Hasta el 13% del consumo eléctrico actual de los edificios de Valencia podría ser cubierto mediante generación con energía solar fotovoltaica (total de 35.67 TWh sobre una demanda de 264.21 TWh). Es una de las principales conclusiones de un estudio conjunto de la Cátedra de Transición Energética UPV-Las Naves y la startup IMPACT-E, basado en los resultados de una herramienta SaaS (Sustainability as a Service) desarrollada por IMPACT-E para facilitar la transición energética urbana en los municipios.
El estudio, que fue presentado el pasado 5 de noviembre en el VII Congreso Edificios Energía Casi Nula, revela también que el periodo de retorno medioambiental medio es de 2 años, indicando el elevado ahorro de emisiones por no consumir energía de red durante su vida útil, por lo que se podría incentivar la instalación de autoconsumo mediante subvenciones para promover la sostenibilidad ambiental.
En cuanto el periodo de retorno económico medio, se sitúa en 11,5 años, con el 50% de los edificios por debajo de 11 años. Según el estudio, los distritos más antiguos de Valencia, como es el casco histórico, presentan los peores resultados de rentabilidad, debido a un mayor nivel de sombras dada la irregularidad de alturas entre edificios y el escaso espacio libre de cubiertas, que encarece los costes de instalación.
El trabajo evalúa una muestra de 1.000 edificios pertenecientes al núcleo urbano de la ciudad de Valencia, donde además se ha identificado el periodo de retorno de las instalaciones fotovoltaicas en sus cubiertas.
Herramienta SaaS desarrollada por IMPACT-E
El estudio simula varios casos de estudio en la ciudad de Valencia, valiéndose de la herramienta desarrollada por IMPACT-E: potencial solar fotovoltaico de la ciudad al completo y distrito a distrito; un barrio concreto con la evaluación de las comunidades energéticas con mayor potencial teniendo en cuenta diferentes criterios; y el potencial de las comunidades energéticas locales.
La herramienta SaaS de IMPACT-E permite priorizar las inversiones por impacto económico, ambiental o social. El caso de estudio para el Ayuntamiento de Valencia para elegir la comunidad energética local sobre un barrio de la ciudad muestra que no coinciden las opciones con máximo rendimiento económico con la de máxima generación.
El estudio muestra que las comunidades energéticas permiten, para un caso concreto analizado, reducir el periodo de retorno de una instalación solar fotovoltaica en 9 años para una vivienda unifamiliar y en 1 año para un edificio residencial.
Conclusiones del estudio
Los resultados agregados para la amplia muestra de edificios simulada permiten hacerse una idea de la cantidad de energía nada despreciable que se podría generar en la propia ciudad de Valencia. También indican que quedan grandes barreras que superar, especialmente en la evaluación del parque edificatorio y en la concienciación social.
Los autores del estudio destacan que este trabajo, junto con la herramienta más amplia de IMPACT-E, servirá para que los planificadores de las políticas energéticas de la ciudad puedan conocer no sólo qué intervenciones tienen mayor impacto (económico, de ahorro de emisiones o social), sino también las áreas de la ciudad hacia las que dirigir las actuaciones.