La Plataforma Tecnológica Española de Eficiencia Energética (PTE-ee) se creó en el año 2008 para impulsar la innovación en materia de eficiencia energética y está formada por organismos públicos, centros de investigación y empresas. Más de 450 entidades colaboran actualmente para conseguir un adecuado desarrollo tecnológico en materia de eficiencia energética. Su coordinador técnico, Guillermo Escobar, hace balance del sector y avanza cuál será la línea estratégica de la Plataforma.
ESEFICIENCIA: Uno de vuestros objetivos es impulsar la innovación y el desarrollo tecnológico en materia de eficiencia energética. ¿Qué acciones lleváis a cabo en este sentido? ¿Cuáles han sido los principales hitos conseguidos por la PTE-ee?
Guillermo José Escobar: Resumiendo, diría que, para estimular la innovación comunicamos a los potenciales integradores y usuarios finales de las tecnologías, que están listas para entrar en el mercado y a los que ya están muy cerca de él, con el fin de encontrar pioneros que las apliquen.
Mirando a la Administración, les trasmitimos nuestro punto de vista sobre las tecnologías más interesantes y adecuadas para alcanzar los objetivos de la política de energía y sostenibilidad. También tratamos de orientar a nuestros asociados que desarrollan tecnología, sobre cuáles son las necesidades del mercado para que definan de forma más acertada sus agendas estratégicas.
Entre los retos que nos propusimos para el bienio 2021-2022, la ampliación del espectro de nuestra audiencia y nuestras colaboraciones es lo que hemos mejorado bastante. Estamos creando grupos de trabajo multisectoriales alrededor de tecnologías que les interesan. Nuestras colaboraciones se amplían a nuevas asociaciones, a otras plataformas, incluso a nuevas universidades en las que damos alguna charla para acercar las nuevas tecnologías y la pasión por la investigación a los alumnos.
ESEFICIENCIA: Desde la PTE-ee participáis en estrategias nacionales de I+D+i para aumentar las oportunidades en esta área y contribuir a que las empresas e instituciones españolas participen en proyectos internacionales de I+D+i. ¿En qué proyectos estáis trabajando actualmente? ¿Cuáles son los proyectos de I+D más emblemáticos desde el punto de vista de las tecnologías más eficientes?
Guillermo José Escobar: No debemos involucrarnos en el puro desarrollo tecnológico, que para eso están nuestros más de 400 asociados, sino facilitarlo y fomentarlo. Si participamos en algún proyecto concreto de I+D+i, es en tareas de difusión y comunicación.
No me atrevería a señalar una tecnología especialmente, pero, el sector de la rehabilitación de edificios tiene por delante un grandísimo reto en cuanto a hacer eficientes los edificios, en especial aquellos construidos antes de la existencia de la norma básica de la edificación CT-79, y de los que se hicieron desde entonces y hasta la entrada en vigor del CTE. La rehabilitación energética de los edificios involucra a muchos sectores, puede movilizar cantidades ingentes de dinero, y existen tecnologías. Hay que movilizar la demanda y mejorar las tecnologías para abaratar costes de producción y de integración en los edificios. Un proyecto muy interesante, en el que la PTE-ee es parte del comité asesor es PROBONO, un H2020 liderado por ACCIONA en cuyo marco se desarrollan rehabilitaciones completas de barrios de cuatro grandes ciudades europeas, encabezando Madrid con “Nuevo Norte”. Además del liderazgo de una empresa española, este proyecto incluye multitud de tecnologías de eficiencia a escala real.
En el ámbito industrial, las tecnologías más eficientes son las que combinan la eficiencia, con la economía circular, y otras herramientas al servicio de la descarbonización. En general son avances en las tecnologías productivas, que aplican también las técnicas de digitalización (IoT, IA,) como base de la mejora.
ESEFICIENCIA: En el contexto actual, ¿qué oportunidades y obstáculos se encuentran las empresas a la hora de implementar las tecnologías planteadas para el ahorro y la eficiencia energética?
Guillermo José Escobar: No me atrevería a jerarquizar, pero se dan algunas situaciones que no favorecen el hecho de contemplar la eficiencia como primera alternativa.
