El Gobierno de Cataluña ha aprobado oficialmente la constitución de la empresa pública de energía de Cataluña y sus estatutos. La sociedad, que actuará bajo la marca de La Energética, será de capital, anónima y unipersonal, y será el medio propio de la Generalitat para incidir y mejorar el mercado energético catalán.
El objetivo de esta sociedad es aprovechar el potencial renovable de las instalaciones, edificaciones e infraestructuras de la Generalitat de Cataluña y su sector público para satisfacer principalmente las demandas de consumo propio, y de esta forma, contribuir a la implantación de un modelo energético distribuido.
Actividades y servicios relacionados con la energía renovable
La Energética tendrá por objeto social la realización de todo tipo de actividades, obras y servicios relacionados con la energía eléctrica procedente de fuentes de energía renovables. Los ámbitos esenciales de actuación serán la generación de energía procedente de fuentes de energía renovables aprovechando el potencial de las instalaciones, edificaciones e infraestructuras de la Generalitat de Cataluña y su sector público, y la comercialización de energía renovable, suministrándola, como medio propio, a la Administración de la Generalitat.
Además, la empresa quedará facultada como instrumento público de la Generalitat para operar e incidir en ámbitos como la generación eléctrica, los servicios de recarga del coche eléctrico, los servicios de almacenamiento, los servicios de agregación de demanda flexible y los de comercialización ligados a estos nuevos modelos económicos, y el suministro de energía a la propia administración.
Mercado energético catalán
La empresa pública de energía pretende incidir en el mercado energético catalán de distintas formas. En el ámbito de la generación, promoverá proyectos de autoconsumo o bien de generación distribuida en todos los edificios públicos de la Generalitat, ocupando el 100% del espacio disponible y adecuado a cada ubicación. También desarrollará proyectos propios o compartidos con las entidades locales, aportando su conocimiento técnico, en terrenos especialmente adecuados, y podrá participar en un porcentaje de proyectos privados que cuenten con el visto bueno del territorio.
En el ámbito de la gestión de la energía, los proyectos de autoconsumo en equipamientos de la Generalitat pueden convertirse en la base para autoconsumos compartidos y comunidades energéticas en los que puedan participar familias vulnerables cercanas. Igualmente, la energética pública podrá aplicar una política de aprovisionamiento energético de la Generalitat donde se establezcan acuerdos bilaterales a generadores locales y donde se participe en la propiedad de proyectos de generación.
Finalmente, La Energética también podrá incidir en ámbitos que se consideren estratégicos. Mediante la participación e inversión en proyectos o iniciativas, la energética pública podrá actuar en actividades vinculadas a la seguridad energética de la región, como el almacenamiento de energía, o en el desarrollo de nuevas formas y modelos de gestión de la energía que contribuyan a una participación cada vez más directa de la ciudadanía en el mercado energético, como las comunidades energéticas o la agregación de energía.
Gobernanza de La Energética
El presidente del consejo de administración de la compañía será nombrado por el Govern. Además de la junta general de accionistas y del consejo de administración, La Energética contará con un consejo asesor, formado por personas con conocimiento y experiencia contrastados en materia de energía.
La función de este consejo asesor será la elaboración de informes a petición del consejo de administración y la elevación de propuestas de medidas y acciones que puedan contribuir a la consecución de los objetivos de la sociedad. La empresa quedará adscrita al departamento competente en materia de energía.
La constitución de la energética pública de Cataluña será una de las principales apuestas estratégicas para acelerar la transformación energética de la región, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% en 2030 y llegar a la neutralidad de emisiones de carbono en 2050. El propósito es avanzar hacia un nuevo modelo energético distribuido, democrático, con cohesión territorial y participado por la ciudadanía.