Marta San Román, directora general de la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (AFEC)

La Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (AFEC) es una asociación sin ánimo de lucro que lleva desde el año 1977 representando a empresas asociadas y al sector, ante los organismos e instituciones oficiales. Su nueva directora general, Marta San Román, nos habla de los servicios que ofrecen y valora la situación actual del sector.

Marta San Román asegura que la formación es fundamental en el sector de la climatización, ya que actualmente se enfrentan al crecimiento del sector y al reto de falta de técnicos cualificados.

ESEFICIENCIA: La Junta Directiva ratificó tu nombramiento como directora general de AFEC el pasado mes de diciembre. ¿Cómo afrontas este nuevo cargo? ¿Cómo ha sido el proceso de transición? ¿Cuáles son vuestros objetivos y qué aportará la nueva directiva de AFEC?

Marta San Román: Lo cierto es que, aunque el nombramiento se ratificó en diciembre, me uní a este proyecto hace ya más de un año y con unas expectativas que se superan día a día. En los últimos años, AFEC ha ganado más relevancia ante organismos oficiales y ante el entramado empresarial y asociativo. Es reconocida como una entidad de referencia en conocimiento del mercado, servicios al socio, relaciones institucionales, procesos legislativos y comunicación, entre otras cosas.

El traspaso de la responsabilidad ha sido un proceso fluido y sencillo. Por un lado, se ha seguido un plan de sucesión en la dirección general que estaba incluido en la hoja de ruta de la Asociación. Y por otro, el cambio ha sido “dulce”, facilitado por una excelente gestión anterior, un gran equipo y una Junta Directiva muy cohesionada.

La transición ordenada que se había previsto sigue su curso. Los objetivos prioritarios y las principales líneas de trabajo marcados en el plan estratégico tienen asegurada la continuidad con la Junta Directiva, que aporta un extenso conocimiento del mercado y de la asociación, y una completa representación de diferentes perfiles de empresas (multinacionales, pymes, españolas, familiares, internacionales) y de las distintas gamas de soluciones, entre las que se encuentran sistemas de calefacción, refrigeración, aire acondicionado, bombas de calor, ventilación, distribución/difusión/tratamiento de aire, mejora de la calidad de aire interior, regulación y control.

Por último, cuando hablo de “continuidad” no me refiero a que sea un proyecto conservador e inmovilista, sino todo lo contrario: la familia AFEC tiene una enorme capacidad de adaptación a los cambios. Así lo ha venido demostrando durante décadas, en tiempos tan tumultuosos como los que hemos vivido los dos últimos años sin ir más lejos, y lo seguirá haciendo para crear valor añadido a los asociados, a la Administración Pública y al sector.

ESEFICIENCIA: El informe anual 2021 del mercado de la climatización confirma un crecimiento del 12% del mercado HVAC. ¿Qué valoración haces del sector de la climatización? ¿A qué retos se enfrenta AFEC y el sector en general?

Marta San Román: Yo creo que muchos de los desafíos a los que nos enfrentamos son similares a los de otros sectores, y que están relacionados no sólo con los retos en sí, sino también con la velocidad e intensidad de los cambios, la incertidumbre en el mercado, los conflictos geopolíticos, los factores socioeconómicos, la transformación tecnológica y la complejidad legislativa. ¿A que suena familiar, y podría ser esta la respuesta en otro contexto sectorial? Lo que sí ocurre es que algunos elementos dentro de este espectro son más específicos de nuestro sector y su impacto, diferente.

Aspectos como la volatilidad de precios de la energía, las dificultades en el transporte y suministro de materias primas, y algunas novedades legislativas más específicas de nuestra industria, como las nuevas propuestas sobre refrigerantes (FGas europea e impuesto en España), la ley de envases y los aspectos del RITE; suponen obstáculos (a veces innecesarios) a una industria que lleva años demostrando su compromiso con el medioambiente, la eficiencia energética, las prestaciones y servicios a los usuarios, el cumplimiento normativo, la sostenibilidad, la innovación e inversión continua en tecnología.

Un reto que sí parece mirar más frontalmente a nuestra industria es el de la falta de técnicos cualificados. Necesitamos atraer talento, y es urgente: las medidas contempladas en las políticas de descarbonización incluyen, por ejemplo, una implantación masiva de bombas de calor, actuaciones para la mejora de la eficiencia en climatización en edificios existentes, el mayor uso de la regulación y control. Es crucial promover la formación en estas disciplinas y el impulso a la empleabilidad en el sector.

En 2022 seguiremos utilizando con frecuencia el nuevo diccionario de términos al que nos hemos acostumbrado (¿o no?): CAI, descarbonización, integración, loT, energía renovable, bomba de calor, aerotermia y geotermia, Next Generation UE, electrificación, acrónimos sajones como RACHP ó HVACR (os animo a buscarlos, si no los conocéis).