El principio DNSH que aplica a todas las ayudas en las que hay aporte de fondos europeos, deja fuera todos los proyectos de mejora de la eficiencia en el uso de fuentes de energía fósil. Así, se pueden quedar fuera de las ayudas algunas iniciativas de ahorro de los sectores industriales más intensivos en consumo de energía, en los que más emisiones se pueden ahorrar, y con menores ratios de CAPEX por tonelada de dióxido de carbono evitada.
Por comparación, también creo que hay un excesivo protagonismo en las ayudas públicas al desarrollo de tecnologías energéticas emergentes, o desarrollos legales que facilitan el despliegue masivo de las ya consolidadas, y que no se hace el mismo hincapié en la necesidad de ser eficiente en el uso de la energía, sea cual sea la fuente.
Es posible que la falta de ‘glamour’ de la eficiencia energética sea que no produce flujos de caja positivos al que la implanta, sino que reduce sus costes. Al final, debería ser lo mismo ingresar más que gastar menos, pero no es fácil de transmitir. Confiamos en que el nuevo sistema de Certificados de Ahorro Energético, que está desarrollando el MITERD, permita una monetización más tangible, y active la demanda de proyectos de eficiencia.
ESEFICIENCIA: La actual crisis energética, los elevados precios de la energía y los objetivos de descarbonización marcan la actualidad del sector. ¿Qué balance haces del sector en la actualidad? ¿Qué medidas son necesarias para mejorar la eficiencia energética? Respecto a la llegada de los fondos Next Generation EU, ¿qué expectativas crees que se presentan?
Guillermo José Escobar: Respecto a los precios, nos encontramos en la tormenta perfecta: reactivación de la demanda tras el impacto inicial del COVID-19, falta de disponibilidad en los productores, los costes de la transición energética (derechos de emisión), y un mercado eléctrico marginalista, que hace que toda la electricidad negociada se pague al precio de la última casación (legal y legítimo), pero ya no cumple las expectativas de los europeos de tener energía accesible. Los elevados precios de la energía están causando un grave perjuicio a la economía productiva pero también a la doméstica. El ciudadano no va a entender que la factura de la transición hacia la descarbonización sea tan elevada y que no es demasiado justa. La tecnología es parte de la solución a medio plazo, pero no la única.
La mejora de la eficiencia energética pasa por la concienciación del consumidor de que puede ser muy rentable, además de que siempre lleva asociada beneficios adicionales, como es el confort y el aumento del valor de los inmuebles en el caso de los edificios, o la mitigación de los riesgos ante la volatilidad de precios y falta de suministro en la industria y el transporte, por citar algunas.
Casi todos los planes de ayudas vinculados al PRTR hacen un guiño a la eficiencia como aspecto horizontal que es, si bien no existe una hoja de ruta propia. Lo que es significativo es la falta de ayudas nacionales a las últimas fases del desarrollo tecnológico, que lleven a las tecnologías desde TRLs 6-7 a TRL9, lo cual retrasa la irrupción en el mercado de tecnologías de eficiencia que nos vendrían muy bien para retomar la buena senda en el cumplimiento de nuestros objetivos para con la UE, que se ha perdido en 2021.
En todo caso, muchas de las convocatorias para asignación de los fondos Next Generation están aún por publicarse y esperemos que tengan en cuenta el principio ‘Energy Efficiency First’ que se invoca en la nueva Directiva de Eficiencia, y que den cabida a proyectos en los que la eficiencia juegue un papel principal y ayude a introducir nuevas tecnologías en todos los ámbitos.
ESEFICIENCIA: Las ITPs (Iniciativas Tecnológicas Prioritarias) son documentos desarrollados por la PTE-ee donde se analizan tecnologías susceptibles de ser desarrolladas o utilizadas en el ámbito de la eficiencia energética. ¿Cuál es el objetivo de estos documentos? ¿En qué han consistido o consistirán las ITPs de 2022? ¿Qué otras acciones destacadas desarrolláis desde la Plataforma?
Guillermo José Escobar: El objetivo original de las ITPs era transmitir a la Administración la necesidad de apoyar el desarrollo de ciertas tecnologías, sobre la base de su alineamiento con los objetivos nacionales de energía y descarbonización, pero también por el potencial de generación de riqueza, empleo y competitividad, y hasta exportación. Sin renunciar a ese objetivo, el propio desarrollo de las ITPs ha permitido la creación de grupos de trabajo, reflexión y discusión de expertos de diferentes orígenes e intereses, vinculados por la tecnología de que se trate en cada caso. Ahora, las ITPs las desarrollan expertos de entidades desarrolladoras de tecnología, pero también de integradores y utilizadores finales de estas, con lo que alcanzamos otro de los objetivos de la PTE-ee, que es conectar a la oferta de la tecnología con la demanda.
