El Gobierno balear ha anunciado la apertura de la línea de ayudas P5.L4 del Plan de Inversiones en Transición Energética de las Islas Baleares (PITEIB) para crear comunidades energéticas, que se cerrará el 30 de junio de 2023. Se trata de la primera línea puesta en marcha desde la llegada de 233 millones de euros exclusivos para la transición energética de la región.
La nueva convocatoria de subvenciones del Ejecutivo balear establece cuatro programas de incentivos centrados en fomentar las instalaciones de autoconsumo renovable y de almacenamiento, así como en impulsar la adquisición de vehículos eléctricos de uso exclusivo para miembros de la comunidad o la instalación de puntos de recarga.
La línea de comunidades energéticas está recogida en el quinto programa del PITEIB, que forma parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y que se ha llevado a cabo conjuntamente con el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico. Este plan prevé la inversión de 68 millones de euros para la generación y almacenamiento de energías renovables distribuidas y socialmente justas.
En concreto, la línea 4 del programa contempla un presupuesto de 20 millones para establecer comunidades energéticas e instalar aproximadamente 20 MW, lo que facilitará el proceso de democratización de la energía en las Islas Baleares y que tiene el propósito de empoderar a la ciudadanía como partícipe del proceso. Mediante la línea de ayudas abierta, se espera inducir también una inversión privada de 20 millones adicionales.
Proyectos de comunidades energéticas
Las comunidades energéticas permiten la explotación de los recursos energéticos con una finalidad cooperativa y de abaratamiento de la factura y no de lucro, facilitando la respuesta a la emergencia climática y el coste de la factura energética. Además de facilitar el acceso a una energía más barata, contribuyen a hacer llegar el autoconsumo a consumidores con menor capacidad de inversión.
En Baleares hay actualmente tres proyectos de puesta en marcha de comunidades energéticas con participación pública: uno en Sant Lluís (Menorca) y otros dos en Calvià y Marratxí (Mallorca).