Según el informe especial ‘El futuro de las bombas de calor’, de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés), las ventas mundiales de bombas de calor se dispararán a niveles récord en los próximos años a medida que la crisis energética global acelere su adopción. El motivo es que son una solución eficiente y respetuosa con el medio ambiente, que ayuda a los consumidores a ahorrar dinero en las facturas y que permite a los países reducir la dependencia de los combustibles fósiles importados.
El informe refleja también que las ventas globales de bombas de calor aumentaron casi un 15% en 2021, el doble del promedio de la última década, lideradas por la Unión Europea, donde aumentaron alrededor del 35%.
Se prevé que las ventas anuales de bombas de calor en la UE podrían aumentar a siete millones para 2030, frente a los dos millones en 2021, si los gobiernos logran alcanzar sus objetivos de reducción de emisiones y seguridad energética.
Calefacción de edificios
Según el informe, la calefacción de edificios representa un tercio de la demanda de gas de la UE en la actualidad. Las bombas de calor podrían reducir esa demanda en casi 7.000 millones de metros cúbicos (bcm) en 2025. Este ahorro anual de gas aumentaría hasta al menos 21 bcm para 2030 si la UE cumple los objetivos climáticos.
Sin embargo, la IEA considera que se necesita el apoyo de políticas gubernamentales para ayudar a los consumidores a superar los costos iniciales más altos de las bombas de calor en relación con las alternativas. De hecho, los incentivos financieros para las bombas de calor ya están disponibles en más de 30 países, que juntos cubren más del 70% de la demanda de calefacción en la actualidad.
Bombas de calor en sectores industriales
Los principales fabricantes están viendo señales prometedoras de que el impulso actual y el apoyo de las políticas podrían poner a la industria en una trayectoria que triplique las ventas para 2030 y, en consecuencia, han anunciado planes para invertir más de 4.000 millones de dólares en la expansión de la producción de bombas de calor y esfuerzos relacionados, principalmente en Europa.
También existen oportunidades para que las bombas de calor proporcionen calor a baja temperatura en sectores industriales, especialmente en las industrias papelera, alimentaria y química. Solo en Europa, se podrían instalar 15 gigavatios de bombas de calor en 3.000 instalaciones en estos tres sectores que se han visto muy afectados por las recientes subidas de los precios del gas natural.
Soluciones de eficiencia energética
La rápida expansión de las bombas de calor presenta algunos desafíos, pero el informe destaca las soluciones a estas barreras. Las bombas de calor inevitablemente aumentarán la demanda de electricidad, aunque la eficiencia energética puede reducir en gran medida los impactos en la red, junto con una mejor planificación de la red.
El suministro y la instalación de bombas de calor a nivel mundial podría requerir más de 1,3 millones de trabajadores para 2030, casi el triple de la cantidad actual, lo que aumenta el potencial de escasez de mano de obra cualificada, especialmente para los instaladores. Los programas especiales de capacitación y la inclusión de bombas de calor en las certificaciones para plomeros e ingenieros eléctricos podrían ayudar a evitar el riesgo de escasez de esta mano de obra.
La inversión inicial global adicional en bombas de calor requerida para alcanzar los compromisos climáticos anunciados alcanza los 160.000 millones de dólares anuales para 2030. Sin embargo, estos costos se ven superados por los ahorros en combustible en toda la economía, especialmente si los precios de la energía se mantienen cerca de sus niveles actuales.