La Comisión Europea adopta un marco temporal para favorecer medidas sobre transición energética

Bombilla y placa solar.

La Comisión Europea ha adoptado un nuevo marco temporal de crisis y transición para fomentar medidas de apoyo en sectores que son clave para la transición a una economía neta cero, en línea con el Plan Industrial del Pacto Verde.

Las medidas pretenden acelerar el despliegue de las energías renovables para descarbonizar la industria.

El nuevo marco temporal de crisis y transición modifica y prorroga en parte el marco temporal de crisis, adoptado el  23 de marzo de 2022, para permitir a los Estados miembros respaldar la economía en el contexto de la guerra de Rusia contra Ucrania y ya modificado el 20 de julio de 2022 y el 28 de octubre de 2022.

Además, junto con la enmienda al Reglamento general de exención por categorías (GBER) que la Comisión ha aprobado, el marco temporal de crisis y transición ayudará a acelerar la inversión y la financiación para la producción de tecnología limpia en Europa.

Tres medidas en materia de renovables

Teniendo en cuenta los comentarios recibidos de los Estados miembros en el contexto de una encuesta y una consulta específica, y a la luz del Plan Industrial del Pacto Verde, el nuevo Marco Temporal de Crisis y Transición plantea tres medidas fundamentales.

En primer lugar, prolonga la posibilidad de que los Estados miembros sigan apoyando las medidas necesarias para la transición hacia una industria cero neta. Esto se refiere en particular a los planes para acelerar el despliegue de las energías renovables y el almacenamiento de energía, y los planes para la descarbonización de los procesos de producción industrial, que los Estados miembros pueden establecer ahora hasta el 31 de diciembre de 2025.

En segundo lugar, modifica el alcance de tales medidas para hacer que los esquemas de apoyo a las energías renovables, el almacenamiento de energía y la descarbonización de los procesos de producción industrial sean aún más fáciles de diseñar y más efectivos.

Por último, introduce nuevas medidas, aplicables hasta el 31 de diciembre de 2025, para acelerar las inversiones en sectores clave para la transición, lo que permite el apoyo a la inversión para la fabricación de equipos estratégicos como baterías, paneles solares, turbinas eólicas, bombas de calor, uso y almacenamiento de electrolizadores y captura de carbono, así como para la producción de componentes clave y para la producción y el reciclaje de materias primas críticas relacionadas.

Acelerar inversiones en sectores clave

Más concretamente, las pequeñas y medianas empresas, así como las empresas ubicadas en regiones desfavorecidas, pueden optar a un mayor apoyo para garantizar que los objetivos de cohesión se tengan debidamente en cuenta. Los Estados miembros pueden conceder porcentajes aún mayores de los costes de inversión si la ayuda se proporciona a través de ventajas fiscales, préstamos o garantías.

No obstante, antes de conceder la ayuda, las autoridades nacionales deben verificar los riesgos concretos de que la inversión productiva no tenga lugar dentro del Espacio Económico Europeo (EEE) y que no exista riesgo de provocar una deslocalización dentro del mercado único. En casos excepcionales, se podrá brindar mayor apoyo a empresas individuales, cuando exista un riesgo real de que las inversiones se desvíen fuera de Europa.

Enmienda al reglamento GBER

La Comisión Europea ha respaldado una enmienda específica al Reglamento General de Exención por Categorías (GBER) para facilitar, simplificar y acelerar aún más el apoyo a las transiciones ecológica y digital de la UE.

Esta enmienda otorga a los Estados miembros más flexibilidad para diseñar e implementar medidas de apoyo en sectores que son clave para la transición hacia la neutralidad climática y hacia una industria cero neta. Ayudará a acelerar la inversión y la financiación para la producción de tecnologías limpias en Europa, en línea con el Plan Industrial del Pacto Verde.

En particular, las reglas revisadas aumentan y agilizan las posibilidades de ayuda en el ámbito de la protección del medio ambiente y la energía, entre otros para apoyar el despliegue de energías renovables, proyectos de descarbonización, movilidad verde y biodiversidad, así como para facilitar las inversiones en hidrógeno renovable y aumentar la eficiencia energética; facilita la ejecución de determinados proyectos en los que participen beneficiarios de varios Estados miembros; amplía las posibilidades de formación y reciclaje en todos los sectores mediante la exención de la notificación de las ayudas a la formación por debajo de los 3 millones de euros.

Asimismo, aclara y simplifica las posibilidades de ayuda financiera de riesgo, para pymes y nuevas empresas, así como para productos financieros respaldados por el Fondo InvestEU; prorroga el GBER hasta finales de 2026 para seguridad jurídica y estabilidad regulatoria; aumenta los umbrales en el GBER incluso más allá de las áreas bajo revisión específica para atender el período más largo de validez de las reglas; alinea las disposiciones del GBER con las nuevas directrices.

Además, introduce un aumento muy significativo de los umbrales de notificación para las ayudas medioambientales, así como para las ayudas a la Investigación, el Desarrollo y la Innovación (I+D+i); y cuenta con medidas de ayuda exentas por categorías establecidas por los Estados miembros para regular los precios de la energía, como la electricidad, el gas y el calor producido a partir del gas natural o la electricidad.

 
 
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