El Consejo Europeo, celebrado los pasados días 20 y 21 de octubre, debatió sobre la crisis energética y alcanzó un acuerdo sobre la necesidad de acelerar e intensificar la reducción de la demanda energética, evitar los racionamientos, garantizar el suministro y disminuir los precios. Además, recalcaron que debe preservarse la integridad del mercado único.
Los dirigentes de la UE han pedido al Consejo que presenten urgentemente decisiones concretas sobre medidas adicionales y sobre las propuestas de la Comisión. Asimismo, han insistido en la necesidad de evaluar sus efectos sobre los contratos existentes, incluida la no afectación de los contratos a largo plazo, y de tener en cuenta las distintas combinaciones energéticas y circunstancias nacionales.
El Consejo Europeo ha reiterado la necesidad de incrementar las inversiones en eficiencia energética, en infraestructuras energéticas preparadas para el futuro y en tecnologías innovadoras en materia de energías renovables.
Los dirigentes de los 27 han invitado a la Comisión a que acelere los trabajos sobre la reforma estructural del mercado de la electricidad, preparando también una evaluación de impacto, y han pedido que se siga avanzando hacia una Unión de la Energía plena que contribuya al doble objetivo de la soberanía energética y la neutralidad climática de Europa.
Medidas adicionales sobre energía
Entre las medidas adicionales destacan las compras conjuntas voluntarias de gas —salvo la agregación vinculante de la demanda por un volumen equivalente al 15% de las necesidades de llenado de depósitos, en función de las necesidades nacionales— aprovechando el peso comercial colectivo de la Unión y utilizando al máximo la Plataforma de Energía de la UE; un nuevo precio de referencia complementario para principios de 2023 que refleje con mayor precisión las condiciones del mercado del gas; o una horquilla dinámica temporal de precios en las transacciones de gas natural para limitar de manera inmediata los episodios de precios excesivos del gas, teniendo en cuenta las salvaguardias establecidas en una propuesta de Reglamento del Consejo.
También se enmarcan dentro de estas medidas adicionales el establecimiento de un marco temporal de la UE para poner un tope al precio del gas en la generación de electricidad que incluya un análisis de costes y beneficios; mejoras en el funcionamiento de los mercados de la energía para aumentar la transparencia de los mercados, aliviar las tensiones de liquidez y eliminar los factores que amplifican la volatilidad de los precios del gas, y preservar la estabilidad financiera; y la agilización de la simplificación de los procedimientos de concesión de permisos con el fin de acelerar el despliegue de las energías renovables y las correspondientes redes.
Finalmente, destacan medidas de solidaridad energética en caso de que se produzcan perturbaciones en el suministro de gas a escala nacional, regional o de la UE, si no existen acuerdos bilaterales de solidaridad; mayores esfuerzos para ahorrar energía; y la movilización de los instrumentos pertinentes a escala nacional y de la UE para aumentar la resiliencia de las economías, al tiempo que se preserva la competitividad mundial de Europa.