La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) cuenta con nuevo presidente desde septiembre. Rafael Benjumea explica en esta entrevista sus objetivos al frente de la entidad y destaca el papel de la energía fotovoltaica como motor de la economía en España. Entre otras iniciativas, UNEF ha presentado recientemente al Gobierno la Estrategia Industrial Fotovoltaica. El nuevo presidente de la entidad también analiza los retos y desafíos del autoconsumo en la actualidad.
ESEFICIENCIA: Recientemente ha sido nombrado presidente de la Unión Española Fotovoltaica. ¿Cuáles son sus objetivos al frente de la asociación? ¿Qué líneas de actuación llevará a cabo UNEF a corto y medio plazo?
Rafael Benjumea: Mi vinculación con la asociación viene de largo, desde su fundación. Para mí es un verdadero honor encabezar la Unión Española Fotovoltaica, UNEF, el lugar de referencia para el sector. Desde su creación lleva realizando un importante trabajo de apoyo y divulgación, asesoramiento de las empresas y una muy importante tarea de sensibilización con los distintos gobiernos.
Nos encontramos en un momento crucial y espero poder aportar un impulso que refuerce el papel de la energía fotovoltaica como motor de la economía de nuestro país. Queremos seguir trabajando para lograr estabilidad en el mercado y seguridad jurídica. En ese sentido, la aprobación reciente del real decreto de subastas y la propuesta de la Orden Ministerial, que concretará la forma en la que se ejecutarán, van por la buena dirección, pero aún quedan flecos. Tenemos que asegurarnos que los procesos sean racionales. Creemos, además, necesario complementar este marco regulatorio con la celebración de subastas específicas para proyectos de menos de 10 MW, reservándose un 20% de la capacidad subastada, que se complemente con medidas que favorezcan la participación del mayor número de actores y se reduzcan riesgos limitando la posibilidad de que se pueda adjudicar más de un 30% de la potencia subastada a una sola empresa.
Además, queremos fortalecer el autoconsumo para las grandes industrias, las pymes y residencial a todos los niveles. Otra de las tareas más importantes que tenemos ante nosotros es la de la sostenibilidad de los proyectos fotovoltaicos que se tienen que realizar siguiendo las directrices medioambientales elaboradas por UNEF para generar riqueza y empleo en el medio rural y convertir nuestras instalaciones en reservas integrales de la naturaleza para cuando estas se levanten, el suelo esté en mejores condiciones que cuando llegamos.
ESEFICIENCIA: UNEF acaba de presentar en octubre la Estrategia Industrial Fotovoltaica al Gobierno. ¿En qué consiste esta estrategia y cuáles son sus planteamientos principales? ¿Qué respuesta han recibido por parte del Gobierno? ¿En qué medida puede convertirse España en un hub fotovoltaico a nivel internacional?
Rafael Benjumea: La respuesta ha sido muy positiva. España es uno de los países que más duramente ha sido afectado por la pandemia, y desde Europa se está apostando por la energía renovable como una de las palancas para dinamizar la economía. La energía fotovoltaica puede jugar un papel muy importante como motor de la economía no solo por los beneficios que aportan al sector eléctrico, sino por su aportación al conjunto de la economía y a la sociedad.
La estrategia que presentamos al gobierno incluye 36 medidas que giran en torno a cinco ejes: Sector Eléctrico, Política Industrial, I+D, Comercio exterior y Formación. El objetivo es que se implementen políticas públicas para la movilización de la inversión privada y se amplíe la capacidad de producción nacional de componentes fotovoltaicos y se fomente la transformación digital de las empresas fabricantes.
En España fabricamos hasta el 65% de la cadena de valor de un proyecto fotovoltaico. Contamos con empresas líderes mundiales con tecnología propia en electrónica de potencia, seguidores, diseño, epecistas, estructuras, etc. Si las cosas se hacen bien podremos tener muy pronto la capacidad de generar la energía eléctrica más barata y limpia de Europa. Nos convertiremos en ese hub fotovoltaico mundial al que aspiramos.
ESEFICIENCIA: El año 2019 fue un gran año para la industria fotovoltaica en España, y la Agencia Internacional de la Energía pronostica que la tecnología fotovoltaica instalará más potencia que ninguna otra durante las próximas décadas. En este contexto, ¿qué previsiones manejan desde UNEF ante la crisis derivada de la COVID-19? ¿Cuál puede ser el papel de la fotovoltaica como motor de la recuperación económica en nuestro país?
