El conjunto arquitectónico de Torre Sevilla se abastecerá de energía certificada de origen 100% renovable durante los dos próximos años. Con esta medida, este centro comercial de Sevilla dejará de emitir más de 4.000 t de CO2 a la atmósfera al año.
La energía renovable suministrada atenderá la demanda energética del rascacielos, que acoge 18 plantas de oficinas y otras 19 de uso hotelero, del parking y de las zonas comunes del centro comercial Torre Sevilla.
Energía renovable y ecoeficiencia en Torre Sevilla
De este modo, el complejo se abastecerá principalmente de energía fotovoltaica, eólica e hidráulica. El rascacielos cuenta además con una instalación propia de placas fotovoltaicas situadas en la cubierta, que se utilizan para autoconsumo y que completan la apuesta del edificio por la sostenibilidad medioambiental.
La ecoeficiencia es una de las características de Torre Sevilla, que cuenta con un sistema centralizado para controlar todas las instalaciones mecánicas y eléctricas de los edificios, tales como la climatización, el alumbrado y los contadores de energía.
Asimismo, el sistema inteligente de gestión de la iluminación con sensores optimiza la eficiencia energética del rascacielos con un ahorro del 20% en el consumo en cada planta. Además, el caudal de movimiento que generan los ascensores se reaprovecha para producir electricidad compensando el consumo eléctrico.
Cubiertas verdes, drenaje sostenible y cargadores eléctricos
El rascacielos cuenta con el certificado LEED Gold que reconoce a las edificaciones que han incorporado criterios de alta eficiencia en su funcionamiento y mantenimiento, reflejo de su firme compromiso con la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático.
Este centro comercial cuenta con cubiertas vegetales de 11.000 m2 que, al actuar como aislante térmico, contribuyen al ahorro energético del edificio. Las cubiertas están dotadas también de un sistema de captación de agua de lluvia que permite regar todas las cubiertas ajardinadas con el 100% de agua reciclada, lo que garantiza la sostenibilidad del sistema. Igualmente, la propia actividad de las especies vegetales reduce el dióxido que se emite a la atmósfera disminuyendo la contaminación del aire. Una vegetación que también está presente en los jardines verticales del centro comercial y en las oficinas de varias empresas con sede en el rascacielos.
Por su parte, el Parque Magallanes junto al río Guadalquivir, con más de 40.000 m2 de superficie verde, incorpora un sistema de drenaje sostenible que también permite el aprovechamiento del agua pluvial para el riego.
En cuanto al parking del edificio, con 3.000 plazas, cuenta con sistema de guiado e iluminación inteligente y está integrado en la red de Superchargers de Tesla, además de contar con cargadores universales en una apuesta por la movilidad sostenible.