Un trabajo desarrollado por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha analizado los diferentes barrios de la ciudad de Madrid e identificado aquellos que afrontan una situación de mayor riesgo de pobreza energética. El estudio indica que al menos un 6% de la población madrileña, en torno a 215.000 personas, se encuentra en una situación crítica en relación con la pobreza energética.
Las especiales características de algunos de los barrios de Madrid -como la concentración de personas mayores, de rentas bajas, de altos costes en las facturas energéticas asociados a la ineficiencia de su parte edificado o de instalaciones de calefacción inadecuadas- aumentan el riesgo para sus habitantes de padecer vulnerabilidad energética. Esas características fueron la base del trabajo de los investigadores que, además, incorporaron a su Índice de Pobreza Energética aspectos como el nivel de estudios, la tasa de desempleo, el estado de conservación de la edificación y las carencias en materia de accesibilidad a las viviendas.
Barrios con habitantes en riesgo de sufrir pobreza energética
Villaverde, Puente de Vallecas y San Blas son los distritos de la capital que presentan más barrios con habitantes en riesgo de sufrir pobreza energética. Según el estudio, los niveles críticos de vulnerabilidad urbana se unen a valores también críticos en el índice de pobreza energética en seis barrios madrileños: Torres Garrido-Pan Bendito, Picazo, Villaverde Alto Este, Villaverde Alto Sur, San Cristóbal y Amposta. En ellos se combinarían una alta vulnerabilidad socioeconómica con carencias en el estado de conservación de la edificación, una mala accesibilidad residencial y el índice crítico de riesgo de pobreza energética.
Por su parte, Chopera, Ventisquero de la Condesa, Ofelia Nieto, Quemadero, Fuencarral, Aluche, Opañel, Abrantes Sur, Plaza Elíptica, Portazgo, Entrevías, Alto del Arenal, el Poblado de Absorción de Hortaleza, Congosto, Vicálvaro o Simancas son otras de las zonas que se encuentran en una situación crítica en cuanto a su índice de pobreza energética.
Entre los aspectos considerados como factor de riesgo por los investigadores se encuentran los bajos ingresos, elevados costes energéticos, ineficiencia energética de sus edificios, población vulnerable, especialmente de más de 65 años, y un último indicador relacionado con entre encontrarse en un barrio deprimido y contar con alguno de los indicadores anteriores.
Remodelación de las ciudades
El trabajo desarrollado por los investigadores ha demostrado que la morfología urbana de los barrios no es determinante para que estos tengan un mayor nivel de riesgo, aunque sí influye la fecha de construcción de los edificios, ya que la mayor parte de las zonas calificadas como de riesgo en los barrios madrileños tienen en común que sus edificios se construyeron antes de 1979.
Para los investigadores de este estudio, la apuesta por la remodelación de las ciudades es la clave para superar el problema.