Rafael Benjumea: El escenario de la COVID-19 es muy volátil y es difícil hacer proyecciones concretas, aún no hemos terminado de ver todas las consecuencias. Las más afectadas son las instalaciones vinculadas a servicios y hostelería, las más vulnerables ante la crisis. Sin embargo, se está viviendo un repunte en el sector doméstico y en los proyectos industriales más resilientes. Es indudable que hay un clima de optimismo en el sector y, aunque vamos en la buena dirección, se requiere todavía bastante trabajo.
La fotovoltaica quiere situarse en el centro de la actividad industrial, crear empleo, puede ofrecer una ventaja estratégica a nuestras industrias con una energía mucho más barata estimulando la recuperación de nuestro país. Si conseguimos que se respalde nuestra estrategia industrial con medidas racionales, simplificando procedimientos administrativos, teniendo un sistema de fijación de precios estable, los proyectos fotovoltaicos podrán conseguir la financiación que necesitan, las empresas podrán ganar músculo e invertir en I+D.
No me cabe ninguna duda que la fotovoltaica se consagrará como el motor de recuperación económica de nuestro país. Estamos en un momento crucial.
ESEFICIENCIA: En cuanto al autoconsumo, ¿qué retos y desafíos continúa teniendo el sector en la actualidad? ¿Qué espera UNEF de la futura aprobación de la Estrategia Nacional de Autoconsumo?
Rafael Benjumea: En septiembre UNEF presentó ya las alegaciones a la Estrategia Nacional de Autoconsumo basándose en las indicaciones de los socios. Para que las instalaciones de autoconsumo sean la respuesta que buscamos sería necesario que la factura eléctrica reduzca el término fijo, tiene que simplificar las tramitaciones administrativas, excluir la venta de los excedentes los proyectos de autoconsumo del proceso de acceso y conexión de grandes plantas siempre hasta el volumen de potencia contratada, eliminar las licencias de obra en aquellos municipios que aún no lo han hecho, debía aplicarse el silencio administrativo para la autorización de instalaciones de autoconsumo.
Si se quiere aumentar la velocidad de penetración serían convenientes medidas fiscales como la reducción del IBI, deducciones en IRPF e IS o la amortización acelerada para el impuesto de sociedades.
Habría que revisar el Código Técnico de Edificación, la ley de Propiedad horizontal, debería haber campañas de información a los ciudadanos por parte de las administraciones públicas, medidas ejemplarizantes por su parte e implementar a la mayor brevedad posible registros nacionales y autonómicos que aporten todos los datos necesarios. Esta sería la Estrategia Nacional de Autoconsumo que nos gustaría ver.
ESEFICIENCIA: Continuando con el autoconsumo, ¿cuáles son las expectativas y proyecciones para este año? ¿Qué iniciativas lleva a cabo o tiene previsto desarrollar UNEF para su impulso?
Rafael Benjumea: Lo cierto es que en España, con todo nuestro recurso solar, estamos muy por debajo de nuestro potencial. El motor de este segmento del autoconsumo son las pymes del sector industrial y servicios, en las que se instala alrededor del 70% de la potencia.
En esa dirección, nuestras iniciativas, además de lograr impulsar estas medidas que planteamos a la administración, giran en torno a nuestros socios, tenemos grupos de trabajo específicos, tenemos una sección específica para pequeños instaladores, acciones de promoción directa con los sectores industriales, estamos realizando campañas de formación de técnicos, vamos a realizar una gran jornada de autoconsumo antes de que acabe el año y estamos trabajando en otras iniciativas que daremos a conocer pronto.
ESEFICIENCIA: Finalmente, desde su punto de vista, en cuanto al marco normativo y regulatorio en materia energética, ¿qué quedaría por desarrollar? ¿Qué expectativas tienen con la aprobación del proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética?
Rafael Benjumea: En primer lugar sería necesario que la Ley de Cambio Climático lograra aprobarse con el mayor consenso político posible. Hay que trascender las líneas políticas, no es una cuestión ideológica, como algunos tratan de presentar. Estamos ante una emergencia que antes de que llegara la pandemia ya estaba haciendo que todos, gobiernos, ciudadanía, empresas, nos planteáramos la necesidad de iniciar una transición energética. España está en una de las zonas más expuestas a los impactos del cambio climático. Es necesario gestionar los riesgos y anticiparnos. Y para eso está siendo necesario estructurar un entorno legal estable en el que se cubra de forma racional todos estos aspectos de los que hablamos, lograr neutralidad climática e identificar oportunidades económicas y de generación de empleo.
La ley de Cambio Climático debería permitir además la transposición de los aspectos pendientes de la Directiva Europea de Energías Renovables al ordenamiento jurídico español, especialmente en lo que se refiere a la seguridad jurídica, simplificación administrativa y derechos del autoconsumo.
Las expectativas son buenas, muy buenas, pero sabemos que el diablo se esconde en los detalles. Esta es la batalla de UNEF.