Reducción del consumo de energía, menores emisiones de carbono y ahorros de costes para los consumidores son los resultados de las políticas que establecen estándares mínimos de rendimiento de eficiencia energética y etiquetado de consumo de energía en electrodomésticos y equipos. Así lo confirma el informe ‘Logros de los programas de etiquetado y estándares de eficiencia energética de equipos y aparatos‘, publicado recientemente por la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) y el Programa de Colaboración Tecnológica 4E (4E TCP).
Los resultados del informe se extraen de casi 400 estudios de evaluación que cubren 100 países, incluidos los de la Unión Europea, China, Japón y Estados Unidos, países con las políticas de etiquetado de consumo de energía en electrodomésticos y equipos (EES & L) más sólidas.
Se estima que los programas que han estado operando por más tiempo, como los de Estados Unidos y la Unión Europea, producirán reducciones anuales de cerca del 15% del consumo total de electricidad actual. Alrededor de dos tercios de estos ahorros se observan en el sector residencial, mientras que los ahorros en los sectores industrial y de servicios representan cada uno una sexta parte del total.
El informe indica que este porcentaje aumenta cada año a medida que se reemplaza una mayor cantidad de existencias más antiguas y menos eficientes por equipos que cumplen con los nuevos estándares de eficiencia más elevados.
Beneficios de los programas de etiquetado de eficiencia energética
Cada vez más países reconocen los beneficios de los programas de normas y etiquetado de eficiencia energética para reducir las facturas de energía, impulsar la innovación de productos, crear puestos de trabajo y reducir las emisiones de CO2. En la actualidad, estos programas funcionan en más de 120 países de todo el mundo, con variaciones entre ellos, y se aplican a más de 100 tipos de electrodomésticos y equipos en los sectores comercial, industrial y residencial.
En los impactos registrados como resultado de este tipo de programas, destacan los ahorros de energía del sistema energético general y reducciones relacionadas con las emisiones de CO2, los costes y beneficios netos generales de los programas EES & L, incluida la creación de empleo; la mejora de eficiencia energética para electrodomésticos y productos clave, el impulso a la innovación y la reducción de costos de los electrodomésticos, además del ahorro de agua y beneficios para la salud.
Reducción del consumo energético y desarrollo de productos más eficientes
El estudio muestra los impactos positivos de estas medidas. En países con políticas de larga duración, los electrodomésticos ahora consumen un 30% menos de energía de lo que habrían consumido de otra manera.
Asimismo, en los nueve países / regiones para los que se disponía de datos para la elaboración del estudio, dichos programas redujeron el consumo anual de electricidad en un total de alrededor de 1.580 TWh en 2018, similar a la generación total de electricidad de energía eólica y solar en esos países. El análisis sugiere que se podrían haber realizado ahorros globales de alrededor de 3.500 TWh en 2020 si todos los países adoptaran medidas similares, lo equivalente a reducir a la mitad el consumo total de electricidad de China.
Por otro lado, bajo estos programas, continuamente se introducen en el mercado productos nuevos y más eficientes, reemplazando a los más antiguos, lo que permite aumentar el ahorro energético año tras año, a medida que el stock general de electrodomésticos se vuelve más eficiente. Por ejemplo, respecto a los ahorros logrados por los programas actuales EES & L en la Unión Europea, se prevé que aumenten del 14,9% del consumo de la electricidad total de la UE en 2020 al 24,1% para 2030.
Los programas de mayor duración muestran mayores niveles de ahorro, en parte porque ha transcurrido suficiente tiempo para que los productos regulados representen una mayor participación del stock total de electrodomésticos en uso. Estos programas más maduros también tienden a cubrir una variedad más amplia de productos y han aumentado sus niveles a lo largo del tiempo, lo que aumenta los ahorros de energía. Según el documento de la IEA, en el caso de los Estados Unidos el programa EES & L ha logrado una reducción de ahorro energético del 15,5% del consumo total de electricidad.
Además, estos ahorros de energía representan un beneficio financiero significativo para las empresas y los hogares. El estudio indica que solo en Estados Unidos los clientes de servicios públicos ahora están economizando 60.000 millones de dólares cada año, o 320 por cliente.
Reducción de emisiones de CO2
El informe de la Agencia Internacional de la Energía y 4E TCP destaca que los estándares y etiquetas de mejores prácticas contribuyen a entre el 7% y el 10% de reducciones totales de CO2 relacionadas con la energía a nivel nacional. Para los países con los programas EES & L más avanzados, dichos programas actualmente contribuyen a alrededor del 7-10% de las reducciones totales de emisiones relacionadas con la energía cada año.
El estudio muestra que Estados Unidos, la Unión Europea y China juntos están evitando más de 700 millones de toneladas de emisiones anuales de CO2, equivalentes a las emisiones totales relacionadas con la energía de Alemania.
En concreto, el programa EU EES & L de ecodiseño y etiquetado obligatorio ha permitido reducir las emisiones en 311 Mt de CO2, o el 10,7% de las emisiones totales relacionadas con la energía de la Unión Europea en 2019. Se trata del 7% del total de CO2 de la UE.
Innovación de productos y eficiencia energética
Las políticas bien diseñadas fomentan la innovación de productos y conducen a economías de escala, lo que reduce el costo de los electrodomésticos.
Los precios de los electrodomésticos han bajado con la mejora del rendimiento energético. Este informe también destaca el impulso de los programas EES & L a la innovación y a reducir los precios de compra de productos al mismo tiempo que reducen su consumo de energía. Según el estudio, el precio medio de compra de los electrodomésticos cubiertos por los programas EES & L disminuyó a una tasa del 2-3% anual.
A su vez, el análisis también indica que la eficiencia energética de los nuevos grandes electrodomésticos en los países con programas EES & L ha aumentado de dos a tres veces la tasa de mejora tecnológica. Esto ha resultado en reducciones de energía promedio de 10-30% durante 15 a 20 años en el stock de la mayoría de productos regulados en todos los países.
En los países líderes con reglamentos y programas de larga duración que se actualizan periódicamente, la contribución fue mucho mayor, de tal manera que los programas EES & L ayudaron a reducir el consumo de electricidad de muchos electrodomésticos en más del 50%. La tasa promedio de mejora varía para los diferentes productos.
Transición hacia un futuro energético más limpio
Como conclusión, el informe destaca que expandir los estándares y los programas de etiquetado de eficiencia energética contribuirá a la transición hacia un futuro energético más limpio, para lo que los responsables políticos deben actualizar periódicamente las políticas de EES & L.
Un ejemplo es el de la Unión Europea. Con el objetivo de ayudar a los consumidores a elegir productos más eficientes, el pasado mes de marzo se llevó a cabo en la UE el cambio de la etiqueta energética de lavadoras, lava-secadoras, lavavajillas, frigoríficos, vinotecas, monitores y televisiones, y desde el 1 de septiembre en las fuentes de iluminación. Se han simplificado las categorías, volviendo a una escala A-G más simple.
El informe de la Agencia Internacional de la Energía y 4E TCP subraya la evidencia de que, con el apoyo de los gobiernos, los programas EES & L podrían ofrecer una mayor cobertura y ambición. El estudio muestra los beneficios reales de los programas de etiquetado y estándares de eficiencia energética para que puedan evaluarse e implementarse con mayor rigor.