Declaración de Sostenibilidad Ambiental 2050 y su lema ‘Changes for the Better’ (cambios para mejorar), que recoge iniciativas concretas de la compañía en todas sus áreas de negocio y objetivos a largo plazo para contribuir positivamente en el entorno. Entre ellas se encuentran, hacer que la energía sea accesible y limpia para todos, crear ciudades y comunidades sostenibles, llevar a cabo medidas para frenar el cambio climático; y todo ello, con una mayor inversión en I+D+I como máximo exponente en el desarrollo de nuevas tecnologías que contribuyan a una transición energética.