Las Oficinas Municipales del Ayuntamiento de Teror (Gran Canaria) ahorraron en 2019 el 40% del consumo de energía eléctrica con respecto al 2018, tras la instalación el pasado año de 160 placas fotovoltaicas para autoconsumo. Además, la renovación del 72% del alumbrado público efectuada en los últimos años ha reportado a este consistorio una rebaja del 60% en su consumo de electricidad.
Con este ahorro, han dejado de emitirse a la atmósfera hasta 26 toneladas de CO2. El consumo de kWh de la instalación municipal se ha reducido casi a la mitad, así como la factura de la luz, que ha pasado de unos 24.000 euros al año, a 14.000 euros.
La instalación fotovoltaica de autoconsumo de las Oficinas Municipales del Ayuntamiento de Teror permite autoabastecerse de energía solar durante todo el año, en mayor cuantía durante los meses de verano y en la franja horaria de mediodía, en la que se alcanzan las cotas más altas de generación fotovoltaica, e incluso con potencia sobrante que se podría inyectar a la red eléctrica. En el horario de tarde-noche y en los días de poca luz solar es cuando la instalación se suministra mayormente de la red eléctrica.
Medidas de ahorro energético recogidas en el Pacto de Alcaldes
Por otra parte, el Ayuntamiento de Teror ha realizado en los últimos años la renovación del 72% del alumbrado público con la instalación de lámparas LED de bajo consumo, lo que ha hecho que se reduzca en un 60% el consumo de kWh. De los 3.366 puntos de luz con los que cuenta actualmente el municipio, han sido renovadas 2.421 luminarias, y está previsto que en 2020 se culmine la modernización total de las luminarias aplicando la tecnología LED.
El concejal de Alumbrado del Ayuntamiento de Teror, Manuel Farías, confirma que desde el Gobierno municipal se ha apostado por el ahorro energético, tanto con la renovación de luminaria LED como con instalaciones fotovoltaicas, aplicando así medidas medioambientales recogidas en el Pacto de los Alcaldes para el Clima y la Energía Sostenible de la Comisión Europea, con el objetivo de conseguir reducir las emisiones de CO2 en al menos un 40% hasta el año 2030, contribuyendo a evitar los efectos del cambio climático.