El Consejo de Gobierno de la Universidad de Cantabria (UC) ha aprobado un Plan de Sostenibilidad Energética que incluye medidas de contención y ahorro energético para hacer frente a la actual situación de subida de precios de los suministros, y en línea con sus compromisos medioambientales y de eficiencia en el consumo de energía. El objetivo es lograr una reducción del 15% en el consumo energético sobre el nivel medio de los cinco años anteriores al inicio de la pandemia, reto alineado con lo establecido en el Plan Estratégico 2019/2023 de la UC.
El plan incluye acciones generales a tomar por toda la comunidad universitaria, por los centros y por los servicios, así como medidas de confort higrotérmico y organizativas.
Entre estas últimas se prevén diversas acciones que la institución podrá ir tomando progresivamente en función de las necesidades y que afectan a los horarios de apertura de edificios, facultades y escuelas.
Apertura de edificios según criterios energéticos
Según el documento, con carácter general estos edificios permanecerán cerrados durante los fines de semana y festivos, abriendo solo en función de criterios energéticos y utilizando el mínimo de espacios posible.
Adicionalmente se podrían también reducir los horarios de apertura en periodos con actividad docente, para lo cual se propone a los centros, como referencia, lograr una reducción de 1,5 horas diarias de cara al segundo cuatrimestre.
Otra medida adicional sugerida es la reducción de horarios en periodos sin actividad docente, con dos opciones complementarias que se considerarían previa negociación con los órganos de representación correspondientes: el cierre del campus durante al menos dos semanas en verano y una en las vacaciones de Navidad, y la limitación de horarios a la franja de 9 a 14 h.
Las otras dos medidas incluidas serían la posible reducción del número de instalaciones de estudio abiertas durante fines de semana y festivos, y la limitación del horario de bibliotecas y salas de estudio para la preparación de exámenes, que se revisaría en coordinación con el Consejo de Estudiantes y los servicios implicados.
Gestión energética de la climatización
En cuanto a las condiciones de confort higrotérmico, el Plan entiende que la gestión de calefacción y refrigeración es un factor clave para contener el gasto energético, y propone establecer una temporada de funcionamiento de la calefacción del 15 de noviembre al 15 de marzo, un horario (de 8 a 12 y de 16 a 18, con encendido a las 7 los lunes y días siguientes a festivos), desconectándola siempre que la temperatura exterior sea superior a 14 grados.
A estas se suman otras medidas de ahorro como el apagado de ordenadores, equipamiento ofimático y equipos de laboratorio, la prohibición de uso de equipos individuales de climatización, las campañas de formación y sensibilización sobre el uso de la energía, el control del encendido de luces y de la ventilación, la desconexión de termos y calentadores salvo casos excepcionales y desconexión de secamanos.
Para los centros de la UC, se establecen personas delegadas para el control del consumo energético y se dan recomendaciones en cuanto a iluminación de zonas comunes y ajuste de temperatura de la calefacción y refrigeración.
Plan de Ahorro Energético
La Universidad de Cantabria ya contaba con un Plan de Ahorro Energético previo a la crisis energética actual, basado en tres pilares. El primero era la compra de energía a través de consorcios que permiten obtener mejores condiciones económicas (de hecho, está adscrita a un contrato marco impulsado por el Gobierno de Cantabria de precios fijos para la electricidad).
El segundo, la eficiencia energética, con una actualización constante de las instalaciones; y por último, la gestión de la demanda, con políticas de apagado automático, racionalización de horarios y/o temperaturas de climatización.
Este nuevo Plan, adaptado a las circunstancias actuales, responde a la necesidad de reducir el gasto energético, que supuso en 2022 el 1,5% del presupuesto de la UC (1,92 millones de 122). La previsión de cara al año que viene es que la factura energética suba un 143%, llegando a los 4,67 millones de euros. En el caso del gas, la subida sería del 349%, pasando de 470.000 a 2,1 millones de euros.