La Comisión Europea ha concedido uno de los Premios Europeos de Energía Sostenible al proyecto CLEAR 2.0, que ha obtenido el primer puesto en la categoría de Compromiso. De esta manera, la CE reconoce que esta iniciativa es una fuente de inspiración para los ciudadanos a la hora de desempeñar un papel proactivo en la transición energética. Gracias a los esfuerzos de los socios, casi 30.000 hogares europeos han recibido apoyo en forma de información y asesoramiento para adquirir soluciones de energía sostenible acordes a sus necesidades, generando una inversión total de 129 millones de euros.
CLEAR 2.0 se llevó a cabo entre septiembre de 2017 y febrero de 2020. Uno de sus principales objetivos era identificar y reducir las barreras que los ciudadanos encuentran en el mercado a la hora de adquirir alguna tecnología de energía renovable. Por tanto, también se persigue aumentar la capacidad de los consumidores para tomar decisiones de compra bien informadas. El resultado de CLEAR 2.0 se resume en una mayor aceptación de las energías renovables por parte de los hogares.
Más de 30.000 hogares participantes
La iniciativa CLEAR 2.0 ha sido posible gracias a un consorcio compuesto por seis organizaciones de consumidores nacionales además de la agencia europea BEUC (European Consumer Organisation), quienes se propusieron cambiar los comportamientos de consumo de los hogares a la hora de satisfacer sus necesidades de calefacción, refrigeración y electricidad, organizando grupos de usuarios o compras colectivas de sistemas de energía renovable en los seis países participantes: Italia, España, Portugal, Bélgica, Eslovenia y República Checa.
El punto de partida de la estrategia de CLEAR 2.0 consistió en identificar las principales barreras que dificultan la toma de decisiones de los hogares europeos a la hora de invertir en energías renovables o en sistemas de consumo energético eficiente, como instalaciones fotovoltaicas, baterías, estufas de pellets o bombas de calor para calefacción y refrigeración.
Las cuatro barreras principales identificadas son la falta de sensibilización, los hábitos de consumo, la inestabilidad legislativa y el precio inicial de la inversión, dificultades que han sido abordadas directamente en el seno de CLEAR 2.0 con el objetivo de lograr una mayor participación del consumidor.
Una de las actividades llevadas a cabo por el consorcio para superar estos obstáculos consistió en la creación de comunidades web sobre energías renovables integradas en las home pages de las organizaciones de consumidores en cuatro de los países participantes: Bélgica, Portugal, España e Italia.
En este sentido, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), socio español, creó la comunidad Energías Renovables, donde los usuarios pueden intercambiar experiencias, compartir dudas o comentarios sobre tecnologías de energías limpias y mostrar aquellas inquietudes relacionadas con tecnologías, precios, legislación o impuestos, por poner varios ejemplos.
Otros pasos clave del proyecto implementados en los distintos países consistieron en: proporcionar al consumidor información independiente y experta; aumentar su capacidad para tomar decisiones informadas empleando herramientas interactivas, tales como comparadores o simuladores digitales; aprovechar los canales de comunicación y el prestigio de las organizaciones de consumidores en sus respectivos países, para involucrar al ciudadano en la comunidad web; estimular la adquisición de energías renovables mediante incentivos que reducen los costos; apoyar el ahorro y el uso eficiente de la energía y, por último, fomentar el desarrollo de una legislación justa para todos los consumidores.
El proyecto involucró de alguna u otra manera a más de 30.000 hogares europeos que participaron de forma voluntaria en las iniciativas puestas en marcha por los socios en sus respectivos países. Compras grupales de paneles fotovoltaicos o de unidades de aire acondicionado, monitorización de consumos de electricidad a través de contadores inteligentes para prestar asesoramiento energético personalizado, mejorar el aislamiento de las calderas en las instalaciones de calefacción o impulsar el autoconsumo de energías renovables fueron algunas de las medidas clave implementadas en los hogares participantes.
Por poner un ejemplo, cabe destacar el caso de Portugal, donde DECO Proteste seleccionó quince familias de distintos perfiles. Tras estudiar sus hábitos de consumo energético, el socio portugués instaló en estos hogares equipos avanzados de monitorización energética y, por último, les proporcionó recomendaciones personalizadas para optimizar el uso de la energía. DECO Proteste incidió, especialmente, en los denominados «consumos fantasma» de los electrodomésticos, es decir, aquellos que se producen cuando se quedan en modo stand by. Los estudios demostraron que, con el simple gesto de desconectar los dispositivos en lugar de mantenerlos en espera, las quince familias lograron un ahorro promedio de 309.016 kWh/año, lo que se traduce en 160 euros por año.
CLEAR 2.0 en los hogares españoles
La OCU, socia española de CLEAR 2.0, se sirvió de los datos de consumo proporcionados por los contadores inteligentes para llevar a cabo su estrategia. Según datos de esta organización, más del 99% de los medidores de electricidad actualmente instalados en las viviendas españolas son inteligentes, un hecho que, potencialmente, permite a las compañías eléctricas proporcionar asesoramiento energético a sus clientes.
En concreto, OCU ediciones trabajó con Lucera, un proveedor de energía, para estudiar los datos de consumo obtenidos a través de los medidores inteligentes instalados en 650 hogares, los cuales fueron seleccionados por reflejar el tamaño típico de las familias españolas: viviendas de entre 70 y 90 metros cuadrados ocupadas por cuatro personas.
