El proyecto europeo ‘ARV: Comunidades de Energía Positiva Circular’ tiene el objetivo de crear comunidades energéticas y aumentar la eficiencia energética del parque edificado. El Ayuntamiento de Palma de Mallorca participará, junto con otras cinco ciudades europeas, en la propuesta de este proyecto para la convocatoria de fondos europeos en el marco del Pacto Verde Europeo.
El proyecto engloba seis ciudades europeas: Oslo (Noruega), Sodenborg (Dinamarca), Utrecht (Holanda), Karvina (República Checa), Trento (Italia) y Palma de Mallorca. Al mismo tiempo forman parte del proyecto toda una serie de actores, tanto públicos como privados, para garantizar los objetivos y también la solvencia económica necesaria.
El proyecto ‘ARV: Comunidades de Energía Positiva Circular’ es un proyecto piloto de cuatro años que, en el caso de Palma, se centra en el barrio de Nou Llevant-la Soledat. Por un lado, se prevé la rehabilitación energética de la arquitectura tradicional del barrio y de los equipamientos públicos y, por otro lado, se prevé que las nuevas promociones de vivienda tengan un consumo muy bajo, además de ser generadoras de energías renovables.
Crear comunidades de energía positiva neta
Este proyecto pone el foco en la lucha contra el cambio climático y la emergencia ambiental y propone dar un paso más en los retos marcados en 2015 por la Cumbre de París.
El objetivo general del proyecto es el despliegue a gran escala de comunidades de energía positiva circular en toda Europa, alcanzando altos niveles de eficiencia energética sin comprometer el confort y el bienestar (lo cual supondría que edificios nuevos o renovados tendrían que conseguir una reducción mínima del 50%), y utilizar soluciones innovadoras y sostenibles para el almacenamiento y la distribución de la energía local.
La finalidad es generar anualmente un excedente de energía renovable generada localmente, es decir, creando comunidades de energía positiva neta y cero emisiones.
Actuaciones en el barrio de Palma
Las líneas de actuación contemplan la rehabilitación energética a gran escala del barrio Nou Llevant-la Soledat, mediante la colaboración público-privada para reducir costos y tiempos de ejecución, a través de una licitación pública. Se fomentará y creará una ‘Citizen Energy Community’. El concepto de comunidades energéticas está considerado según la legislación europea como una entidad jurídica donde los ciudadanos, pymes y autoridades locales, se unen como usuarios finales de energía, para cooperar en la generación, distribución del consumo, suministro y servicio de gestión de la demanda.
También se creará un centro de transición energética con una vertiente socioeducativa y un espacio de networking de los profesionales del sector.
Por último, se adaptarán las herramientas de planificación para la mejora de la eficiencia energética. A partir de la información obtenida se desarrollarán los aspectos normativos locales para adoptar nuevas soluciones en materia de transición y circularidad energética y la incorporación de la infraestructura verde.
Tal y como indica la concejala de Model de Ciutat, Habitatge Digne i Sostenibilitat, Neus Truyol, «la prioridad es conseguir edificios de energía positiva en barrios sostenibles. Por un lado, gracias a la transición en el diseño y la construcción de los edificios para reducir sus emisiones y aumentar su eficiencia energética. Y por otro, haciendo que los edificios sean energéticamente positivos, es decir, que puedan producir electricidad y cubrir sus necesidades de calefacción y refrigeración, a la vez que reduzcan la demanda y se adapten a sus entornos locales».