La Xunta de Galicia va a realizar una inversión de cerca de 2 millones de euros en un sistema innovador para optimizar el consumo y reducir el coste energético de las estaciones de tratamiento de aguas residuales. Esta actuación se enmarca en el proyecto Innovaugas 4.0, en el que participan Augas de Galicia, en colaboración con la Agencia Gallega de Innovación y el Ministerio de Ciencia e Innovación, y que cuenta con un presupuesto global de 7 millones de euros para buscar soluciones novedosas y mejorar la gestión del ciclo del agua.
Tres estaciones depuradoras, Baiona, Gondomar y Nigrán, gestionadas desde la Xunta a través de Augas de Galicia, presentan la mayoría de las casuísticas que se dan en las depuradoras de pequeño y mediano tamaño de Galicia y en ellas, a modo de proyecto piloto, se va a desarrollar un sistema de simulación que facilite a Augas de Galicia la toma de decisiones en tiempo real sobre los distintos procesos de cada una de las depuradoras, de cara a la reducción del consumo energético y la optimización de la calidad del agua, avanzando en el modelo de economía circular en el ciclo integral del agua.
Presentación de ofertas hasta del 21 de diciembre
El proceso de licitación para prestar este servicio ya está abierto y las empresas interesadas pueden presentar sus ofertas hasta el 21 de diciembre. El plazo de ejecución es de 15 meses, incluyendo las fases de diseño de la solución, su desarrollo e integración, las pruebas y su validación y certificación final.
La solución que resulte elegida y probada en estos tres entornos operativos reales, diferentes entre sí, permitirá validar su efectividad de cara a optimizar el consumo energético, reducir costes y garantizar la calidad del agua vertida en las demás depuradoras. Se trata, en definitiva, de mejorar la eficiencia en la gestión empleando herramientas de inteligencia artificial.
La Xunta de Galicia gestiona 28 depuradoras municipales, cuyos costes de mantenimiento están siendo muy elevados debido a las subidas en el precio de la electricidad. Por ejemplo, en la instalación de Baiona el coste de la electricidad se incrementó en algo más de 100.000 euros/año, lo que supone un incremento de más del 100% en el coste de la energía que precisa la instalación.
Otro concepto que también incrementa el coste de la explotación es el caudal de aguas blancas, de lluvia o de mar, que llega a las depuradoras cuando no debería de llegar, ya que estas aguas no es necesario tratarlas. Esto dificulta el funcionamiento de las estaciones de tratamiento de aguas residuales, provoca ineficiencias y sobrecostes que serían evitables.
Ley de gestión integral del agua
El incremento de la electricidad y el exceso de caudal de aguas blancas en red tienen un impacto de algo más de 7 millones de euros al año en las depuradoras que gestiona la Xunta, sobrecostes que se podría evitar si los ayuntamientos, que son los que tienen las competencias de saneamiento y depuración, mejoraran la gestión de sus redes.
Consciente de las dificultades que tienen los municipios para gestionar adecuadamente sus infraestructuras hidráulicas y también del impacto del incremento de la factura eléctrica en el funcionamiento de las depuradoras, la Xunta se proponen aportar soluciones y reforzar su apoyo a los municipios que así lo quieran a través de la Ley de gestión integral del agua.
A través de esta Ley se impulsarán auditorías para conocer el estado de las redes municipales con el fin de evitar la infiltración de aguas blancas e introducir medidas de eficiencia energética, entre las que se contempla, por ejemplo, la instalación de placas solares.