Con el objetivo de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% de aquí a 2030, en comparación con los niveles de 1990, y alcanzar la neutralidad climática en 2050, la Comisión Europea ha adoptado el 14 de julio el paquete de propuestas ‘Cumplir con el Pacto Verde Europeo‘ para adaptar las políticas de la Unión Europea en materia de clima, energía, uso del suelo, transporte y fiscalidad. Dentro de este nuevo paquete de medidas, la Comisión Europea ha publicado una propuesta para refundir la Directiva de la UE sobre Eficiencia Energética.
Tras la revisión parcial de la Directiva de 2012 (2012/27/CE) en 2018 mediante la modificación de la Directiva 2018/2002/UE, la propuesta reformula toda la directiva. Busca introducir un objetivo más alto para reducir el consumo de energía primaria (39%) y final (36%) para 2030, por encima del objetivo actual del 32,5%.
La nueva directiva propone casi duplicar las obligaciones anuales de ahorro de energía de los Estados miembros en el uso final. La propuesta se centra en los sectores con un alto potencial de ahorro de energía, en particular los servicios de calefacción y refrigeración, la industria y la energía, y pone un énfasis adicional en el sector público como ejemplo que puede servir para liderar la transición.
En la estrategia Renovation Wave, la propuesta incluye medidas para impulsar la rehabilitación de una manera que también beneficie a la sociedad en términos de abordar la pobreza energética y fortalecer el empoderamiento del consumidor.
Nuevo objetivo de eficiencia energética para 2030
La Comisión Europea estima que los nuevos objetivos deberían reducir el consumo de energía primaria a 1.023 millones de toneladas equivalentes de petróleo (mtep) en 2030 y el consumo de energía final a 787 mtep. En relación con las proyecciones de consumo de 2007 en las que se basa el objetivo actual del 32,5%, esto equivale a nuevos objetivos del 39% y 36% respectivamente.
La propuesta requiere que cada Estado miembro determine su contribución nacional indicativa sobre la base de una fórmula de criterios objetivos y puntos de referencia, que reflejen las circunstancias nacionales. A continuación, la Comisión los evaluaría y propondría soluciones para abordar cualquier deficiencia en el objetivo de la UE.
La propuesta también aumenta la obligación de los Estados miembros de lograr ahorros anuales de energía en el consumo final. En la actualidad, la obligación está fijada en el 0,8% anual, pero la propuesta busca elevar esta cifra al 1,5% a partir de 2024, hasta el 2030.
Futuro Sistema de Comercio de Emisiones
La propuesta presentada ahora pretende incluir los sectores de transporte y edificios en el futuro Sistema de Comercio de Emisiones, además del impulso del EED para hacer que estos sectores sean más eficientes energéticamente. La propuesta de EED busca establecer un nuevo marco para la calefacción y la refrigeración, que representa el 80% del uso de energía en los edificios, con el objetivo de reducir las emisiones en los edificios.
Para las empresas, la propuesta tiene como objetivo fortalecer los requisitos de manera focalizada. Entre otras cuestiones, los mayores usuarios de energía (que utilizan más de 100 TJ por año) que aún no cuentan con sistemas de gestión de energía, deberán hacerlo en el futuro. Para otras empresas, la obligación de tener una auditoría de cuatro años en el futuro solo se aplicará a aquellas que utilicen más de 10 TJ de energía por año.
Por otro lado, la directiva refundida introduce medidas específicas de ahorro de energía para el sector público. Estas incluyen la nueva obligación del sector público de reducir el consumo anual de energía en un 1,7% cada año, la obligación reforzada de renovación del 3% de la superficie de los edificios públicos y el requisito de incluir de forma más sistemática requisitos de eficiencia energética en los procedimientos de contratación pública.
Otras medidas
La propuesta para refundir la Directiva de la UE sobre Eficiencia Energética se vincula con otras propuestas del nuevo paquete de medidas presentado por la Comisión Europea, en particular la Directiva de energías renovables revisada, el Régimen de comercio de derechos de emisión (ETS) y el nuevo Fondo para el clima social, la revisión del Reglamento de reparto del esfuerzo que asigna objetivos reforzados de reducción de emisiones a cada Estado miembro y la Revisión de la Directiva sobre impuestos sobre la energía.
Junto con el resto del paquete, la propuesta pasa ahora al Consejo Europeo y al Parlamento Europeo para poner en marcha el proceso de toma de decisiones de la UE.