En su compromiso con la eficiencia energética, CIC Consulting Informático cuenta con proyectos que permiten ahorrar a las empresas hasta un 70% en su infraestructura y tecnología. El responsable de soluciones de eficiencia energética de la compañía, Pablo Lavieja, nos explica la relevancia de la monitorización energética en las decisiones y cómo controlar los gastos energéticos, o el papel que juega la digitalización, entre muchos otros aspectos.
ESEFICIENCIA: La eficiencia energética es un pilar fundamental en la estrategia de sostenibilidad empresarial de CIC Consulting Informático. ¿Cuál es la apuesta de CIC en materia de eficiencia energética? ¿Cómo contribuye la monitorización energética? ¿Por qué es necesario invertir en desarrollo sostenible?
Pablo Lavieja: El desarrollo sostenible ha ido desprendiéndose de ese concepto ideal, casi utópico, con el que fue definido en la confección de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Hoy, nos encontramos ante un reto que ha ido convirtiéndose en una obligación y principio estratégico para toda compañía por diversos factores: impulsar el ahorro de recursos energéticos, prepararse para un escenario regulatorio más rígido en materia de sostenibilidad, acrecentar la reputación corporativa y la confianza en la marca y mejorar el posicionamiento de la empresa a la hora de establecer alianzas con grandes empresas o atender a concursos de contratación del sector público.
Para atender a esta coyuntura, la monitorización energética parte como una herramienta fundamental de obtención del dato y análisis de la información en el proceso de toma de decisiones energéticas.
En CIC conocemos la creciente necesidad de analizar y monitorizar nuestro entorno para hacer más eficientes los procesos que ocurren en cada negocio, así como la gran importancia que está adquiriendo la consecución de una eficiencia energética en los procesos productivos y operacionales y, por ello, hemos decidido capitalizar todo nuestro ‘know-how’ en el sector energético, poniendo a disposición del mercado servicios y soluciones tecnológicas que sustenten el alcance de retos energéticos.
ESEFICIENCIA: ¿Qué soluciones ofrecéis para conseguir los objetivos de desarrollo sostenible? ¿Cómo contribuye esa gestión al ahorro energético?
Pablo Lavieja: Desde CIC ofrecemos soluciones tecnológicas de eficiencia energética flexibles y contrastadas, que dan respuesta a la necesidad de conseguir una gestión energética eficiente de los diferentes activos consumidores de estos recursos, permitiéndoles supervisar, gestionar y seguir sus consumos energéticos de una forma ágil, ordenada y organizada.
Así, proporcionamos a nuestros clientes la posibilidad de contar con un control absoluto de sus gastos energéticos y agregar capacidad estratégica para la aplicación de políticas de sostenibilidad.
Estimular la optimización de los recursos energéticos en los procesos productivos, favorecer la mejora de la competitividad y el respeto por el medioambiente, maximizar la eficiencia en los procesos de gestión y el cumplimiento de la normativa marcada por regulación, son algunas de las contribuciones derivadas de una gestión energética minuciosa a través de nuestras soluciones.
ESEFICIENCIA: CIC Consulting Informático es uno de los 3.000 agentes digitalizadores adheridos al programa Kit Digital. ¿Qué relevancia tiene la digitalización de las empresas? ¿Cuáles son vuestras funciones en este ámbito?
Pablo Lavieja: En CIC concebimos la digitalización como un proceso clave para la mejora de la competitividad empresarial debido a su alta contribución en la simplificación del acceso, distribución y disposición de la información; el incremento de la agilidad en los procesos, debido a la sistematización y automatización de los mismos; la reducción de costes y aumento de la productividad, fruto de esa optimización de los procesos de negocio; y el impulso de la eficiencia, gracias a la disminución de los recursos necesarios para el mantenimiento de la actividad corriente de la empresa.
Para nosotros, adherirnos al programa de Kit Digital estaba fuera de todo debate, ya que, a lo largo de nuestros más de 30 años de trayectoria, hemos ido participando en la transformación digital de nuestros clientes, dotándonos de un valioso ‘expertise’ que nos hace estar seguros de que podemos jugar un papel importante en esta iniciativa.
Por ello, ofrecemos un servicio integral y personalizado en este ámbito, partiendo desde la gestión de la petición de la subvención y todos sus trámites asociados, incluyendo la comprobación de requisitos administrativos, siguiendo con el apoyo durante el test de diagnóstico digital y concluyendo con el asesoramiento en la elección de las soluciones más adecuadas para la empresa y acompañamiento a lo largo del proceso de implementación de las mismas.
ESEFICIENCIA: Recientemente habéis anunciado que de aquí a un año prevéis que la plantilla crezca con 85 puestos de trabajo más sobrepasando los 400 empleados. La eficiencia energética es una de las áreas que queréis potenciar. ¿Qué perfiles profesionales necesitáis para cubrir estas necesidades?
Pablo Lavieja: En la actualidad, el equipo de soluciones de eficiencia energética de CIC lo conforma un equipo con dos tipos de perfil: uno técnico y otro de negocio. La parte técnica está liderada por un product owner, quien cuenta con conocimientos técnicos tanto del sector energético como de eficiencia energética, de manera más específica. Además, cuenta con una dilatada formación y experiencia en el diseño y desarrollo de entornos digitales.
Todo esto, nos permite incorporar al equipo, en cierto modo, una perceptibilidad de las últimas tendencias tecnológicas y ser capaces de aterrizarlas en nuestras soluciones para que nuestros clientes puedan satisfacer sus necesidades de ahorro energético de la manera más vanguardista. Por supuesto, la figura del product owner está acompañada de un equipo de desarrolladores senior y junior.