En 2022, estamos desarrollando dos ITPs. Una de ellas se centra en las tecnologías de reciclado de baterías de litio ion de automoción, mediante nuevas técnicas más eficientes, no solo desde el punto de vista energético sino en materia de cantidad y calidad de las partes reutilizables y los materiales reciclados. Para nuestra satisfacción, esta línea es una de las contempladas específicamente en el PERTE de Economía Circular. La ITP la lidera el CIRCE, y colaboran otras Plataformas Tecnológicas Españolas, como ‘BatteryPlat’ y la de Automoción y Movilidad, Asociaciones como AEDIVE, y la Universidad Politécnica de Madrid a través de las Escuelas de Ingenieros de Montes, la de Ingenieros de Diseño Industrial, y la de Ingenieros Industriales.
La otra ITP, que tengo el privilegio de coordinar, versa sobre redes de energía térmica de distrito de baja y muy baja temperatura, que permitan integrar directamente renovables térmicas (solar de baja temperatura, geotermia de baja entalpía, biomasa de condensación) y calores residuales de la industria y los servicios. No es la primera vez que enfocamos a una aplicación y no a una tecnología (pasó en el caso de la de Distritos de Energía Positiva, por ejemplo), porque esas fuentes de energía tienen un papel que jugar en la descarbonización de la demanda de calor, donde pueden sustituir casi en su totalidad a combustibles no sostenibles. En el grupo de trabajo tenemos la suerte de contar con bastantes asociados centros tecnológicos y OPIs como TECNALIA, CARTIF, IREC, y CIEMAT, también con la plataforma SOLPLAT, asociaciones como ADHAC, empresas como REBI, y el Instituto Geominero de España.
Como no basta con desarrollar documentos, para la PTE-ee es muy importante comunicar. Por eso, otras actividades centrales para nosotros es realizar sesiones conjuntas con agentes del sector de la eficiencia. Este año hemos realizado sendos actos con ANESE y con A3E para acercarnos al mundo de la aplicación de las tecnologías de eficiencia, asistido como moderadores o ponentes a sesiones organizadas por el ENERCLUB, ENERTIC, estamos integrados en el comité científico del congreso iENER 2022, que se celebra en Barcelona, y muchas otras actividades de difusión.
ESEFICIENCIA: ¿Cuáles serán las principales apuestas de la Plataforma Tecnológica Española de Eficiencia Energética de cara a los próximos años? ¿En qué se basarán vuestras principales líneas estratégicas y objetivos a corto y medio plazo?
Guillermo José Escobar: Nuestros programas de trabajo son bianuales. En 2023 iniciamos nueva etapa, pero el tipo de actividades se mantendrá, adaptada al marco de la I+D y a las políticas y normativas de energía/descarbonización, que están en continua evolución (cuando no hemos acabado de plasmar en las leyes el Green Deal, ya tenemos delante el Fit for 55).
Pretendemos seguir ampliando el espectro de las colaboraciones a ámbitos sectoriales no energéticos, ya que la eficiencia energética es un aspecto horizontal a todas las actividades, y el abanico de tecnologías es muy amplio, y que hay que dar a conocer. Además, hay que integrar la eficiencia en todos los aspectos de la actividad económica, pero también a nivel de vida privada.
La difusión tecnológica, sobre todo aguas abajo, hacia los utilizadores de las tecnologías nuevas es fundamental para estimular la demanda y así facilitar la actividad de nuestros asociados desarrolladores de tecnología.
Para ello, no solo organizamos sesiones de trabajo e intercambio de conocimientos y pareceres, sino que seguiremos con el seguimiento de las tendencias de I+D+i en eficiencia energética de las entidades españolas, para dar a conocer qué se está haciendo y qué capacidades están a disposición del mercado.
Una faceta novedosa, y que nos gustaría trabajar en 2023-2024, es la de las tecnologías habilitadoras, y cómo su carencia puede frenar las tecnologías de eficiencia, y las cadenas de valor de las tecnologías. Son aspectos horizontales a todas las tecnologías energéticas y nos gustaría tratarlo de forma conjunta en el marco de ALINNE (Alianza por la Investigación e Innovación Energéticas).