La compañía Siber apuesta por los sistemas de ventilación inteligente de alta eficiencia ya que, dependiendo de las características de cada vivienda, dimensiones y aislamiento térmico, estiman que permiten lograr una reducción en la factura de la luz de entre un 10 y un 30%.
Este significativo ahorro económico se traduce también en una disminución de las emisiones de CO2 a la atmósfera, el gran reto al que se enfrenta la UE para alcanzar la neutralidad de emisiones en 2050.
“En la UE actualmente existen más de 30 millones de edificios que consumen excesiva energía, por lo que será imprescindible rehabilitar las instalaciones para minimizar el impacto ambiental. Los sistemas de ventilación inteligente son claves en la rehabilitación por su elevada eficiencia, están diseñados para preservar la calidad del aire interior y permiten reducir el gasto en energía”, señala Josué Marcos, responsable del modelo de negocio de rehabilitación de grupo Siber.
Reducción del consumo de calefacción y refrigeración
Los sistemas de ventilación de doble flujo que desarrolla Siber permiten disminuir el uso de aparatos de aire acondicionado y de calefacción. Gracias a esta tecnología se calcula que se puede recuperar hasta un 90% del calor, por lo que se trata de sistemas que mejoran notablemente los niveles de eficiencia energética de las viviendas.
Estos sistemas extraen el aire viciado del interior del inmueble y lo sustituyen por aire nuevo que proviene del exterior. Consiguen impulsar el aire nuevo a una temperatura cercana a la existente en el interior garantizando de esta forma un importante ahorro energético. Gracias al mecanismo de recuperación de calor se reduce el consumo en calefacción y refrigeración, contando con un aire renovado que proporciona el óptimo confort en todas las estancias de la vivienda.
Edificios cero emisiones y normativa europea
Con el objetivo prioritario de descarbonizar el parque inmobiliario de la UE, la Comisión Europea, dentro del Pacto Verde Europeo, propone que a partir de 2030 todos los edificios nuevos tengan cero emisiones. Asimismo, en el sector público, esta meta se adelanta a 2027 para acelerar la eficiencia.
Además, se exige que el 15% menos eficiente de las edificaciones de cada Estado miembro se rehabilite y pase de una certificación energética de grado G a una de grado F como mínimo antes de 2027 en el caso de edificios no residenciales, y hasta 2030 en el caso de los inmuebles residenciales.
En España, en el marco del Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030, hasta 2030 se prevé llevar a cabo la rehabilitación de 1.200.000 viviendas reduciendo su consumo energético y emisiones de gases de efecto invernadero. En este sentido cobran protagonismo los sistemas de calefacción, la refrigeración y el agua caliente sanitaria, que son responsables del 80% de la energía que consumen los hogares en la UE.