Éstos se encargan de dar respuesta a la continua evolución y mejora de nuestras soluciones y plantear diseños intuitivos y amigables con el fin de alcanzar la usabilidad más optimizada. Por otro lado, la parte de negocio, la subdividimos en dos perfiles. En primer lugar, contamos con la figura del gestor energético, que aporta un profundo ‘know-how’ en eficiencia energética, conoce y controla todos sus componentes y da apoyo al cliente en la guía de medidas de ahorro energético.
Esta última función, permite al equipo adquirir un feedback y expertise continuado facilitando, así, el diseño de estrategias funcionales que haga que las herramientas se encuentren ininterrumpidamente sincronizadas con las necesidades del mercado.
Por último, el equipo cuenta con un equipo comercial comprometido en la generación y gestión de las oportunidades, el diseño del modelo de negocio y comercialización de las herramientas, y encargado de llevar a cabo todas esas labores diarias de front office ante el cliente.
Estos perfiles descritos, y que constituyen el equipo de eficiencia energética de CIC, son, a su vez, aquellos que necesitamos ir incorporando para dar una respuesta más ágil a las crecientes necesidades de nuestros actuales clientes y futuros.
ESEFICIENCIA: ¿En qué novedades estáis trabajando para aumentar la eficiencia energética en el ámbito empresarial? ¿Con qué necesidades o barreras os estáis encontrando?
Pablo Lavieja: Hemos lanzado recientemente una solución de eficiencia energética que permite a nuestros clientes tener una visión 360º de su inventario, el consumo y la producción energética de sus activos, dotándoles de una serie de herramientas de análisis energético que les ayude en la toma de decisiones estratégicas de optimización y ahorro de los consumos energéticos, diseño de políticas de sostenibilidad, reducción de su huella de carbono y cumplimiento de la norma ISO 50001.
Esta solución utiliza la inteligencia artificial para lograr un salto cualitativo y cuantitativo en la optimización del uso de los recursos energéticos. Además, la historización de datos y sucesos, y el análisis de su impacto sobre gemelos digitales, permitirá hacer predicciones así como establecer estrategias y políticas de ahorro energético.
En cuanto a las barreras que más nos estamos encontrando destacaríamos la inversión inicial como la más relevante y que, además, se acentúa por factores como un ROI impreciso y complejo de medir; una dificultad de acceso a financiación que se acrecienta a medida que escalan los tipos de interés; y una escasez de datos valiosos que respalden la inversión e incluso la incrementen, debido a la falta de sensorización.
También, se da que muchos proyectos de eficiencia energética recaen sobre presupuestos de inversión en I+D+i, los cuales suelen estar muy limitados. Por último, la falta de personal especializado y carecer de una figura especializada en eficiencia energética, son otros de los principales motivos que desincentivan el aventurarse en un proceso de transformación energética.
ESEFICIENCIA: En el contexto actual de crisis energética y de alcanzar los objetivos climáticos, ¿qué balance haces de la situación actual del sector? ¿Cómo crees que contribuirá la llegada de los fondos de recuperación europeos Next Generation a España en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia?
Pablo Lavieja: Desde luego, si hubiera que definir la situación actual del sector, en una palabra, esta sería ‘transición’. Esta transición que comenzó como una respuesta a la crisis climática, y que se vio acentuada por iniciativas globales tales como la confección de la Agenda 2030 o de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en los Acuerdos de París, se ha convertido en una cuestión de Estado.
Así, se deja atrás esa imagen comúnmente percibida de pactos que, si bien perseguían metas tan beneficiosas y necesarias como la descarbonización de la economía mundial, el acceso inclusivo, asequible y seguro a recursos energéticos y la sostenibilidad medioambiental arrastraban un carácter de buenas voluntades con tintes muy largo placistas y de fácil incumplimiento, dada la carencia de penalizaciones y de rigidez en los compromisos asumidos.
Por lo tanto, la actual crisis energética ha puesto todos los focos en la transición energética, estimulándola y exigiendo que se impulsen iniciativas a nivel estatal y comunitario, como ha quedado patente con la llegada de los fondos NextGen y los PERTEs.
Estos fondos, en primer lugar, ponen de manifiesto que la transformación energética es un desafío inapelable para los gobiernos y buscan con ellos acelerar este proceso y tener un efecto catalizador hacia un modelo productivo más digital, sostenible y de mayor valor añadido.
Para ello, entre las contribuciones que se pretenden lograr destacaría como más determinantes la mitigación de las principales barreras de inversión a las que se enfrentan las empresas, a través de la flexibilización del acceso a la financiación y el impulso al desarrollo de nuevos productos y servicios de carácter innovador.
En CIC hemos participado como experto TIC en varias iniciativas de I+D presentadas en la primera convocatoria del programa de incentivos 4 del ‘PERTE de energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento’.
Por ejemplo, en la AMONH2, impulsada por el Clúster Green Hidrógeno Cantabria que pretende desarrollar una serie de tecnologías que faciliten el almacenamiento de hidrógeno dentro de otra sustancia que soporte sus características y facilite su transporte.
También, en la propuesta Bahía H2 Offshore, que está liderada por el Clúster de Energías Marinas de Cantabria, Sea of Innovation Cantabria Cluster (SICC), y que tiene como objetivo el desarrollo de un innovador sistema de generación, en condiciones marinas, de combustibles en forma de hidrógeno y amoniaco, mediante energía solar flotante.