La Ley de Cambio Climático y Transición Energética ha sido aprobada de forma definitiva. El Pleno del Congreso de los Diputados dio luz verde ayer jueves 13 de mayo a la nueva ley, una vez votados y ratificados los cambios realizados durante su tramitación en el Senado. Entre los objetivos de la nueva norma, se persigue la mejora de la eficiencia energética y la reducción de emisiones.
Son varios los objetivos mínimos nacionales que se establecen para el año 2030: lograr una sistema eléctrico con, por lo menos, un 74% de generación a partir de energías de origen renovable; mejorar la eficiencia energética disminuyendo el consumo de energía primaria en, al menos, un 39,5% con respecto a la línea de base conforme a normativa comunitaria; alcanzar una penetración de energías de origen renovable en el consumo de energía final de, como mínimo, un 42%; y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en, al menos, un 23% respecto del año 1990.
La ley establece que España, antes de 2050, en el más corto plazo posible, deberá alcanzar la neutralidad climática y el sistema eléctrico deberá estar basado, exclusivamente, en fuentes de generación de origen renovable.
El Consejo de Ministros podrá revisar al alza los objetivos establecidos para adaptarlos a la evolución de los avances tecnológicos y del conocimiento científico y cumplir con el Acuerdo de París y la normativa de la Unión Europea.
Instrumentos de planificación para la transición energética
El texto recoge los Planes Nacionales Integrados de Energía y Clima (PNIEC) y la Estrategia de Descarbonización a 2050 como instrumentos de planificación para abordar la transición energética.
El Gobierno deberá aprobar esta estrategia, mediante real decreto, para establecer una senda de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y de incremento de las absorciones por los sumideros del conjunto de la economía española hasta 2050, necesaria para cumplir con los objetivos señalados y de conformidad con lo exigido por la normativa de la Unión Europea.
Alta eficiencia energética y descarbonización de los edificios
Entre otros aspectos, la ley contempla que el Gobierno fomentará la renovación y rehabilitación de los edificios existentes, tanto públicos como privados, para alcanzar la alta eficiencia energética y descarbonización a 2050. En un plazo inferior a seis meses desde la entrada en vigor del texto, el Ejecutivo deberá elaborar un Plan de Rehabilitación de Viviendas y Renovación urbana.
En cuanto al desarrollo rural, el despliegue de las energías renovables deberá llevarse a cabo de manera compatible con la conservación del patrimonio natural y la adecuada ordenación territorial.
Además, mediante esta ley también se crea el Comité de Expertos de Cambio Climático y Transición Energética como órgano responsable de evaluar y hacer recomendaciones sobre las políticas y medidas de energía y cambio climático, incluidas las normativas. Para ello, deberá elaborar anualmente un informe que será remitido al Congreso de los Diputados y sometido a debate en el mismo, con la participación del Gobierno.
La Ley de Cambio Climático y Transición Energética entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE). No obstante, el apartado 11 del artículo 15 no entrará en vigor hasta el momento en que lo haga la disposición reglamentaria que determine las obligaciones en materia de instalación de puntos de recarga eléctrica a efectos de garantizar unas condiciones suficientes de suministro al tráfico de vehículos eléctricos que circulen por las citadas vías.