Los dirigentes de la Unión Europea han acordado el objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2030 de al menos un 55% con respecto a los valores de 1990, en lugar del 40% previsto hasta ahora. El Consejo Europeo quiere intensificar su ambición climática para impulsar el crecimiento económico sostenible, crear empleo, generar beneficios medioambientales y contribuir a la competitividad mundial de la economía de la UE a largo plazo gracias a la promoción de la innovación en tecnologías ecológicas.
La Comisión Europea había propuesto este nuevo objetivo en septiembre de 2020, para poner a la Unión Europea en el camino hacia la neutralidad climática en 2050, y la semana pasada, los dirigentes de la UE han acordado el objetivo de reducción de las emisiones del 55%. El Consejo Europeo ha destacado la importancia de movilizar fondos públicos y capital privado, y ha recordado el objetivo global de destinar a la acción por el clima al menos un 30% del importe total del gasto a cargo del marco financiero plurianual y de Next Generation EU.
Estados miembros
Todos los Estados miembros participarán en el objetivo de reducción de al menos un 55% de emisiones en 2030. Se preservará la competitividad de la UE y se tomarán en consideración los diferentes puntos de partida de cada país, las circunstancias nacionales y el potencial específico de reducción de las emisiones de cada Estado miembro, incluidos los de los Estados miembros insulares y de las islas, así como los esfuerzos realizados.
El Consejo Europeo reconoce que es necesario garantizar las interconexiones, la seguridad energética para todos los Estados miembros y la energía a un precio que sea asequible para los hogares y las empresas, así como respetar el derecho de los Estados miembros a decidir su combinación de fuentes de energía y elegir las tecnologías más adecuadas para lograr de forma colectiva el objetivo climático de 2030.
Entre otras cosas, el Consejo Europeo ha invitado a la Comisión Europea a que evalúe la mejor manera de que todos los sectores económicos puedan contribuir al objetivo de 2030, y a que presente las propuestas necesarias a tal fin, acompañadas de un examen en profundidad del impacto económico, medioambiental y social en cada Estado miembro.