Trece empresas, el Instituto Balear de la Energía (IBE) y el Ayuntamiento de Sant Lluís han constituido la primera comunidad energética del polígono empresarial de Sant Lluís en Menorca. El ente cuenta con una inversión inicial ya comprometida de 150.000 euros por parte del Instituto Balear de la Energía (IBE), organismo adscrito al Gobierno de Baleares.
Los objetivos son lograr la autosuficiencia energética del polígono empresarial de Sant Lluís mediante la reducción de su consumo energético y la generación de energía de fuentes renovables en el mismo polígono. Asimismo, otro de los objetivos es conseguir el precio más económico posible para la energía consumida. Una colaboración público-privada que además favorece el proceso de descarbonización.
Así, los 15 socios iniciales que conforman la comunidad ponen a disposición de la comunidad energética 7.990 metros cuadrados de superficie en sus cubiertas para acoger instalaciones de generación de energía renovable fotovoltaica.
Proceso de creación de la comunidad energética
Primero el Ayuntamiento de Sant Lluís realizó un estudio de viabilidad de la comunidad energética. Posteriormente, Menorca Preservation (fundación sin ánimo de lucro que apoya a proyectos que contribuyan a la descarbonización de Menorca en el marco de la Estrategia 2030 del Consejo Insular) aportó 9.000 euros para financiar el trabajo del equipo técnico con el fin de conseguir un modelo que pueda ser replicado en otros municipios.
Una vez llegado al acuerdo de constitución de la comunidad energética y obtenidas las ayudas citadas anteriormente, los integrantes firmaron el acta constitucional, validaron los estatutos y escogieron a Pablo Sánchez (de la empresa Dixis) como presidente y a Josep Pons (de la empresa Ecosis) como secretario.
Funciones de la comunidad energética de Menorca
La comunidad energética promoverá instalaciones de energías renovables en el entorno del polígono, gestionará su aprovechamiento energético, llevará a cabo su mantenimiento y facturará a los consumidores la energía suministrada. A la vez, facilitará herramientas e instrumentos de gestión energética a sus miembros, a efectos de reducir el consumo energético y el precio de la energía que consuman.
La comunidad determinará un precio anual del kWh por debajo del precio medio de mercado, que incorporará el coste de las instalaciones, su amortización y los costes de operación y mantenimiento. El precio se revisará anualmente y deberá prever necesariamente la retribución de los inversores que hubieran aportado capital. La participación en esta asociación es de carácter abierto y voluntario para cualquier persona física o jurídica que cumpla las condiciones de participación fijadas en sus Estatutos.
Control del autoconsumo y nuevas adhesiones
Los miembros de la comunidad energética que sean consumidores tendrán derecho al aprovechamiento energético de las instalaciones de autoconsumo. Asimismo, esta comunidad energética tendrá la facultad de establecer los protocolos de entrada y salida de los autoconsumidores y el coeficiente de reparto de la energía y se fijará, en todo caso, una cuota máxima de reparto de la energía, a efectos de asegurar el acceso por parte de un mayor número de consumidores a ésta.
Finalmente, tanto la cuota de participación como el número de autoconsumidores se irá adaptando progresivamente a la implantación de instalaciones de generación. La adhesión de nuevos autoconsumidores se hará de forma progresiva, a efectos de asegurar que su entrada no implique una reducción significativa de la cuota de energía autoconsumida de los miembros que ya lo eran.