Gracias a la información de los dispositivos de medición, la OCU y Lucera trabajaron en asesorar de forma personalizada a las familias participantes. Las medidas propuestas iban dirigidas, por una parte, a modificar los hábitos de consumo y, por otra, a estimular pequeñas inversiones que pudieran conducir a una reducción en las facturas energéticas. En general, las familias que siguieron las recomendaciones de la OCU lograron un ahorro promedio de 755 euros por hogar, importe que alcanzó los 1.590 euros por hogar al implementar todas las medidas de ahorro propuestas para las instalaciones de electricidad, calefacción, agua caliente y autoconsumo de energía solar.
La OCU calculó que, si las recomendaciones de energía seguidas por las viviendas involucradas en el proyecto fueran adoptadas por todas las familias en España, esto conduciría a un ahorro total de 2.500 millones de euros en las facturas de los hogares.
Las recomendaciones más seguidas se relacionaron con la forma en que las familias iluminan sus hogares. Así, con un gesto tan sencillo como apagar la luz al salir de una habitación, las familias lograron un ahorro energético del 25%; reemplazar las bombillas incandescentes por las nuevas LED llevó a un ahorro del 80%; aprovechar al máximo la luz natural y evitar encender la luz, si no es necesario, condujo a un ahorro de hasta un 25%.
Las familias involucradas en el proyecto también respondieron bien a la recomendación de mantener abiertas las ventanas de sus hogares durante un máximo de diez minutos. Durante este tiempo, se reemplazará todo el aire de la habitación, pero las paredes y los muebles no se enfriarán; por tanto, una vez que las ventanas estén cerradas, el sistema de calefacción solo tendrá que calentar el aire nuevo.
Por el contrario, las recomendaciones con menor seguimiento estuvieron relacionadas con la instalación de sistemas de energía solar, tanto paneles fotovoltaicos como instalaciones termosolares. Hay que tener en cuenta que este estudio se llevó a cabo entre 2017 y 2018, cuando la legislación española no preveía incentivos claros para el autoconsumo de energía renovable. El famoso «impuesto al sol» desanimó a muchas familias a instalar paneles solares.
Otra medida que no obtuvo mucha aceptación en los hogares españoles fue la de reemplazar los antiguos refrigeradores por otros modelos con mayor eficiencia energética, a pesar de que con esta actuación el ahorro promedio anual es de entre 30 y 35 euros.
En ambos casos, la razón por la cual estas recomendaciones fueron las menos populares se encuentra en la importante inversión inicial, que muchas familias no podían pagar.
Para superar esta barrera económica, la OCU puso en marcha una compra colectiva de kits fotovoltaicos con la que se proponían descuentos de hasta el 25%. Además, los hogares participantes recibieron un completo asesoramiento previo con el fin de comprobar la solución más adecuada para sus necesidades. Asimismo, la organización también se encargó de la instalación del sistema y de resolver todos los trámites administrativos, así como de la legalización.
Recomendaciones
Tras evaluar todos los resultados obtenidos al estudiar el comportamiento energético de las 30.000 viviendas europeas, así como su respuesta a las medidas recomendadas desde las organizaciones de consumidores, los miembros del consorcio CLEAR 2.0 han elaborado una serie de recomendaciones dirigidas a tanto a la Unión Europea como a los Estados miembros, y que serán clave para alcanzar los objetivos del European Green Deal.
De forma resumida, estas recomendaciones son:
- Asegurar un marco regulatorio y legal estable y claro y evitar cambios retroactivos en los incentivos para las energías renovables.
- Garantizar que los consumidores puedan acceder fácilmente a la financiación. En este aspecto, CLEAR 2.0 indica que los hogares deben tener una variedad de opciones financieras disponibles: préstamos ecológicos asequibles y bien diseñados (incluidos pagos a plazos), incentivos públicos para tecnologías emergentes, así como incentivos fiscales y esquemas de «pago por ahorro».
- Garantizar a los consumidores el acceso a servicios confiables y bien diseñados. La asistencia legal y técnica y las buenas condiciones posventa negociadas por las organizaciones de consumidores hacen que sea más fácil para los hogares aceptar las energías renovables. Además, las compras grupales y las ventajas negociadas pueden reducir los costos de las instalaciones. Sin embargo, los socios de CLEAR 2.0 aclaran que las compras grupales de tecnologías renovables son difíciles de mantener para las organizaciones de consumidores a largo plazo y se necesitarán fondos adicionales en esta área.
- Teniendo en cuenta que es un derecho de los consumidores tener acceso y controlar todos los datos generados por sus contadores inteligentes, los estados tienen que garantizar que la información proporcionada sobre sus consumos de energía es clara, confiable y detallada. Además, dicha información debe comunicarse al usuario a través de una interfaz de su elección.
- Educar y sensibilizar a los consumidores. Para ello, se recomienda concienciar a los consumidores para que comprendan mejor su consumo de energía y cómo ser más eficientes; demostrarles que se pueden obtener retornos de las inversiones iniciales en nuevas tecnologías; proporcionar información sobre el consumo en un formato fácil de usar, acompañado de consejos y alertas procesables y, por último, facilitar consejos personalizados sobre cómo ahorrar energía mediante cambios en el comportamiento, pequeñas inversiones, reemplazo de equipos o inversiones de mayor cuantía pero efectivas.
- Mejorar la información y la eficiencia energética de los electrodomésticos. A este respecto, los consumidores deben recibir información sobre el consumo real de sus aparatos a través de la conocida etiqueta Energy. Además, de cara a mejorar la eficiencia energética, la Comisión Europea debería establecer requisitos de ecodiseño más estrictos en los equipos de calefacción y refrigeración, así como monitorizar el consumo de energía real de las bombas de calor para futuras revisiones.