Una nueva instalación fotovoltaica en el edificio municipal del Área de Juventud de Valencia permitirá aprovechar la energía solar para transformarla en energía eléctrica de autoconsumo y poder verter los excedentes a la red eléctrica, obteniendo así una compensación en la factura que tiene que pagar el Ayuntamiento de Valencia.
El concejal de Emergencia Climática y Transición Energética, Alejandro Ramon, ha destacado “la importancia de esta intervención para promover el uso de energía limpia y 100% renovable e impulsar su desarrollo en nuestra ciudad”.
“Con esta nueva instalación se generará anualmente el equivalente a la energía que consumen de media 12 viviendas en nuestra ciudad”, ha resaltado Ramon, en referencia a los cerca de 47.000 kWh que se generarán con 114 módulos en una superficie de 189,6 metros cuadrados en la cubierta del edificio.
La planta fotovoltaica dispondrá de un sistema de monitorización de la instalación para permitir una transferencia continua de datos y un control y una regulación fiables. El objetivo es registrar valores de rendimiento y regular el flujo de energía para ajustarlo a la demanda según la disponibilidad. Además, se instalará un software para poder visualizar de forma gráfica todos los datos registrados desde ordenadores y móviles.
Ahorro en la factura energética del Ayuntamiento de Valencia
Las obras las está ejecutando una empresa valenciana en la cubierta del edificio de la Delegación de Juventud. La concejala responsable, Maite Ibáñez, ha afirmado que “la instalación de esta tecnología de energía renovable entronca con los ejes de nuestro Plan Estratégico 2019-2023. Que nuestro edificio central del Área de Juventud cuente a partir de ahora con esta instalación, de última generación en su ámbito, envía un mensaje mucho más allá de lo simbólico. Pasamos a formar parte de una ciudad comprometida con la sostenibilidad y capaz de irradiar una actitud leal con el territorio y las personas”.
La instalación estará dotada de sistemas de protección para garantizar la seguridad de equipos y personas. Se estima que de la energía que genere, un 85% la consumirá el propio centro, lo que supondrá un 20% del consumo energético total del edificio y evitará así la emisión de 28,5 toneladas de dióxido de carbono cada año. Además, el coste de la instalación, inferior a los 40.000 euros, se amortizará en un plazo de nueve años, mientras que la vida útil de la planta fotovoltaica se estima superior a los 25 años.