ESEFICIENCIA: Vivimos en una etapa de transformación energética que empuja a los fabricantes a ofrecer diseños con nuevas prestaciones para que los equipos reduzcan su impacto ambiental. ¿Qué es necesario llevar a cabo para impulsar la transición hacia sistemas de producción eficientes y renovables, y que contribuyan a la reducción de la factura energética? ¿Qué pueden hacer las Administraciones Públicas para facilitar la labor?

Marta San Román: Es necesaria la concienciación y la implicación individual de todos y cada uno de nosotros. Si nos movemos aguas-arriba, ya existen equipos eficientes, que cumplen con las cada vez más exigentes directivas de ecodiseño. Los fabricantes de sistemas y de componentes invierten continuamente en I+D y los códigos de edificación regulan mayor uso de renovables. A su vez, la Unión Europea legisla bajo el principio de “lo primero, la eficiencia energética”, y actualmente contempla medidas más rigurosas en vista de los conflictos bélicos y la dependencia del suministro de energía.

Pero aguas-abajo aún nos queda mucho por hacer. Las personas no somos conscientes de que para esa transformación energética no basta con usar lámparas de bajo consumo o comprar un coche eléctrico. Hay que vencer la inercia de una cultura acomodada en el desperdicio de energía, para hacer un examen de conciencia de cómo podemos contribuir como individuos, incluso con acciones que tienen un coste (todos somos verdes hasta que nos duele el bolsillo, me temo). Otro cambio cultural imprescindible es el de pasar a valorar decisiones de compra de bienes de ciclo de vida a medio y largo plazo, incorporando los costes operativos, de mantenimiento y de gestión de residuos, y no sólo el mero coste de inversión.

Volviendo al camino aguas-arriba, en donde se encuentran las Administraciones Públicas, creo que están haciendo lo posible por impulsar la transición y existe un gran compromiso para diseñar los programas de ayudas, definir normativas que faciliten la neutralidad tecnológica y realizar un gran esfuerzo por acercarse a los ciudadanos para crear concienciación.

Una forma de que, aparte de lo anterior, se facilite la labor de reducir la factura energética es simplificar el acceso a las ayudas de los fondos que vienen de Europa, gestionadas por las Comunidades Autónomas, pues debido a los protocolos de control por parte de los organismos europeos, resulta a veces excesivamente complejo. También pueden buscar acciones con éxito llevadas a cabo por otros estados miembros, como por ejemplo Francia, que va a reforzar su plan renove “MaPrimeRénov” para acelerar la sustitución de las calderas de combustibles fósiles por soluciones de calefacción renovables como las bombas de calor, aumentando las ayudas de dicho plan en 1.000 euros adicionales, desde el 15 de abril hasta finales de este año. Asimismo, prohibirá el alquiler de viviendas con mala clasificación energética a partir de 2023, lo cual se espera que redunde en mejoras de la eficiencia de las instalaciones de climatización. Este tipo de medidas se traduce en más sistemas de calefacción eficientes.

ESEFICIENCIA: El 1 de enero de 2022 entró en vigor el Real Decreto-ley 7/2021: ampliación de la garantía legal. ¿Qué modificaciones ha provocado esta nueva normativa? ¿Cómo afecta a los profesionales y al sector? Desde vuestro punto de vista, ¿qué otras normativas tendrían que actualizarse o modificarse para lograr un impacto positivo para el usuario final y los fabricantes?

Marta San Román: Quizás la modificación que más ha dado que hablar es la extensión del plazo para la manifestación de la falta de conformidad de dos a tres años. A los fabricantes de AFEC no les afecta significativamente, dado que llevan muchos años invirtiendo en diseño, producción y control de calidad de equipos certificados que aseguran la robustez, la durabilidad y la reparabilidad.

Si se mantiene el mismo nivel de calidad y cualificación a lo largo de todo el ciclo de vida, desde un diseño de proyecto adecuado, una instalación llevada a cabo por profesionales y cumpliendo los programas de mantenimiento necesarios, sólo falta que los usuarios hagan buen uso de los sistemas, siguiendo las instrucciones de fabricantes e instaladores (tanto sobre los equipos como sobre la regulación y control).

A la hora de entender en qué condiciones aplica esta ley es importante que se distinga entre la garantía comercial y la garantía legal, por un lado, así como discernir entre la venta a consumidor y la venta a otros profesionales o destinatarios que no son consumidores.

