La Comisión Europea ha presentado un plan de acción que destaca cómo las nuevas tecnologías pueden ayudar a mejorar el uso eficiente de los recursos energéticos, facilitar la integración de las energías renovables en la red y ahorrar costes para los consumidores y las empresas energéticas de la Unión Europea (UE).
La Comisión está estableciendo acciones para impulsar el intercambio de datos, promover inversiones en infraestructura eléctrica digital, garantizar beneficios para los consumidores y fortalecer la ciberseguridad.
Dado que los centros de datos y la creciente demanda de los servicios en línea exigen cada vez más recursos del sistema energético, este plan también describe formas de desvincular la huella energética del sector de las TIC del crecimiento exponencial de los datos.
Medidas sobre consumo energético
En algunas áreas del sector energético, como las instalaciones fotovoltaicas, las bombas de calor y los vehículos eléctricos, las tecnologías digitales e inteligentes ya existen y necesitan apoyo para crecer.
La Comisión Europea tiene la intención de tomar varias medidas para impulsar los servicios de energía digital al tiempo que garantiza un sector de las TIC eficiente desde el punto de vista energético.
Entre estas medidas destacan ayudar a los consumidores a aumentar el control sobre su consumo de energía y sus facturas a través de nuevas herramientas y servicios digitales, con un marco de gobernanza sólido para un espacio europeo común de datos sobre energía; o controlar el consumo de energía del sector de las TIC, incluso a través de un esquema de etiquetado ambiental para centros de datos, una etiqueta energética para computadoras, medidas para aumentar la transparencia en el consumo de energía de los servicios de telecomunicaciones y una etiqueta de eficiencia energética para cadenas de bloques.
También contempla fortalecer la ciberseguridad de las redes de energía a través de una nueva legislación que incluye un Código de Red para los aspectos de ciberseguridad de los flujos de electricidad transfronterizos bajo el Reglamento de Electricidad de la UE y la Recomendación del Consejo para mejorar la resiliencia de las infraestructuras críticas.