En lo que respecta a otras normativas que deberían actualizarse o modificarse, creo que es importante finalizar algunas que están en fase de revisión y centrarse en aclarar aspectos que están sujetos a interpretación por parte de las entidades responsables que muchas veces son las Comunidades Autónomas. Por ejemplo, aspectos del RITE (Reglamento de Instalaciones Técnicas de Edificios), de los programas de ayudas, del uso de refrigerantes inflamables del RSIF (Reglamento de Seguridad de Instalaciones Frigoríficas). Por el contrario, hay otras que no deberían modificarse, como la ley sobre el impuesto sobre gases fluorados de efecto invernadero, cuya nueva propuesta penalizaría a los profesionales y los usuarios, frena varios sectores y la transición energética, y no está armonizada con el resto de Europa.

Esto ayudaría en gran manera a fortalecer el marco de certidumbre legal, que permitirá a los fabricantes y usuarios finales saber a qué atenerse para su toma decisiones estratégicas, bien sean de desarrollo de negocio, bien de compra e inversión.

ESEFICIENCIA: La Agencia Internacional de la Energía consideró a la bomba de calor como la mejor tecnología disponible para calefacción de espacios. En AFEC tenéis un Plan de promoción de Bomba de calor, ¿en qué consiste? ¿Por qué es relevante esta tecnología para mejorar la eficiencia energética? ¿Cuál es la importancia de la formación de profesionales especializados para poder garantizar la instalación y mantenimiento de estos nuevos sistemas?

Marta San Román: Ahora oímos hablar de “bomba de calor” y de “aerotermia” con cierta frecuencia, son términos que se encuentran no sólo en nuestros documentos legislativos, sino también en el vocabulario social y doméstico. Hay cuñas de radio, publicidad en mobiliario urbano, en revistas y periódicos de difusión no profesional.

Nos sentimos muy orgullosos de que nuestro Plan de Promoción haya contribuido a que, a nivel de la calle, resulte conocida la bomba de calor; a que haya curiosidad por saber cómo funciona; a que a través de nuestra página www.bombadecalor.org y de las campañas de difusión que realizamos, muchos interesados hayan comprendido que sirve no sólo para calefacción, sino también para refrigeración y producción de ACS, incluso de forma combinada; a que se haya despertado la inquietud por comparar distintos sistemas de calefacción en términos de eficiencia y de renovables.

Llevamos siete años poniendo esta importante plataforma de difusión de esta tecnología a disposición de todos para intentar alcanzar a distintos sectores empresariales, profesionales, consumidores y administraciones.

La relevancia de esta tecnología en lo relativo a la eficiencia energética, reside en su alto rendimiento, comparado con sistemas tradicionales basados en combustibles fósiles, y en su capacidad de utilizar energía de fuentes renovables. Además, es un sistema muy versátil que puede proporcionar distintas funciones y aplicarse en todo tipo de edificios, tanto obra nueva como rehabilitación, tanto residencial como comercial o industrial. Adicionalmente, aparte de la continua mejora de prestaciones, como la recuperación de calor, y de la eficiencia energética, impulsada esta última por las directivas de ecodiseño y de etiquetado energético, la evolución hacia soluciones cada vez más completas facilita la hibridación con otras tecnologías, la incorporación de loT y regulación y control para la monitorización de consumos.

Por ello precisamente es tan importante la formación de profesionales que he mencionado antes, no únicamente en relación con la instalación y el mantenimiento, sino también con el diseño de proyecto, la prescripción del producto y el servicio postventa.

ESEFICIENCIA: La rehabilitación energética y la eficiencia energética adquieren un gran protagonismo en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España. ¿Qué oportunidades se presentan para el sector? ¿Con qué acciones tenéis previsto impulsar el mercado de la climatización en el marco de la rehabilitación con estos fondos de recuperación europeos?

Marta San Román: La rehabilitación energética de edificios existentes es uno de los grandes desafíos para conseguir los objetivos de descarbonización en Europa, al ser un parque antiguo y con grandes necesidades de mejora, que se refieren en gran medida a la climatización de los edificios.

Los fondos europeos ofrecen oportunidades para empujar el cambio hacia sistemas de climatización y de producción de agua caliente sanitaria con bomba de calor para mejorar los sistemas de ventilación, para combinar con otras soluciones que permiten aprovechar más energía renovable y reducir la demanda de energía, para la formación y el empleo en el sector, para la digitalización de las empresas y para un mayor y mejor uso de sistemas de regulación y control.

En AFEC estamos trabajando, entre otras cosas, en una guía de rehabilitación con bomba de calor, en foros y jornadas técnicas para la divulgación de conocimiento, en apoyo a los asociados y a la administración para agilizar y facilitar el acceso a las ayudas, en cooperar con otras organizaciones para atraer talento y profesionales al sector.

Seguiremos buscando un diálogo abierto y continuo con todos los agentes del sector para impulsar un esfuerzo colaborativo que sea más eficaz y eficiente y dinamizar así el sector de la climatización en el marco de la rehabilitación.

 
 
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